Sander Jackson.
Salvense quién pueda.
Miro a mi alrededor; todo es una completa mierda. Un caos, y lo único que hay es cadáveres y más cadáveres. Miro el cielo y el sol ya está saliendo. Hace una hora terminaron los disparos; no sé cuántos murieron, pero por lo que veo, fueron demasiados; fue una completa masacre de mierda. Recargo el arma y me limpio el sudor; no he cerrado los ojos. Ya que estoy vigilando si volverán, no conocemos a esa gente y con ellos nunca se sabe.
—¡Atención! Número cuarenta y cinco, cuarenta y seis, cuarenta y siete, cuarenta y ocho, cuarenta y nueve, han sido asesinados por la organización del reloj de arena —habla esa voz de mierda. No sé de dónde sale, pero ya la aborrezco.
Cuando toda esta mierda empezó, estaba en una cena de negocios. Fui al baño y, cuando desperté, apareció un encapuchado mientras me lavaba las manos. No sé qué era, pero lo único que recuerdo es que me desperté y luego aparecí en esta porquería. Parece una broma de algún psicópata. Pero ya descarté que era una broma; ya mataron a personas y nos hicieron matar a nosotros también. Volver a agarrar un arma y disparar revivió traumas que no quería recordar. Todo por culpa de esta mierda.
Los llantos no se hacen esperar, y es que la mayoría fueron raptados estando con amigos o familiares. Ver a mi hermano aquí fue una sorpresa; tenía tiempo que no lo veía.
—¡No! —una chica llora a los pies de otra. Al parecer era su hermana gemela.
Respiro hondo y me paso la mano por la cabeza.
—¡Sander! —mi hermano viene corriendo; volteo y lo abrazo, y dejo que ponga su cuello en mi hombro. Es más bajo que yo; sé que no le gusta el "contacto físico", así que dejo que me abrace. Está haciendo un esfuerzo; solo lo he visto abrazar a la cría insolente esa.
No la soporto, y que venga con sus primas me termina de arruinar la mañana. Detesto que se me acerque; no sé por qué, pero me cae como una patada en las bolas. Todo de ella me desagrada: como camina, como si todo le perteneciera, la manera en que se ríe de mí por bobadas; eso me enoja más. Pero lo que más detesto es su belleza, la belleza tan diferente y notoria que tiene entre sus primas. Mientras las demás son refinadas e insípidas, ella es elegante con una mezcla de rebeldía. Tal vez sea la edad, o no sé, pero es demasiado rebelde y volátil; es alta, tiene los ojos cafés, un café extraño, como si su iris fuera un bosque tenebroso. Tiene buenas proporciones, un cuerpo...
Sacudo la cabeza; es menor que yo, una cría, que por muy bella o buena que esté, me cae de lo peor.
—Sander —me hablan, y volteo a mirar a Braulio.
—¿Qué? —le pregunto.
—Te quedaste viendo a Saturno como un puto acosador —me dice entre dientes. Para nadie es un secreto que a mi hermanito le gusta la insolente; se le nota cuando está cerca de ella, se ve tan patético.
—No la miraba a ella; miraba el collar —miento.
—El collar lo tiene dentro de las tetas —aprieta la mandíbula. Ahora que lo dice, no me había dado cuenta de eso, pero ahora lo hago; tiene el collar del reloj de arena perdido entre la línea de sus tetas. No están nada mal, grandes, provocativas y se ven deliciosas... ¿Qué mierda estoy pensando? Es una cría insolente.
—Aja —es lo único que le digo. Sabe que no estoy de humor; nadie lo está.
Así que deja pasar sus celos absurdos. Ni siquiera son algo, solo son "amigos", al menos que sean de esos amigos con derechos, no lo creo; ella se ve que es muy altanera como para dejar que un hombre la use para nada serio.
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FUERA DE LUGAR [+21] (BORRADOR)
ActionEn el mundo de los Sarotte, donde la riqueza y la elegancia reinan, Saturno Sarotte lleva una vida de lujo y apariencias. Pero todo cambia cuando después de una noche de fiesta y borrachera en un bar cercano a la mansión familiar se convierte en una...