KIARA
Abro mis ojos lentamente y veo a Cayden sobre mí, abrazándome con fuerza, dormido, y al mirar detenidamente mi camisa veo que la tengo llena de lágrimas.
Le acaricio el pelo con los dedos y siento que se remueve. Abre los ojos y veo mucha tristeza, dolor y preocupación en ellos.
– ¿Kiara? – Me coge la cara con las manos y empieza a llorar – Dios mío, te extrañé muchísimo – Solloza más fuerte y yo lo atraigo hacia mí.
– Tranquilo, no me pasa nada
Levanta la cabeza y me da un beso tembloroso en la frente.
– No te vayas otra vez, por favor, estas semanas he estado aterrorizado por miedo a perderte – Se le sale otra lágrima y yo paso mi dedo por su ojo para limpiar con cuidado las lágrimas.
La puerta se abre con cuidado y, tras ella aparecen Carden y Liam.
– Al fin despertaste – Se acercan ambos a mi lado y Carden me toma de la mano.
– Cayden, ¿podrías salir un momentito? – Habla Liam.
– No.
– Cayden, no seas testarudo, es solo un momento – Sale a regañadientes, no sin antes darme un último beso y finalmente me quedo a solas con ellos.
– ¿Qué ha pasado?
– Llevas tres semanas en coma, Cayden no ha querido salir de aquí ni un solo momento.
– Pero ¿Ha estado comiendo bien?
– Le dijimos que si se quería quedar aquí, tendría que comer lo que nosotros le diéramos, Klara, él ha estado super destrozado.
– Oh.
Carden se acerca a mi y me coge la cara con las manos.
– Por favor, no te vayas a ir con nadie nunca más, no podemos siquiera pensar en volver a perderte.
Se me salen algunas lágrimas y luego de unos minutos Cayden vuelve a entrar.
– Vosotros dos largaos ya.
– Ella no es tuya, ella también tiene derecho a decidir si quiere que nos quedemos.
Los tres me miran y yo me siento un poco presionada.
– Si podéis quedaros, claro.
Cayden pone los ojos en blanco y se tumba detrás de mí mientras me coje de la cintura. Y unos minunos después siento como se queda dormido.
– ¿El ha estado durmiendo bien?
– Que nosotros sepamos si, cada vez que uno de nosotros entraba a la habitación veía a Cayden dormido profundamente sobre ti.
Se me estruja el corazón al imaginar todos y cada uno de los días en los que he estado ingresada con Cayden durmiendo sobre mi.
– ¿Puedo preguntar si ha salido alguna vez de aquí?
– Claro, nosotros cada día lo obligamos a salir, mínimo una hora al día, siempre que salía lo veíamos llorando o con la mirada perdida, él no ha estado bien.
– ¿No ha ido a la universidad?
– No, todos nosotros ibamos menos Cayden, decía que no se sentía listo para ir sin ti.
– Se que va a sonar raro ¿pero qué pasa si yo nunca hubiera despertado?
– Nos dijo que si pasaban tres meses y seguías sin despertar que se – No puede ni continuar la frase, se le llenan los ojos de lágrimas y Carden lo abraza con fuerza.
ESTÁS LEYENDO
Rezando en el infierno
Любовные романыUna chica. Cinco chicos. Kiara fue admitida en la universidad de Nueva York, tras la dejada de su exnovio, Rider, se dispone a no salir con nadie. Teme a que le hagan lo mismo. Hasta que conoce a cinco chicos en un club. Se pasó semanas creyendo que...