Capítulo 02

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—Fuiste creado específicamente
Para encajar  conmigo...🔥

—¿Hyunjin?—

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—¿Hyunjin?—

—¡Hey!—

Escuché el chasquido de sus dedos nuevamente, entonces me di cuenta de que todo lo sucedió solo había sido parte de mi imaginación o quiza fueron sus hermosos ojos negros los que me hipnotizaron, pues él chico que parecía hijo del invierno, aun estaba a una distancia prudente de mí.

—¿Que pasó?— Pregunté sintiéndome confundido, me sentía como cuando Changbin me dio a probar la nicotina y me di un viaje que para que te cuento.

—Tú celular esta sonando— Sonrió y por todos los santos, tienen la sonrisa más hermosa que mis ojos han visto y es que también están esas pecas en su rostro, esas que parecen las estrellas del cielo, es como si dios se hubiera esforzado mucho para crearlo, como si lo hubiese tallado con tanta dedicación y paciencia, y no le vasto con hacerle eso rostro tan pero tan... es que no existe palabra palabra para describir ese rostro tan perfecto, es tan perfecto que parece tan irreal.

—Hyunjin, tu celular— Repitió.
Mierda me había quedado perdido en ese avismo de belleza nuevamente pero el chasquido de sus dedos me trajo nuevamente a la realidad.

—Hola, papá— Contesté la llamada, de mala gana.

—Hyunjin, ¿donde mierdas estás?— Casí me deja sordo ¿Qué? ¿Acaso empezará a preocuparse de mí? Cuando no lo ha hecho durante 24 años—

—Sabes que iras al infierno por usar ese vocabulario tan vulgar ¿Cierto, señor sacerdote? "Señor hijo de dios", "señor consagrado."—

Estoy seguro que ha de estar muriendo de irá por mis palabras.

—Sabes que también iras al infierno por tu desobediencia ¿Cierto?— Y esas palabras no salieron de la sucia boca de mi padre, salieron de los delicados labios del rubio frente a mí y habló lo sufientemente alto  como para que mi padre lo escuchará.

—¿Con quién estás? ¿Estas con un hombre?— Su voz sonó tan fuerte en mi oído que tuve que apartar mi celular para conservar mis tímpanos sanos.

—Sii, estoy con un hombre papá, en el bos-que, so-los, apunto de tener se-xo— El tierno chico frente a mí soltó una carcajada mientras mi padre, pues mi padre estoy seguro que le acaba de dar un infarto por que me colgó la llamada, guarde mi celular y me volví a perder en la mirada de este hermoso ser frente a mí, ¿En serio es real? Nunca había visto a un ser tan angelical pero con una aura bastante oscura.

—¿Como te llamas? Tú ya sabes mi nombre por lo que creo que es justo saber el tuyo— dió un paso al frente y esta vez no estoy alucinando, esta vez si esta muy cerca de mí, tan cerca que me acorralo entre un árbol y él.

—Muchos me llaman, Lucero de la mañana, otros me dicen Lucifer o el diablo, puede que haya alguno que me diga Satanas, me llaman con diferentes nombres pero tú como eres especial puedes, llamarme Felix.—
Me sonrió mientras sus pupilas cambiaban de color, ya no eran negras ahora estaban rojas y su cabello ya no era rubio ahora estaba azul.

No puedo negar que me asusté  pero joder se veía aún más hermoso y pues le creo que es el diablo pues según la biblia el diablo es el ángel más hermoso que dios a creado.

—Bueno señor diablo— El se soltó una carcajada —¿Que quiere de mí?— Pregunté sin apartar la vista de esos apetitosos labios rojos.

—¿No me tienes miedo?— Se acercó a mí mejilla y pasó su lengua por ella, tan malditamente caliente, creo que no me importaría entregarle mi alma y luego mi virginidad.

—¿Por que le tendría miedo al ser más bello del cielo y de la tierra?— Él sonrió y yo me ruborice.

—¿Te cuento un secreto?— Me susurro al oído mientras una de sus manos me tomaba de la cintura.

—L-lo escucho señor Sati— Solte un jadeo cuando me tomó y me pegó más a su cuerpo caliente y eso que no llevaba ningún abrigo.

—Te he seguido desde que eras pequeño, eres mío, mi padre te creo especialmente para mí ¿Nunca te preguntaste por que las personas que querían algo romántico contigo terminaban muertas?—

—Pensé que yo estaba maldito—

—Alguien tan bonito no puede estar
maldito—

—¿Entonces ahora me estas reclamando como tuyo?—  Bueno no tengo miedo, siempre me sentí diferente a todo el mundo, siempre pensé que no pertenecía a este lugar  y ahora me doy cuenta del por que.

—¿Por que hasta ahora?—

—Por qué me canse de observarte de lejos y además ya no aguantó las ganas de probar tus labios, bueno ya lo he hecho cuando duermes pero esos no cuentan.—

—¿Qué? Me robaste mi primer beso y yo no lo disfrute, eso es injusto, señor Sati— Me indigne al saber que mis labios ya probaron los suyos pero yo no estaba consciente.

Perdí la vergüenza y llevé mis manos a su rostro y con mis pulgares roce sus labios.

—Mierda, si fui hecho para el mismísimo diablo, para que aguntarme más las ganas de besarlo.

Acorte la distancia y lo besé, se sintió como brazas quemando mis labios pero por el no me importa quemarme.

Estaba dispuesto a follarme al diablo.

—Aléjate de mi hijo maldito enfermo—
Mi padre tenía que arruinarlo.

—Llévalo al infierno— Le susurre  a Felix antes de que me alejara de él.

Jinlix: Cuando El Diablo Se EnamoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora