Capitulo 9: En aprietos.

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Una estela roja cubrió a Jack por completo, y con rapidez se abalanzó hacia Charly, pero mi compañero no le esperó y también se lanzó con furia.

El resto de la batalla se me es imposible describirla, porque los dos eran tan rápidos que tan solo se veían cuando chocaban entre ellos, y aquello tan solo duraba por mucho medio segundo, así que al final me resigné a esperar que uno de los dos parara o algo así, pero eso no se vería pronto, y por otra parte las especie de ramas en las que aquel pelirrojo me había atrapado no me dejaban moverme mientras ese tipo se quedaba sentado en el piso de lo más tranquilo, cosa que me sorprendía, pues a pesar de que no tenía ni puta idea de quienes eran esas personas que vestían con una especie de capa larga que les llegaba hasta los talones era obvio que sus intenciones no eran las mejores.

-¿No te han hablado de nosotros?-preguntó irrumpiendo en mis pensamientos el hombre de pelo rojo, pero si quitar vista de lo que ocurría en la batalla.

-¿Qué? ¿Ustedes también leen mentes?-cuestione pensando que mí suerte no era la mejor en aquellos momentos.

El hombre soltó una risita.

-Tomare eso como un no-se levantó mirándome sin exaltarse-deberías pedirle a Marco que te contara un poco-sonrió.

-Pero ¿Cómo diablos sabes tan...

No pude terminar de preguntarle cuando de no sé qué parte una daga plateada le fue lanzada, que él con suma facilidad le esquivó, dejando aparecer la esbelta figura de Helena, vestida con el gabán negro parecido al que también traía Charly.

-Años sin verte, Reed-dijo en tono "amistoso" mi salvadora, y el pelirrojo mostró una sonrisa siguiéndole el juego.

-Igualmente, Helena-afirmó el antagonista-veo que han vuelto a sus antiguas andanzas.

-Ustedes nos han obligado...-Reed lanzó una risa.

-Lastima, son los planes del rey oscuro-la mujer hizo una mueca.

-Aún no puedo creer que un hombre tan talentoso como tú haya tomado la decisión de abandonarnos y irte con ellos-exclamó Helena con algo de nostalgia y furia combinada en su hablar, Reed negaba con la cabeza.

-Creo que deberías ir olvidando el pasado-dijo aquel hombre mientras cerraba los ojos, y una estela negra se iba apoderando de la figura de su cuerpo, Helena de inmediato retrocedió un poco, después dirigió su mirada al cielo; yo hice lo mismo.

Una gran parvada de cuervos volaba en círculo sobre las ruinas del templo de San Juan, y entre más de esas aves aparecían, la estela de Reed se hacía más grande.

Parecía que las cosas se estaban poniendo muy serias...

Demasiado...

·

Charly apenas podía contener las arremetidas mortales de Jack, pues desde que sus ojos se habían tomado aquella tonalidad roja, su ya de por sí gran velocidad, había aumentado, siendo un verdadero dolor de cabeza, sin embargo su contrincante se había despistado en un bloqueo, el cual aprovechó Charly para alcanzarle con su espada propinándole una cortada fuerte en su brazo izquierdo, haciéndole gritar.

-Bien jugado-exclamó Jack después de aquel grito y mientras trataba de recuperarse de aquella herida profunda-Aunque, parece que alguien se ha unido a la pelea-sonrió alzando su cabeza, su contrincante hizo lo mismo.

De inmediato Charly notó que estaban rodeados de cuervos; sabía bien lo que significaba, así que de inmediato localizó a Reed y a Helena -al parecer ya estaba consciente de su repentina llegada- y salió disparado hacía ellos, con la intención de parar al primero, sin embargo Jack no iba a permitir esto, así que salió disparado detrás, Helena al ver esto se lanzó a su perseguidor y con daga en mano le hizo parar su carrera, dejándole vía libre a su compañero para atacar al pelirrojo, que aún no cerraba sus ojos, pero justo cuando este iba a propinarle el puñetazo, Reed, casi por arte de magia... Desapareció, para después aparecer en el otro extremo del campo de batalla, haciendo que Charly callera junto a una pila de escombros.

-Maldito...-pensaba al levantarse del duro y agrietado suelo-no podemos ganar contra estos dos, son demasiado fuertes, en especial ese Reed...

Mientras, Jack intentaba zafarse de Helena con su espada, pero ella simplemente se alejó con cierta velocidad, dicho hombre quiso seguirle, pero su compañero lo detuvo.

