Cap 8

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Una semana después, Bill estaba raro conmigo, me evitaba y hacía lo posible para que nuestras miradas no se chocaran, también me ha estado evitando, eso me preocupaba.

Un dia me canse y fui a buscarlo a su casa, su madre me abrió la puerta, no me preguntó nada y solo me dejo pasar, ya sabía a lo que iba, lo note al ver como me miraba y el que no me saludara como lo hacía siempre. Subí rápidamente las escaleras, su habitación estaba al final del pasillo.

- Bill, podrías parar de evitarme. - él no me respondió, simplemente seguía ahí con una libreta la cual se me hacía conocida pero no dije nada. Decidí sentarme en su cama y poniendo un poco de la música que a él le gustaba.

- Tom, ¿Puedes irte? - Lo escuche y se sintió como si le costara hablar conmigo.

- Noup - Me recoste en su cama esperando a que hablase más, pero no paso, simplemente se quedó ahí en su escritorio esperando a que me fuera o incluso peor, esperando a que me hartara de su silencio, habían preguntas que pasaban por mi mente, como: “¿Por qué le había dicho esas cosas a Miki? ¿Por qué ahora se comportaba así conmigo?” y cosas parecidas, desde mi perspectiva todo se estaba yendo a la mierda.

Pasaron varios minutos, seguía pensando en lo mismo, y en donde había visto esa libreta que se me hacia tan conocida, simplemente no podía sacarla de mi cabeza, aparte de eso estaba cansado y apunto de dormirme pero quería seguir molestando a Bill, me causaba algo de risa interna ver cómo a veces se volteaba para verme.

Pasaron otros cuantos minutos, ya me estaba hartando del silencio, hasta que me di cuenta que Bill se estaba quedando dormido en el escritorio, y más porque él no era disimulado. Me di cuenta por lo que le di unos toques a su cama para que se acostara a mi lado. El solo asintió y se acostó a mi lado dándome la espalda, ¿Por qué siempre tenía que ser tan terco? Eso era algo que me molestaba de él, pero nunca se lo había dicho.

Ahí fue cuando me acorde de donde había visto esa libreta, ahí estaba él a mi lado con la libreta que había escondido hace años atrás con cartas que nunca le había podido entregar, simplemente porque me mataban, o bueno me mataba saber el qué haría con ellas, pues en ellas demostraba todo lo que sentía desde hace 3 meses, cada dia le hacia una diferente hasta que se me olvidaron y Georg las había encontrado en mi armario.

Me acuerdo de las miradas que me lanzaba cuando se enteró de estas, yo en ese momento me había quedado estático y solo le dije “Ey, son para un broma” el me miro raro pero me creyo despues de que su cabeza cargará, y luego me apoyó, el claramente no quería a Bill por su baja popularidad pero eso no le quitaba que fuéramos buenos amigos incluso si el resto no lo sabía y no lo podían saber.

- Muevete - de repente escuche a Bill casi empujándome para un lado.

Me corrí un poco, pero siguiendo a su lado, no me iba a vencer por no hablarme, quería saber que le estaba pasando y que estaba en su mente en el momento en que me veía. Aunque estaba claro que pensaba, había leído las cartas, no podía hacer nada, ni siquiera de la vista gorda.

Habia una, una de ellas que se me habia quedado gradado un parrafo, el puto parrafo que ra posible que Bill lo haya leido, era algo como:

“Aunque no te lo diga, aunque no quiera aceptarlo, tengo que decir que eres la persona más importante para mi, y asi como lo eres no voy a tirar nuestra amistad por el caño solo por un capricho, él cuál eres tú, no se como me paso esto pero no lo voy a aceptar hasta que me des una señal.”

Mierda, eso, eso ando valiendo en este momento.

Infected ; Toll (TWC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora