10. Come hasta el último bocado

794 13 1
                                    

Me emocione cuando el primer platillo llego, una rebanada de tarta de chocolate y crema.

-Quiero que pruebes algo de cada postre que sirven aquí- me dijo.

-Si algún día pudiera comer todo lo que hay en el menú...

-Quien sabe próximo año puedas hacerlo.

Me sonrió, explotaría si intentara comer los salados también.

Así que empecé con mi rebanada, noté que lentamente Dylan se levantó para acomodar su silla bien a mi lado pero seguí comiendo hasta que sentí como su mano frotaba mi barriga.

-Que bien que tienes hambre.

-Por tu culpa últimamente la tengo todo el tiempo- deje de comer un momento para mirarlo, fue entonces cuando mis tripas rugieron.

-Que más dá, ahora tengo que darle comida para calmar tu barrigota.

Recogió el tenedor de la mesa para empezar a alimentarme, no me queje en ningún momento y cuando esté se termino él mismo se levanto a escoger mi siguiente comida.

-Mini cheesecake con frutos del bosque y quenelle de frambuesa.

-Que nombre tan largo- me reí.

-Pero con esto solo empiezas gorda- me dijo mientras dejaba el postre en la mesa -te traeré tres tipos de mousse, galletas y más chocolate.

-También quiero helado, por favor.

Empecé sacándole las frutas decorativas y comiéndolas, cuando había comido las primeras cucharadas de la tarta de queso fue cuando volvió Dylan junto al mozo, ambos traían bandejas llenas de comida.

Cuando la comida estuvo sobre la mesa circular mi acompañante agradeció al mozo y este se retiró, me di cuenta de que efectivamente había traído todo lo que me había dicho junto a una especie de batido.

-Come más que todo esto te espera- me dijo sonriendo.

Me dejo que terminara sola mi tarta y después me ofreció un poco de la bebida.

Era expensa y tenía un sabor a vainilla, me costó un poco beber ya que no había probado algo así. Solo necesite unos tragos para sentir mi estómago pesado.

Seguí comiendo galletas y tres tazas de mousse, ya me sentía bastante llena pero todavía no podía detenerme, lo dulce realmente me encanta.

-Tendré diabetes antes de los treinta si sigo así- dije poco antes de que Dylan metiera un panecillo a mi boca.

-No creo que eso pase, dejare de sobrealimentarte cuando puedas mantener esta barriga redonda sin atiborrarte- él dio una palmada a mi barriga y yo solté un pequeño gemido -o si no, cambiemos al team salado.

-N-nunca... el dulce es mejor.

Conforme el tiempo pasaba más se esvaciaba el comedor, creo que llego un momento donde solo estábamos los dos ya que todavía no se serviría la cena.

Panecillo tras panecillo, chocolate y flan, sentía que ya no cabía más.

-Estoy llena...

-¿No quieres terminar con el helado? Vamos, no es tanto para alguien que no ha dejado de comer por más de una hora.

-No es mucho si no estoy al borde de explotar, me veo como embarazada.

Frote mi barriga por un momento antes de terminar con los últimos tragos de mi bebida, solté un eructo y fue poco después cuando sentí la respiración de Dylan cerca de mi.

-¿Que pasa?- pregunte.

-Nada, solo que me gusta ver el esfuerzo que haces para seguir comiendo- él sonrió.

Sentí mi cara caliente y para disimular empecé a comer el helado, me sentía demasiado llena pero todavía podían caber unas cucharadas más ¿verdad?

Seguí comiendo a pesar de que me costaba, mi barriga estaba redonda y mi traje de baño era visiblemente pequeño, me acomodé sobre la silla y seguí con mi labor.

-¿Te ayudo?- me pregunto cuando deje de comer.

Me sentía un poco dudosa, pero terminé cediendo.

Empezó a alimentarme y no pude evitar frotar mi estómago, estaba duro y lleno pero seguí hasta sentir que no cabía más nada.

-Ya...

-¿Ya estás llena?

-Me siento más que llena...

Mi barriga se había vuelto tan grande y redonda que ya tocaba la mesa.

Vacaciones de engorde - FeederismDonde viven las historias. Descúbrelo ahora