— ¡¿Pero why, umma?! ¡Yo quiero leche! — reclamo el niño, brincando sobre si mismo en su silla.— Lo sé, bebé — repitió Yunho — Por eso te estoy dando tu bibi — le dijo, volviendo a extender el biberón a su hijo — Acá puedes tomar tu leche, amor.
— ¡Así no quiero! ¡I wan' mommy! — respondió el infante, claramente refiriéndose a que quería pecho — ¡ I wan' mommy! ¡I wan' mommy! ¡¿Umma no wan Dongjunnie?! ¡I wan' umma!
— Oh no, bebé, claro que umma ama a Dongjunnie — consoló a su hijo — ¿Pero recuerdas que dijimos que ahora solo sería a la hora de dormir? Y en la tarde tomarías de tu bibi como un niño grande — le dijo, tratando de calmarlo, limpiando su carita y arreglando su cabello.
— ¡No, umma! ¡Umma no love Dongjunnie! ¡Umma mean! — gritó de regreso, llorando aún más fuerte y apartando la mano de su papá.
— ¡Dongjunnie! — jadeó sorprendido, su hijo nunca se portaba así, por más molesto o fastidiado que estuviera.
— ¡Umma mean! ¡Umma mean! — repetía una y otra vez, evitando a toda costa el toque del mayor.
De pronto la puerta principal se abrió y Mingi estaba ingresando al departamento junto con algunas compras.
— ¡Appa! — el infante corrió para aferrarse de las piernas de su otro progenitor — ¡Appa! — lloró más, extendiendo sus brazos a la espera de ser recogido.
Y Mingi estaba confundido pero fue rápido para dejar las cosas que traía en el piso y tomar en brazos al menor de sus hijos, quien se aferro rápidamente a su pecho.
— ¿Qué pasa, Dong? ¿Te duele algo? ¿Te sientes mal? — preguntó, pasando sus manos por el pequeño cuerpo, buscando algo fuera de lugar y con la mirada veía a su alrededor esperando encontrar respuestas en el ambiente y ahí fue que conecto miradas con su prometido.
— ¡Umma mean, appa! ¡So mean! — gritó en medio de llantos, buscando esconderse en el amplio pecho de su papá — No bibi no bibi no wan' bibi — lloraba lo que parecía ser un mantra, sus pequeñas manitas se formaron en puñitos agarrándose de la camisa de Mingi.
Ambos jóvenes solo se veían sin saber que hacer, el menor trataba de calmar a su hijo dando pequeñas palmaditas en su espalda y, quizás fue por instinto, empezó a dar ligeros botes en su lugar, tal como hizo alguna vez para poner a dormir a su bebé recién nacido.
En la sala del apartamento solo se escuchaban los hipidos de Dongju y los repetidos "shh shh" que Mingi soltaba.
Yunho solo podía verlos con un sentimiento de abatimiento sobre él y tal vez era la frustración, el estrés de sus exámenes finales, las 4 horas de sueño seguido que había conseguido anoche o todo junto siendo demasiado pero había empezado a soltar lagrimas sin darse cuenta y sin poder detenerse tampoco.
Su prometido ya estaba en la misión de ir a recostar a su hijo cuando lo vio, frunciendo el ceño le señaló que lo esperara, caminando rápidamente desapareció por el pasillo y tras unos momentos regresó con los brazos abiertos.
Yunho no tardo en perderse en el abrazo ofrecido, sintiendo como un peso se liberaba de sus hombros como solo Mingi podía lograr.
— ¿Quieres hablar de eso? — pregunto bajo, acariciando desde su cabeza hasta la espalda, buscando consolarlo aún mas.
Tomo un par de respiraciones para que pudiera responder asintiendo, dejándose llevar cuando Mingi los dirigió al sofá.
— Estuve leyendo sobre como quitarle el pecho a Dongju — suspiro, limpiándose el rostro de los rastros de lagrimas — Se supone que debía hacerlo gradualmente pero estoy en la primera etapa y ya tuvo el meltdown mas grande y yo estoy tan cansado y quiero dormir y odio escucharlo llorar y ya no sé hacer — logró decir aplastadamente antes de volver a soltarse a llorar en el pecho de su novio.
— Oh Yunnie — lo acepto de regreso a su agarre — Dongju solo está reaccionando a un cambio que siente como brusco, es normal.
— E-el dijo que yo era malo, Min — se separo para poder verlo a los ojos — Dijo que yo no lo quería — su voz se quebró un poco mas — Mi bebé dijo que yo no lo quería.
— Eso no es verdad, cariño, es un niño pequeño y no entiende nuestras razones de adultos ni de papás — esta vez fue Mingi quien limpio mas lagrimas de Yunho — Le va a costar pero aprenderá a adaptarse, es un proceso — le sonrió reconfortante — Pero es un proceso que llevaremos juntos, si? No tienes porque encargarte solo tu, yo puedo ser quien le de su bibi hasta que se acostumbre a el.
— Oh Mimi — se abrazo mas al cuerpo de su prometido — ¿Que sería de mi sin ti?
— Somos un equipo, Yun, recuerdas? — apretó su agarre en la cintura del mayor — Son nuestros niños.
— Te amo tanto, Song Mingi — le dijo volviendo a verlo a los ojos.
— Te amo mas, Song Yunho — respondió antes de acercarse a dejar un beso sobre el puchero que Yunho había formado — ¿Que tal si tu ordenas las compras mientras yo voy a ver a las bestias?
— ¿Y podemos ver Young Royals después? — preguntó sonriendo.
— Solo si podemos ver One Piece mañana — respondió Mingi, ojitos brillando con emoción.
— Tenemos un trato, guapo — volvió a dejar un beso rápido sobre sus labios — El que termine primero decide que cenaremos mañana — dijo rápido antes de correr a recoger las compras que habían quedado olvidadas junto a la entrada.
— ¡Yunho no se vale!
— ¡El que se pica pierde! — gritó de regreso mientras entraba a toda velocidad a la cocina.
— Hijo de-
Eso era todo lo que se escucho antes de que se levantara en dirección al cuarto de sus hijos.
La paternidad no era sencilla, habían días muy buenos, días buenos, días malos y días en los que simplemente querían hacer un hueco en la tierra y meter la cabeza en el.
Pero la recompensa siempre era las sonrisas que les regalaban su bebés, cada risa, cada besito, cada dibujo y cada gesto que los llenaban de un sentimiento que solo podían describir como el amor mas puro y verdadero del mundo.
Porque no importaba que tan cansados y drenados los dejaran, al final del día sus pequeños niños hacían que todo valiera la pena.
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Cᴬᖇᖇᵁsᴱᴸ
FanfictionLa vida de padres es en definitiva un viaje interesante. Continuación de "Rollercoaster"