Capitulo 12: Respuestas y misterios

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Capitulo 12.

Desperté sintiendo mucho cansancio, pero al menos la ventana delataba que aún era de noche. Miré al reloj y marcaba las 1:30 am, así que de inmediato me volví a recostar; los entrenamientos con Marco desgastaban demasiado.

Había vuelto a luchar con aquel demonio nivel uno, sin embargo esta vez había logrado ganarle gracias a varios ejercicios que me había colocado Marco con la intención de incrementar mi velocidad, y aunque habían sido muy efectivos ciertamente aún tenía mucho que practicar, pues a aquel demonio débil apenas le había logrado derrotar en una "batalla campal".

-Buen trabajo, muchacho-. Me felicitó Marco al eliminar a la criatura con un espadazo, aunque de inmediato me tiré al suelo, exhausto por aquel esfuerzo-. Si sigues así quizás te deje entrar a mi cuarto de música-. Sonreí al escuchar aquello-. Pero no te ilusiones...

Volví a ver hacia la ventana, y suspiré. Era innegable que me encontraba feliz por haber logrado ese pequeño logro, pues por algo se empezaba ¿no? Sin embargo, mí situación con Alice no me dejaba estar del todo tranquilo; sabía que debía hacer algo, tomar cartas en el asunto y dejar de esperar algún... Milagro.

Iba a actuar, lo iba a hacer.

Pero no tenía ni puta idea de cómo...

Pero bueno, aquel momento no era para reflexionar, si no para dormir...

·

Marco se sentó en un banquillo que estaba cerca, sacó botella de agua de su gabán negro y al destaparla tomó un sorbo, dirigiendo su mirada hacia su destino.

El colapso del templo de San Juan había sido una catástrofe grande para toda la ciudad. Era algo que le dolía a cada uno de sus habitantes, pues ese majestuoso templo había sido construido generación por generación, siendo sin duda un patrimonio histórico y cultural para todos, además aquello había dejado un saldo aproximado de 35 muertos y alrededor de 70 heridos-cifra que no fue más alta debido a que era de mañana y había llovido con bastante fuerza-, así que todo el pueblo estaba de luto, sin embargo no solo representaba tristeza, sino también un misterio por resolver. Ningún humano sabía quién o qué había producido la explosión que destruyó su lugar sagrado, porque:

Primero, Jack y Reed se encargaron de que con la onda expansiva de los explosivos que utilizaron cualquier aparato electrónico a unos 50 metros a la redonda quedara fuera de servicio, lo cual impidió que las cámaras que tenía la ciudad grabaran la pelea. Segundo, de los heridos, hasta ese momento, no había ninguno que testificara acerca de lo que había pasado, y en dado caso nadie le iba a creer que fue gracias a la pelea de cuatro tipos con súper poderes al estilo Marvel o Naruto. Tercero, la pelea no había durado mucho, y las autoridades habían reaccionado muy tarde, así que cuando llegaron no quedaba ningún rastro.

Pero los humanos seguían investigando, lo cual a Marco le parecía inútil; al final se lo terminarían atribuyendo a los extraterrestres o a alguna conspiración de los Estados Unidos. Así había sido siempre a lo largo de la historia, como cuando en el 47 un miembro de la legión intentó abrir un portal a pedido del señor oscuro, lo cual un cazador logró evitar después de una fuerte pelea, sin embargo cuando los humanos notaron eso dijeron que había sido obra unos ovnis; realmente eran muy malos en cuanto a investigaciones se trataba, pero debido a esto no dejaban entrar a las ruinas del templo a menos que pertenecieras al "personal autorizado".

Marco seguía ahí. Helena lo había llamado unas cinco veces a su celular, parecía preocupada acerca de hacia dónde había ido de manera repentina, pero aquello no le importaba; ya le devolvería las llamadas y le explicaría todo. Volvió a tomar otro trago de la botella y notó que el ratoncito había bajado al piso haciéndole señas para, al parecer, indicarle algo. Se levantó y siguió al roedor atento, el animalito de inmediato corrió en dirección a una entrada al bosque que rodeaba a las ruinas.

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