1. Recién llegadas

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-Ay... ¡es que no quiero salir!.

-¡Sal de esa cama Carol! No vinimos desde tan lejos para que te quedes acostada todo el día.

Llámenme amargada si quieren, pero la cama de este hotel es de primera y afuera hace un calor insoportable.

-El parque acuático nos llama a gritos chica, ¡se supone que estas son las vacaciones que planeamos por meses! 

Las dos insistieron, tenían razón. Pero apenas habíamos llegado y me sentía demasiado cansada por el viaje.

Además, me pase casi todo el camino comiendo y cuando me pusiera ese traje de baño todos se darán cuenta de mi enorme panza.

Eso es demasiado humillante para mi, pero me lo merezco por tragona.

-Vamos Bi- hablo Alice.

Trate de moverme sobre el colchón y extendí mi brazo tratando de alcanzarlas.

-¡No me dejen sola!- implore.

-¿Vendrás con nosotras? ¿o nos vemos en la cena?

Refunfuñando me baje, acomodé algunas cosas de mi maleta y cuando saqué mi traje de baño, no pude evitar poner mala cara ante las risitas de mis amigas.

-¿Que tiene? 

-¿Es el traje de baño que usabas en la secundaria verdad?- me preguntó Bianca.

-¡C-claro que no!- respondí.

El mes pasado me había comprado esta malla estampada en hojas tropicales, no quería usar algo que me dejara tan al descubierto.

-¡Es un modelo completamente adulto!- dije ofendida, yo no me visto como una niña. 

Fui al baño a cambiarme, tenía esperanzas de que la tela ajustada conteniera un poco de la grasa que ya había acumulado este verano.

Me la puse, pero cuando me mire al espejo me di cuenta de que me quedaba casi pequeña.

Los tirantes se sentían ajustados y supe que si lo usaba iba a terminar con marcas rojas en los hombros y la grasa de mis brazos sobresalía un poco más de lo que debería.

Mi pecho trataba desesperadamente de safarse por mi escote y frote mi barriga, el montículo de grasa que había estado criando me hizo parecer que, tal vez, muchos me confundan con una embarazada de cuatro meses o más y el estampado no ayuda a disimular mucho que digamos.

Salí del baño sintiéndome fatal.

-No puedes salir con eso- Bi cruzo los brazos y yo asentí cabizbaja.

Entiendo que solo quieren ayudarme pero no soy lo suficiente segura como ellas que todo lo que se ponen se les ve bien.

Bianca es alta de figura esbelta, su cabello castaño claro y sus ojos verdes la hacen resaltar sobre cualquiera. Alice es pelirroja natural y eso ya dice mucho.

Yo no tengo ningún atributo muy resaltante, mi figura de pera está cubierta por una capa de grasa de, a pesar de que me gusta, creo que es necesario hacer desaparecer o nadie se fijará en mi.

Sentí mis ojos aguados, y cuando lo notaron ambas me abrazaron.

-Pero si solo lo compre hace un mes...- hable en voz baja.

-Esta bien, te conseguiremos uno nuevo.

-¡Si! Acá también tienen tiendas.

Trague mi llanto y asentí, tal vez todavía tenía la oportunidad de mejorar mis vacaciones.

Vacaciones de engorde - FeederismDonde viven las historias. Descúbrelo ahora