-Estas herido, no gastes tanta energía-le decía el pelirrojo.

Esto dejó que Helena se colocara al lado de Charly.

-Tengo un plan ¿Recuerdas?-le señaló la chica.

-Sí, pero es muy arriesgado...

-Funcionará-le afirmó con seguridad-conozco bien a Reed, y sé bien de lo que es y de lo que no es capaz-dirigió su mirada a los dos hombres-además, creo que es la única forma de escapar de esta.

-... De acuerdo-dijo aceptando Charly.

Y dicho esto se lanzó hacía Jack con espada en mano, y éste rápidamente retrocedió alejándose de su compañero, para hacer la pelea aparte. Entretanto, Helena tomó carrera paralela a la posición de Reed, mirándolo con su daga en la mano derecha, buscando ángulo para hacer un tiro certero, pero fue detenida por el sorpresivo ataque por parte de un pequeño grupo de cuervos pertenecientes a la parvada que seguía rodeando a las alturas el campo de batalla. La mujer tuvo que retroceder por el intentar matar a aquellos animales que intentaban picarle y rasgarle con sus picos y garras, sin embargo, cada vez eran más y de a poco se vio encerrada entre aquellas aves negras, hasta que de estos animales apareció sin previo aviso Reed, que con un rifle recortado, viejo y desvencijado le propinó un disparo en su brazo izquierdo, haciendo que cayera de inmediato al suelo. Después aquel Reed desapareció, pues este no fue más que una especie de clon, hecho por el pelirrojo autentico.

-Un clon oscuro... bien jugado, Reed-pensaba Helena mientras yacía en el suelo con su brazo destrozado por aquella bala.

Reed la miraba a la lejanía, sin inmutar o decir una palabra, después dirigió sus ojos a otro punto viendo un inmóvil Simon Smith, que en todo este tiempo solo se había dedicado a ser un espectador de aquella pelea, rogando que sus extraños salvadores salieran victoriosos.

-Hay que acabar esto-dijo mientras se acercaba a aquel hombre, razón propia de aquella batalla, pero el plan de Helena había funcionado, y con el brazo que aun podía usar unió su mano con fuerza al suelo y elevando una plegaría invocó a la conocida "Mano de Dios". Literalmente varias manos salieron de la tierra, atrapando en sus palmas a Helena, Simon, Sherman y Charly, y estas poco a poco se fueron cerrado.

-¡No! ¡Malditos tramposos!-gritaba Jack mientras con su espada rasgaba lo que sería la muñeca de la mano, que tenía una elevación de 4 metros de largo, pero no le sirvió de nada, y justo cuando todas estuvieron totalmente cerradas desaparecieron junto a las personas que había dentro de ellas.

-Bien jugado, Helena, bien jugado...-ahora era el pensamiento de Reed.

·

Marco se encontraba sentado en la entrada de su vasto jardín, con una botella de agua en la mano, que necesitaba después de haber hecho una larga sección de entrenamientos, aprovechando de que después de hace varias semanas, el sol había vuelto a la ciudad, así que el clima no estaba tan frío. Y, justo cuando había enroscado de nuevo la tapa a la botella, volvió a sentir algo, pero esta vez... traía mejores noticias.

-Vaya, lo han logrado-fue su conclusión-pronto estarán acá.

Y después de esto abandonó aquello y entro de nuevo a la casa.

·

-¿Cómo es posible? ¡LOS TENIAMOS! ¡LOS TENIAMOS!-exclamaba con furia Jack pateando y golpeando todo lo poco que ahí quedaba-Estábamos tan cerca, ¿CÓMO ES POSIBLE?

Reed tan solo lo veía en silencio, esperando a que el cólera se le pasara, aunque sabía que eso estaría difícil, sin embargo el sonar de diversas sirenas les despistaron; la policía había llegado a averiguar qué estaba pasando.

-Vaya, los humanos tienen la costumbre de llegar muy tarde-señaló Reed.

-Malditos...-exclamó aún con mucha furia, después lo miró-¿Puedo encargarme de ellos?

-No dejes testigos, y que sea rápido-dijo dejándole el pelirrojo, mientras tomaba una ruta de escape que ya habían fabricado en caso de que aquello o alguna otra cosa se presentara.

-Te prometo lo primero-afirmó Jack al lanzarse ferozmente contra el escuadrón de policía metropolitana que allí se encontraba.

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