Saturno Sarotte.
¿Soy bipolar?.
Observo como Braulio entra a mi nueva habitación, trae una bandeja de desayuno y me esfuerzo para sonreírle, siento mi cuerpo pesado. La habitación en la que ocupo ahora, estaba al lado de la antigua mía, así que no me moví de piso, tampoco quería hacerlo.
—Hice unos panqueques—se acerca poniendo la bandeja en la mesa, me termino de cepillar el cabello y es que me demoré bañando que los dedos se me arrugaron.
—No eres bueno en la cocina—lo molesto, se acerca y me agarra de la cintura—. Me pregunto si tendrá alguna intoxicación.
Sonríe y pega sus labios a los míos, el beso es lento y apasionado.
—¿Cómo te sientes?—me pregunta, asiento en modo de que bien y él me mira dudoso, no me creé nada, pero él sabe que no estoy de humor para responder preguntas.
—Quién diría que en el papel de novio eres mil veces mejor que de mejor amigo—lo molesto queriendo cambiar de tema. Él sonríe y camina por la habitación mientras la inspecciona.
—Siempre fui mejor contigo.
—Aún recuerdo la vez que mezclaste pasta de dientes y crema de maní, luego me dijiste "Saturno, prueba mi nuevo postre", fue tan asqueroso—suelto una carcajada y él niega con la cabeza.
—Con que caras me vienes a decir eso, tú me colocaste ceras en las piernas cuando estaba dormido, para así poder quitarme el vello, después terminé en el hospital porque los vellos se enredaron con la cera, fue tan doloroso—ahora soy yo quien no deja de reírme—. Tú eres más cruel que yo, Saturno.
Recuerdo ese día, él se quedó durmiendo en mi habitación ese día en la universidad, tenía la boca abierta y aproveché la oportunidad para también tomarle una foto.
—No puedo...
La falta de aire me tiene mal, no paro de reírme y es que ojalá hubiera grabado su reacción.
—Saturno, ya—se acerca y me vuelve a agarrar de la cintura, me besa y le devuelvo el beso enredando mis manos en su cuello—. Me fascina verte así, feliz—musita en mis labios, lo vuelvo a besar y siento su mano agarrando muy sutilmente mi culo, siento su dureza en mi vientre y me restriego queriendolo sentir mejor.
Me carga y enredo mis piernas alrededor de su cintura, caemos en la cama y a mi mente llega Sander, follandome sin delicadeza y diciéndome palabras sucias mientras me chupaba las tetas. Eso me excita más y empiezo a quitarle la camisa a Braulio sin dejar de pensar en su hermano. La manera en la que Sander entraba y salía de mí era tan deliciosa y dolorosa que le pedía más.
Braulio me besa mientras mete las manos debajo de mi camisa grande. No dejo de besarlo y pienso en los dedos de Sander. ¡Se sentía tan delicioso! Verlo chupar mis fluidos fue lo que más me hacía perder el control. Nunca creí que el sexo me fascinaría, pero Sander me demostró cosas de las que me estaba perdiendo.
Los besos se vuelven urgidos y recuerdo el tamaño de su verga. Juro que me iba morir cuando entraba en mí. Al principio fue tan doloroso, pero después se empezó a mover y creí que veía estrellas.
—Saturno... —murmura.
Me muerdo el labio pensando en cómo Sander gruñía, y puedo decir que ese es mi jodido sonido favorito. Cada que me embestía, gruñía o se tensaba. Braulio abre lentamente mi camisa mientras me restriega su erección y gimo cuando recuerdo cómo Sander me cogía contra la pared. Fue tan sucio y caliente que eso me hace besar con afán a Braulio.
Cuando está punto de sacarme las tetas, la puerta se abre con brusquedad, poniéndonos alertas a los dos.
—Lo siento, qué vergüenza, joder —Melanie se cubre el rostro.
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FUERA DE LUGAR [+21] (BORRADOR)
AksiEn el mundo de los Sarotte, donde la riqueza y la elegancia reinan, Saturno Sarotte lleva una vida de lujo y apariencias. Pero todo cambia cuando después de una noche de fiesta y borrachera en un bar cercano a la mansión familiar se convierte en una...