Capitulo 5.
(Este capitulo está dedicado a alguien especial…)
-Oye tonto, ¡despierta!- me dijo Liz golpeándome con sus dedos la nariz.
Yo estaba dormido sobre el brazo de la silla: muerto del cansancio, pero ella seguía.
-¿Para qué me necesitas despierto?-le pregunté ante su insistencia.
-Pues…has estado dormido casi toda la mañana-mostró una sonrisa burlona- quería saber si estabas vivo.
Solté una risita.
-Sí, si lo estoy, ahora déjame dormir ¿Si?-ella asintió pero aún así sentándose en la silla de al lado, que era la de Javier que había faltado ese día (cosa no muy rara porque a veces era demasiado vago…)
-Últimamente te noto muy cansado ¿Pasa algo?
-No, nada- le mentí negando con mi cabeza. La verdad era que todo este asunto de los “cazadores” me estaban afectando-además no ayudaba el hecho de que fuera un lunes-, por ejemplo, ayer el tren de regreso a casa se retrasó por la intensa lluvia que cayó, así que llegue muy tarde a casa, y me quedó mucho menos tiempo para dormir, además de que fui regañado por el abuelo. Pero obvio, era algo que no podía contarle a Liz, aunque para ser sincero me encantaría poder.
-Vale, vale. Entonces trata de dormir mejor, bobo- me dijo desordenando mi cabello, yo le respondí con una gentil sonrisa.
La siguiente hora pude permanecer despierto. El profesor de artística nos llevó a la sala de arte donde nos colocó de tarea dibujar en el lienzo algo libre-bueno, ya se le habían acabado todas las temáticas para el año, no había nada más que hacer-así que pude mantenerme entretenido y sobre todo con los ojos abiertos. A la hora del recreo me senté en una banquilla, donde con un refresco en mano pude finalmente relajarme, alejando todos mis pensamientos de ese mundo en el cual me estaba metiendo, lleno de misterios, de muchas preguntas y respuestas que no llegaban, de todo eso me sentí liberado…aunque eso termino cuando llegó Juan.
-¿Viste el periódico hoy?-me preguntó sin siquiera decir un hola.
-Emm no…-me lanzó a las piernas un ejemplar del diario matutino que siempre podías encontrar en la biblioteca de la escuela. En primera plana decía:
CHICA DESAPARECE SIN DEJAR RASTROS.
Tomé el periódico y leí la noticia más a fondo. Decía que el nombre de la chica era Taylor Smith, que supuestamente no se le había visto mas desde la nevaba de ayer y que encontraron su habitación hecha un desastre, pero sin ninguna nota o información que ayudara a saber a dónde se había ido, también decía que los que denunciaron todo fueron sus abuelos que estuvieron en su casa después de que pasara la nevaba, explicando que el paradero del padre de Taylor también era una incógnita. Suspiré y mire a Juan que se veía entre emocionado y un poco asustado por todo lo que pasaba.
-No me digas que piensas que todo esto tiene que ver con lo del policía desparecido y la “chica fantasma” del otro día- le señale con tono burlón.
-Pues…en parte-solté una risita y me levante del banquillo, me coloqué a su lado tomando con mi mano su hombro.
-Relájate, Juan, seguramente es un simple caso de secuestro-que mentiroso era, porque hasta a mí todo eso me olía mal…-no podemos andar pensando que todo esto es obra de espíritus o cosas sobre naturales, son tan solo cosas de la vida real ¿entiendes?
Sus ojos me miraban con decepción, pero no podía hacer nada mas, sabía que el caso de Taylor tenía que ver con todo el secretismo que llevaban Charly, Helena y hasta el mismo Marco, sin embargo eso era algo que yo debía descubrir, no Juan ni otro, yo era el encargado de buscar las respuestas, y eso haría.
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Secretos
FantasySherman es un chico normal, que vive su vida tranquilamente llena de pocas preocupaciones. Pero la aparición de una joven hará que su vida de un vuelco, descubriendo uno de los grandes secretos que siempre se ah llevado la atención de la humanidad a...