11. Despedida

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Me fue costoso levantarme de la silla, habíamos quedado casi una hora a más después de que deje de comer porque sinceramente no me podía ni levantarme de lo pesada que estaba mi barriga, sentía que iba a reventar.

Así que cuando pude volví a las habitaciones, ahí ya me esperaban las chicas para arreglarnos para nuestra ultima noche aquí.

-Me siento llenísima- lloriquee.

-Pues se nota, si no te molesta. Parece que llevas a un bebé de nueve meses ahí adentro.

-No pensé que el cuerpo humano soportara tanto- habló un poco asustada Bianca.

Me queje el camino entero de vuelta al cuarto del hotel, no podía caminar lo suficiente recta y mucha gente me miraba raro durante el camino.

Cuando llegamos empecé a asearme, seque mi cabello y me apliqué un poco de maquillaje pero a la hora de vestirme fue cuando tuve problemas.

El vestido que había apartado para hoy era sin duda demasiado pequeño para mi voluptuosa barriga.

Intenté ponérmelo, necesite ayuda de mis amigas y cuando lo vestí este simplemente no cerraba.

-Mete un poco la barriga Carol.

-¡Eso intento!

-¡Pues inténtalo mejor!- me grito Alice.

Suspiré, me seguía viendo enorme pero no quería quedarme sola en la habitación mientras ellas se divertían.

Después de insistir un momento más se pudo cerrar, solo que tuve que acostarme en la cama y meter mi barriga por más que fuera doloroso.

-¡Ya estás! 

-Solo... solo toma un poco de cuidado al sentarte ¿okey? 

Sabía a qué se refería así que solamente asentí, como media hora después bajamos hacia la zona que habíamos reservado.

Mientras bajaba las escaleras sentí que habíamos elegido muy bien el lugar, la terraza nos daba una vista increíble del paisaje nocturno, podíamos ver el parque y más a lo lejos las luces de la ciudad.

Me quede parada varios minutos, tenia un poco de miedo de que las costuras no soportaran y comi literal un bocadillo toda la noche, estaba llenísima pero no me lo resistí.

Estuvimos solas las tres hasta casi las diez de la noche ya que después Dylan apareció.

-¿Como estas? 

Cuando mis amigas se movieron a la otra punta de la terraza para hacer algunas selfies nos sentamos, lo hice con mucho cuidado y solté un pequeño gemido al sentir mi estómago más apretado.

-Te ves preciosa en este vestido.

Me sonroje ante el cumplido.

-Su único problema es que... pues, me queda demasiado ajustado- solté una risita nerviosa.

-Luce muy bien tus curvas- me dijo mientras se aproximaba más para besarme.

Estuvimos así por un largo rato, después de todo era la última noche aquí.

Así que fue poco antes de media noche cuando decidimos volver a las habitaciones, Dylan dijo que me acompañaría pero antes de que siguiera me detuvo.

-Creo que... te hice engordar bastante durante estos días.

Yo me reí. -Se nota, pero sinceramente quisiera quedarme más tiempo.

-Si puedes vuelve el siguiente año.

Sonó algo tímido y eso hizo que me pareciera tierno.

-Vendré, haré lo posible.- el sonrío entusiasmado.

-Ven, te prepararé una habitación de lujo y ten por seguro que comida no te va a faltar.

-Parece que soy tu gordita favorita.

-La única, quería invitarte un postre pero parece que estás bastante llena todavía.

-¿Postre?

Creo que soné demasiado alegre, porque Dylan me cogió de la mano y me llevo a un lugar que no me esperaba para nada, la cocina privada del restaurante.

-¿No nos vamos a meter en problemas por venir aquí?- pregunte temerosa de alguna sanción o algún otro problema.

-Tranquila, trabajo aquí. Así que digamos que estoy haciendo hora extra para una huésped muy especial.

Confié en él, así que empezó a abrir congeladores hasta encontrar los postres que supongo que se servirían mañana.

-¿Y que me darás?- le pregunté para seguidamente mover mi cabello y sonreírle coquetamente.

-Dime, ¿cabe aquí más tres rebanadas de pastel?

Asentí así que Dylan me dijo que me sentara en la mesa, me costó porque me sentía todavía bastante llena pero ya no tanto como por la tarde.

-Bien, osita. Prepárate.

Media rebanada ya debía ser suficiente para volverme a sentir llena, pero no quise decepcionarlo, así que cuando la primera pieza de pastel desapareció sentí mi barriga demasiado apretada en el vestido.

-Estás tan jodidamente llena Carolina.

Dijo para seguidamente acariciar los costados de mi barriga, frote mi estómago sintiendo que empezaba a quemarme por estar metiéndole más y más comida.

-Quiero más- pedí.

-¿Segura?- una sonrisa adornó su bello rostro cuando asentí -no sabes lo cuanto me gustas tu y ese gran apetito que tienes.

La segunda rebanada parecía haberse atascado en mi garganta y necesité unos tragos de agua, Dylan acaricio mi estómago y se dio cuenta de un detalle que hasta el momento se me había pasado desapercibido.

-O no...

-¿Que pasa?- le pregunte, por un momento teniendo que iba a explotar.

-Tu vestido, las costuras... están cediendo.

-¿Como?

Comerme la última rebanada fue una torturosa labor, quien me viera diría que estaba embarazada, me sentía tan llena como nunca en esta vida después de atiborrarme días seguidos que me costaba respirar.

-Estás preciosa- me dijo mientras hacía un esfuerzo para no aplastar mi barriguita al besarnos.

Para el día siguiente me seguía viendo redonda después de mi ultimo encuentro con Dylan, mis amigas me habían regañando ya que aparecí casi las dos de la mañana, me había ido sin decirles nada.

-Carol ¡tu vestido! 

-Fue el mejor pastel que comí en mi vida, no me arrepiento de nada.

Dije, pero ahora me sentía algo arrepentida. Tenía un largo viaje de auto y tenía miedo de que me entrara náuseas.

-Supongo que decidiremos la fecha por mensaje- dije haciendo referencia a la próxima vez que nos veamos.

Ya me encontraba sentada en el banco trasero junto con un montón de maletas, Dylan estaba fuera del auto y la puerta del mismo abierta.

-No te preocupes que estoy aquí en año entero- su respuesta me hizo reír, ya sabía que trabajaba aquí.

-¿El año entero? No me dijiste que tus vacaciones duraban tanto.

-No tontita- el sujeto una de mis mejillas y no pude evitar sonrojarme -Vivo aquí, mi papá es el dueño.

Nuevo cap, le sigue más un extra

Vacaciones de engorde - FeederismDonde viven las historias. Descúbrelo ahora