Día 1. Parte 1

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Elena Gilbert, la joven hija de 17 años del gran empresario John Gilbert y su esposa Isobel, vivía el lujo que la fortuna de sus padres le proporcionaba. Podría pensarse que tenía una vida del sueño, pero ella no opinaba lo mismo. El dinero podía hacer mucho, pero nunca sería capaz de compensar ese vacío que Elena sentía en su interior. Sus padres no la comprendían, y ni hacían el intento por hacerlo. Los únicos amigos que tenía eran aquellas personas que se acercaban a ella por su dinero. Todo el mundo fingía delante de la joven, como si ella no fuese a darse cuenta...

Y, allí estaba Elena, en una fiesta rodeada de falsas sonrisas y adulaciones. Aquello la ponía enferma, pero temía quedarse sola si se enfrentaba a su situación y rompía con todo. Si no eran ellos, vendrán otros igualmente falsos y como dice el viejo refrán: "más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer".

Era muy avanzada la noche cuando la joven abandonó la fiesta. Como de costumbre, su chófer la recogió a la salida del club.

Alaric, que así era como se llamaba su chófer, conducía en silencio. Hacía un par de años que el hombre era su chófer personal y a penas habían intercambiado palabras entre ellos. Pese a ello, le parecía una persona agradable.

La chica estaba tan ensimismada en sus pensamientos que no comprendió por qué se había detenido el coche hasta que vio a un chico tirado en el suelo en medio de la carretera. No podía verle bien debido a la oscuridad de la noche, pero intuyó que estaba herido.

-Quédese aquí, señorita Gilbert -le ordenó Alaric antes de salir del coche para comprobar el estado de salud del chico.

Su chófer se acercó con cuidado al joven. Cuando se agachó para ver si estaba herido, el desconocido le dio un fuerte golpe en la cara y se levantó con energía, para nada parecía estar herido.

A Elena se le escapó un grito de terror cuando un encapuchado abrió la puerta del coche y la sacó de él a rastras. La chica pataleó y luchó con todas sus fuerzas para liberarse de su agarre, pero este no parecía inmutarse.

El otro desconocido, el que golpeó a Alaric y que estaba también encapuchado, ayudó al otro a meter a la chica en un coche que parecía ser muy antiguo. El que parecía mayor de los dos le tapó la nariz con un pañuelo que debía estar impregnado de cloroformo, porque Elena cayó en la inconsciencia al momento.

D&E

Elena se sentía entumecida y desorientada. Intentó mover los brazos, pero algo la retenía. Cuando abrió los ojos vio que se encontraba en lo que parecía ser el sótano de una vieja casa. Miró hacia sus manos para ver qué la retenía y descubrió que unas esposas metálicas la ataban al cabecero de la cama en la que estaba tumbada. Rápidamente, la chica desvió la mirada hacia el resto de su cuerpo, suspirando aliviada al comprobar que estaba totalmente vestida.

Tras asegurarse de no estar herida, Elena volvió a mirar a su alrededor. El sótano en el que se encontraba era muy amplio y estaba muy bien equipado, como si estuviese preparado para ser un refugio en caso de catástrofe natural o algo.

"Refugio no" se dijo la joven a si misma. "Esto es un zulo, preparado para retener a alguien por largo tiempo... ¿Era esto un secuestro?"

-Ya era hora de que despertaras, Bella Durmiente -se burló una voz masculina.

El rapto (Fanfic TVD - Delena)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora