Supongo que se desilusionó un poco cuando las tres nos acercamos a su mesa en el restaurante, pero las dos chicas me habían insistido en conocerlo que no me iban a dejar en paz hasta conseguirlo.
-¡Hola!
Saludo y entonces hice las debidas presentaciones.
Nos sentamos las tres junto a él y rápidamente empezó una charla entre los cuatro.
-Es guapo, pena que rarito- hablo bajo Alice.
-¿Como dices?- preguntó Dylan.
-N-no n-nada- yo me reí y eso atrajo la atención de él hacia mi.
Mi desayuno consistió en dos panqueques grandes, dos vasos de jugo, y varias frutas picadas. Sentí la mirada de Dylan sobre mi la mayor parte del tiempo y mis dos amigas miraban algo extrañadas.
-¿Todavía vas a comer eso?- preguntó Ali cuando me vio servirme una rebanada de pastel.
-Te pondrás demasiado gorda si sigues comiendo así- me hablo el muchacho para seguidamente frotar mi estómago sin la menor discreción, me puse roja.
-Solo será durante las vacaciones, después prometo que volveré a comer normal.
Dije, no sabia si sería capaz de cumplirlo pero iba a intentarlo.
-Oye, ¿y si te nos unes mañana para cenar?- hablo Alicia -como despedida.
Escuchar eso hizo que mis ánimos bajaran, tenía razón, mañana sería mi ultimo día aquí para después salir el sábado y la siguiente semana volver a mi antigua rutina.
La conversación siguió normalmente después de aquello, obviamente él aceptó.
No fue mucho tiempo después que nos dejaron a solas.
-¿Y si almorzamos juntos? Sin tus amigas, si se puede.
-¿Te parecen molestas?
-No, pero quiero pasar tiempo a solas contigo.
Me sonroje, pero al mismo tiempo me sentí algo dudosa.
-Creo que... estoy dejando a mis amigas de lado, este fue el viaje que planeamos a meses y no quiero arruinarlo.
-¿Crees que está mal que pasemos tanto tiempo juntos?
-¡No! Solo... que... almorzaré contigo. Pero también quiero pasar tiempo con las chicas.
-Entonces, almorcemos juntos. Pasas la tarde y noche con ellas y nos vemos un poco a la tarde mañana. Carolina, quiero aprovechar todo el tiempo juntos que nos queda.
Él tenía razón, y sus amigas no se habían quejado.
-Está bien. - termino por aceptar.
(...)
Solo pocas horas después volvieron a encontrarse, Dylan la había llevado a una zona algo más retirada del movimiento para su almuerzo.
Estaba muy ansioso por verla, no sabia si a la chica le iba a gustar el sushi que pidió especialmente para ella pero estaba confiante de que tenía la suerte a su favor para triunfar en su cita.
-Wou, que hermosa te ves- le dijo cuando la muchacha apareció.
Había dejado en claro que a ella le gustaba la ropa estampada, y su vestido ajustado dejaba notar muy bien su cuerpo.
-Siéntate- le dijo e hizo un espacio -esperó que te guste el sushi.
-Si supieras que prácticamente como cualquier cosa... menos aguacate- ella rio.
-¿Por que no?
-Parece que estoy comiendo un montón de manteca, me da nauseas.
Empezamos a hablar como siempre, así que Dylan entró en acción.
-Abre la boca- me dijo de repente, con dos palillos sostenía hábilmente un sushi que había remojado en alguna salsa.
Yo acepté, este chico sabe cómo agradarme respecto a la comida.
Creo que debí de comer todos los seis que había en la bandeja ya que después me ofreció otra cosa.
-¿Pollo frito? Es agridulce, seguro que te encanta.
-Si sigues así no voy a dejar de comer en tooodo el día.
-Imagínate si nos viéramos siempre.
Eso me hizo tener un mini paro cardíaco, ¿como sería vivir cerca de este chico.?
-Seria increíble, por más que creo que ni podría caminar bien de lo gorda que me dejarías.
-No quiero eso, así que ponte a dieta y vuelve el siguiente año. Te haré recuperar todos los kilos.
Yo me reí, volverme gorda fue algo que empezó como un miedo y ahora que es una realidad lo disfruto.
Con razón nunca más volví a recuperar mi figura de estudiante, si dejo de comer un panecillo más tarde vuelvo y como cuatro.
Creo que si esta Dylan pueden ser ocho, o diez, o que termine con los panecillos, pastel y algo de helado hasta que no pueda parar de eructar.
-Así que aprovecha osita, que te haré comer mucho como despedida.
-Puedes hacerme comer mucho hoy y mañana.
-Me encanta tu entusiasmo.
-Siempre dispuesta.
Sonreí antes de empezar a comer el pollo, cuando lo termine empecé a sentirme un poco llena.
Me dice que elija algo más antes del postre y la tarta de carne me empieza a llamar demasiado la atención.
-¿No querrás que la coma entera verdad?- le preguntó un poco dudosa mientras él pone una porción en mi plato.
-Solo lo que puedas, porque no te dejare irte sin antes de que comas algo de postre.
Deshice el nudo de la cinta de mi vestido, me apretaba así que la volví a atar bajo la altura de mis pechos, ahora parecía una embarazada.
-Los vestidos ajustados te quedan bien- me dijo mientras frotaba mi barriga en círculos y yo seguía comiendo -la ropa ajustada se te ve de maravilla.
Termine dos porciones de la tarta, descance un poco ya que tenía muchas ganas de eructar por lo llena y tan solo media hora después Dylan vino cerca de mí con más comida.
-Quieres hacerme explotar.
-Necesitas esto.
Abrí la boca para comer un poco del helado, me encanta el chocolate.
-Te amo a ti y a tu gran apetito, chica... ¿quieres seguir comiendo a pesar de lo llena que ya estás?
Me sonroje.
Seguimos así por unos minutos hasta que ya no pude más tragar.
-Un último- volvió a meter una cucharada de helado en mi boca y yo gemí tratando de protestar.
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Vacaciones de engorde - Feederism
Fiksi PenggemarCarol, Bianca y Alice son tres amigas que por meses planearon las vacaciones de sus sueños. Pero Carol termina por llevarse de recuerdito unos kilos de más gracias a un sujeto desconocido que se presenta como D. -Historía con Stuffing y algo de aum...