El juego de los Sarotte.
Corro lo más rápido que puedo, o lo que me permite correr mis débiles piernas. Aunque mi madre tenía razón al decirme que debía hacer más ejercicios para que mi cuerpo estuviera un poco más activo, no le daré la razón, no ahora que mi mente me lo pide a gritos, o más bien, mi puta conciencia de mierda.
Era de esperarse que el cielo se nublara hasta tornarse en un color gris o negro. Samantha también tenía razón al decir que "Se partiría el cielo en dos y nos mojará con sus espesas gotas de aguas", lo sé; a veces yo tampoco le entiendo lo que quiere decir. Creo que la manera en que sus padres influyen en ella la tienen así tan fuera de lugar, es tan rara que a veces que ni la entiendo la mayor parte del tiempo.
Dejo que el agua me empape todo el cuerpo, sintiendo como caen las gotas de agua por mi frente deslizándose al caer por toda mi cara, nublando la posibilidad de ver el camino por donde corro. Respiro hondo y con el dorso del brazo me seco la cara mientras sigo corriendo lo más rápido que puedo. Canto mentalmente una canción de The Weekend y dejo que mi cuerpo se relaje, aunque es casi imposible pese al frío de mierda.
Siempre yo con mis estupideces, siempre yo con las ganas de salir a "relajarme" cuando siento que todo se me acumula hasta llegar a un punto de querer pagarme un tiro para apagar las voces tan fastidiosas de mi cabeza.
Detengo el paso para así poder respirar y recomponerme, ubicándome debajo de un árbol empiezo a pensar las cosas que tengo que hacer antes de que se acaben mis vacaciones. Okey, estoy siendo paranoica. Las vacaciones empezaron hace dos días; por suerte, como soy tan excelente en lo que soy, me dejaron salir antes de tiempo y pues ahora estoy en mi no agradable y horroroso pueblo.
Debo agradecer que no soy pobre o una vagabunda sin hogar, pero es que este pueblo da mucho de que hablar con sus estúpidas casas medievales y su aura vintage que no la soporto para nada.
Espero otro minuto más y comienzo a caminar de nuevo cuando el agua baja de intensidad por un momento. Ya el frío me está cobrando factura y mis dientes chocan entre sí haciendo que tiemble, presa del frío. Me apresuro lo más rápido que puedo. Lo único que quiero es una taza de canela caliente y unas donas de chocolate; suena a alta azúcar en mi sistema, pero es que mi obsesión por el dulce rebasa los niveles de la locura.
Estoy tan concentrada en mis pensamientos que no capto el momento que mi cuerpo impacta contra algo mandándome al suelo en un golpe seco y doloroso.
—¡Mierda!— mi quejido se pierde junto al trueno que suena en medio de la lluvia que se vuelve a desatar. Pongo mis codos en el suelo e intento mirar qué fue con lo que choqué. Me limpio el rostro enojada y distingo una silueta delante de mí.
—¿Te encuentras bien? — enarco las cejas, ahora me doy cuenta que fue una persona la que me tiró al piso.
— Sí, solo ten cuidado a la próxima —me levanto con la ayuda que me brinda —. Mi madre me va a matar —miro como quedó echado mierda mi vestido, soy una idiota por salir a correr con vestido y sobre todo si el vestido es blanco.
—Creo que usted iba muy desconcentrada para darse cuenta que iba por el camino que no era — alzo la cabeza y una sensación extraña estalla en mi pecho al ver al hombre que me mira de manera peculiar, es... No sé qué mierda es, es alguien que parece estar entre los veinte y treinta años de edad, atractivo, tiene el cabello rubio, o no; parece oro estando mojado y lleva un maldito traje negro de empresario. Creo que tengo una sensación de déjà vu; este hombre lo conozco de algún lado. —¿Nos conocemos?—le pregunto por lo bajo. No sé por qué le hablé de esa manera, pero parece que estuviera prohibido. Me sigue observando y ojalá fuera de una manera enferma o morbosa, pero parece que estuviera curioso.
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FUERA DE LUGAR [+21] (BORRADOR)
ActionEn el mundo de los Sarotte, donde la riqueza y la elegancia reinan, Saturno Sarotte lleva una vida de lujo y apariencias. Pero todo cambia cuando después de una noche de fiesta y borrachera en un bar cercano a la mansión familiar se convierte en una...