Vacaciones de engorde - Feederism

8. Atracón

Juro que no podía dormirme.

Había estado horas dando vueltas en la cama que estaba compartiendo con Bianca, esa chica tiene un sueño realmente pesado así que no se despertó en ningún momento. Era raro, simplemente no tenía sueño y ya era casi las una de la mañana.

Así que me levante, en el pequeño cuarto había dos camas, siendo una mayor donde cabían dos personas y cuidadosamente me levante tratando de no despertar a Alicia pero esa chica estaba babeando de tan ebria que terminó.

Cuando salí fue que me acorde de una mochila extra que había traído, estaba repleta de comida que había traído para el viaje consciente de que aquí todo me saldría más caro, pero la había olvidado ya que el propio Dylan se había encargado de conseguirme comida por estos días.

Así que volvi en la puntilla de los pies y la lleve conmigo hacia la pequeña mesa que estaba cerca de una mini heladera, el apartamento era pequeño, con una habitación, baño y un área para lavar nuestra ropa. Solo había una pequeña área en conjunto que unificaba todas estas áreas y fue ahí donde me acomodé.

Sabia que las chicas no estarían de pie hasta las ocho de la mañana y aprendí que era efectivamente la única con un sueño relativamente leve, a esas dos no las vería despiertas hasta por la mañana.

Así que cuidadosamente abrí el refri y saqué una lata de refresco, no se si estaba todavía un poco ebria pero abrí la lata para empezar a beber.

Debí de haber bebido la mitad y me detuve para eructar el gas que se formaba dentro de mi, entonces empecé a abrir mi mochila y a sacar algo para comer.

Creo que es un poco obvio que me encanta el dulce, así que saque un paquete de galletas y donas cubiertas de chocolate.

Empecé por ellas galletas, las metía una por una dentro de mi boca para tragármelas, no se desde cuando había empezado a sentir hambre.

Termine mis galletas junto al restante del contenido de la lata y frote mi vientre, supongo que todavía puedo comer algo más.

Saque una botella de cerveza y empecé a tomarla mientras la acompañaba con las donas, cuando comí dos empecé a sentirme llena así que trate de ser un poco más insistente.

Cuando estaba con Dylan comía montones, ¿porque cuando estoy sola no puedo hacer lo mismo? Ya comía montones antes de conocerlo y tener alguien que me ayudara en eso era emocionante.

Solté un pequeño eructo y seguí, cuando comí las otras dos donas del paquete paso algo que me sorprendió un poco.

Mi estómago gruño como si estuviera vacío, ¿será que no estaba procesando que hace poco casi me atraganté tratando de comer más de lo que debería? ¿O tal vez era mi cabeza?

-Dylan tiene razón, voy a engordar un montón. Me pondré como una pelota de grasa y eso más que asustarme me gusta.

Bebí un largo trago de mi cerveza mientras frotaba mi estómago.

-Mierda- maldecí después de eructar varias veces -necesito más.

Me falto el aire cuando termine con mi cerveza, estaba hinchada y algo dolorida pero torpemente volví a abrir mi mochila.

La sacudí boca abajo para sacar todo lo que tenía adentro, más galletas, gomitas, también tenía algunos plátanos casi que demasiado maduros.

Creo que pase más de media hora abriendo empaques y comiendo sin parar, abrí otras dos latas de refresco para empujar toda la comida dentro de mi.

Solté el empaque de la última galleta sin mucha delicadeza, me sentía a punto de explotar, frote mi vientre demasiado hinchado, mi vestido se había acortado bastante por el volumen extra y estaba estirado en mi sección media.

Pase mis dedos delicadamente por las costuras estiradas, poco me importaba si se rompían, en serio, si pudiera comer algo más y que terminaran por abrirse sería fabuloso.

Entonces me acordé que todavía me sobraba algo que podía tragar, tenía cuatro plátanos que por más que ya no estaban en su mejor estado me iban a servir.

Le saque la cáscara a uno y entonces lo metí a mi boca, empecé a masticar y a tragar con dificultad.

Cuando comí el primero sentí que ya no podía más respirar, bebí un poco más y entonces empecé con el segundo.

Frote mi barriga mientras comía, cuando lo termine fui a por el tercero y finalmente el cuarto.

No podía más levantarme cuando termine de comer, estaba rodeada de latas y envoltorios, parte de mi rostro y manos están sucios de comida y sin querer manche un poco mi pijama.

Me veía enorme, trate de levantarme pero cuando me moví las costuras laterales de mi ropa empezaron a abrirse.

Me recosté sobre la mesa donde me quede completamente dormida, al día siguiente, a las cinco de la mañana fue cuando me desperté, así que trate de esconder todos los envoltorios y me di un baño antes de volver a dormir.