-Mira que atractivos son- habló Alicia sin discreción sobre dos hombres que estaban sentados no muy lejos de nosotras.
Ella se levantó, estaba lista para ser la mejor coquetera en acción.
-Espera, Ali, creo que son... pareja.
Ambos hombres dejaron ver desde nuestro ángulo que estaban tomados de la mano, y la pelirroja suspiró frustrada antes de sentarse.
-¡Por que los más guapos siempre terminan siendo gays!
Ambas nos reímos de ella, la muchacha tenía una personalidad súper coqueta por más de que no estaba atravesando su mayor suerte.
-¡Dios! ¡Ya son las dos! Me quede de verme con Dylan.
-Creo que le pasaste tu suerte para coquetear a Carol por este verano- bromeó Bianca a lo que la pelirroja respondió con falso enojo.
-No me quejo si es solo durante el verano, ahora ve a ver a tu chico- me sonroje ante sus palabras antes de despedirme con una ademán.
Intercambiamos números y me había dicho que mejor nos viéramos cerca de la playa artificial, estuve de acuerdo y cuando llegue él ya estaba esperándome.
-¡Hola!- salude cansada después de casi correr para no llegar demasiado tarde.
-¡Hola osita!- sonreí con las mejillas rojas más por el cansancio que la vergüenza.
-¿Que te parece si probamos algunos toboganes antes?
Estuve apenas de acuerdo, pero pensé que tenía que hacer cosas de jóvenes si no quisiera que se aburriera de mi, lo que era mi mayor miedo en este momento.
Subimos un buen tramo de escaleras antes de tirarnos por una de las atracciones, encima un muchacho nos explicó que debíamos de hacer, me sujete bien a la boya en forma de anillo antes de tirarme.
Sentí como al siguiente segundo ya había caído en la piscina. Fue emocionante.
-Que calor que hace...- me queje cuando decidimos salir del agua, debía de ser las cuatro de la tarde pero el sol seguía en medio del cielo.
-Si... oye, ¿y si vamos a mi habitación? Traje mi play station y quisiera mostrarte unos juegos.
-Okey, pero quiero que sepas que soy una pésima jugadora.
-También te daré el pastel que tenemos pendiente.
Sonreí como boba cuando el mencionó comida, otra vez, así que le dije que me daría un baño y que me diera el número de su habitación.
Media hora después estaba frente a su puerta y Dylan me invitó a pasar, su cuarto estaba muy bien organizado y me dijo que lo esperara en la pequeña sala donde tenía el juego.
-Elige el que más te guste.
Me dijo y él se dirigió a la pequeña heladera, no entiendo mucho de juegos así que elegí uno que se me hizo familiar.
-¿Te gusta LEGO o MARVEL?- preguntó cuando le señale al juego que había elegido.
-Ví algunas películas de MARVEL pero nada más- respondí tranquila.
Él se sentó a mi lado mientras me mostró el postre y mis ojos brillaron.
Tres grandes rebanadas del pastel de chocolate con fresas y crema blanca, inmediatamente se me hizo agua la boca.
-Este kilo de torta es todo para ti- me dijo.
-¿Todo para esta tarde?- pregunte dudosa.
-No te obligaré sin un buen motivo.
Me ofreció jugar y yo le dije que estaría más cómoda mirándolo, dudo un poco en aceptar pero termino haciéndolo.
-Bueno, yo juego y tu comes.
-Para mi esta perfecto.
-Realmente eres una osita bastante glotona ¿sabes?
-Supongo que si - bromee.
Empecé a comer cuando el juego estaba en la pantalla de carga, mientras el tedioso proceso pasaba Dylan de dedicó a observarme mientras tragaba.
No fue ni un poco discreto, pero no tuve problemas con su comportamiento. Le gustaba verme comer y a mi tragar, creo que es lo mejor que hay en esta pequeña amistad.
-¡Ja! Perdiste de nuevo. - le rete, se la pasaba muy distraído en vez de concentrarse en su juego.
-Es que no puedo concentrarme si tengo a una chica tan linda conmigo- me sonroje mientras comía.
-¿Te gusta verme comer?
Le pregunte y vi como sus orejas se enrojecieron. Es demasiado tierno a veces.
-Si- respondió sin voltear a verme y perdió contra el jefe nuevamente.
-Enséñame a jugar- le pedí después de un tiempo.
Eso hizo que la tensión que se estaba formando entre ambos disminuyera considerable, empezó a enseñarme sobre el mando y que acción causaba cada botón.
Cuando me di cuenta estaba sobre sus piernas mientras él sostenía mis manitas para guiarme.
-Vás bien- supongo que quiso animarme, porque el juego se veía demasiado fácil.
-Esto es divertido- dije mientras reía.
Creo que debimos de haber jugado por una hora más, me levante de sus piernas para alcanzar una lata de refresco. Y a partir de ahí el rumbo de mi tarde cambio completamente.
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Vacaciones de engorde - Feederism
Hayran KurguCarol, Bianca y Alice son tres amigas que por meses planearon las vacaciones de sus sueños. Pero Carol termina por llevarse de recuerdito unos kilos de más gracias a un sujeto desconocido que se presenta como D. -Historía con Stuffing y algo de aum...