Capítulo 8

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Saturno Sarotte.

La revelación de los "débiles".

Mi respiración se vuelve más errática de lo normal al ver cómo Sander se termina de quitar la ropa con desesperación, me quita el sostén y mis tetas caen libres antes sus ojos. Las empieza a lamer, chupar y morder tan delicioso que juro que estoy apunto de tener un orgasmo de esta manera.

La habitación de él está semi oscura, la luz de la luna se filtra por la ventana del balcón y me deja ver gran parte de su rostro. Lo agarro para volverlo a besar y me fascina que me devore, está mal lo que hacemos pero eso no le quita lo delicioso que es.

Siento su miembro restregarse cerca de mi entrada y eso me hace besarlo con ansias, no se si es el alcohol o la adrenalina, pero me gusta besarlo y sentirlo cerca de mi, es algo que no me pasa con Braulio.

—Sólo hazlo, Sander —le pido desesperada.

Sonríe con malicia y sé que lo hace para molestarme.

—Si me dices, "Por favor"—lo dejo entre mis piernas a modo que su miembro este a pocos centímetros de mi entrada, el respira hondo y comienza a repetir besos por todo mi pecho y clavícula. El empieza a deslizar su miembro de arriba y abajo, lo agarro de los brazos mientras le clavo las uñas por la excitación.

—Solo...

No puedo articular bien la oración... porque mete la punta y la vuelve a sacar. ¡Dios, me va a matar!

—Sólo tienes que pedirlo, no es difícil —dice, y luego muerde mi labio con delicadeza. Su boca se desplaza hacia mi cuello, chupando suavemente, y no puedo evitar envidiar su autocontrol.

Me trago mi orgullo y miro hacia abajo. Me paso la lengua por los labios al ver la potente erección que apunta hacia mi entrada, y no puedo creer que eso vaya a entrar en mí.

—Por favor, Sander —le doy un pequeño beso—, por favor, solo...

Callo de golpe cuando me penetra sin previo aviso, mi humedad facilita la entrada pero eso no quita que sea dolorosamente placentera, no me he acostumbrado aún al tamaño de su verga. Empieza darme estocadas largas y profundas que me dejan sin aliento, arqueo la espalda y no deja de besarme mientras me folla sin pudor.

El sudor recorre nuestros cuerpos mientras acelera los movimientos, la habitación se llena de gemidos y gruñidos por parte de los dos, no se cual de los dos está mas agitado, se voltea dejandome encima de él y no dudo en empezar a cabalgarlo.

Nuestras pieles chocan entre si por la manera en la que salto encima de él, así lo siento más profundo y se siente tan bien y delicioso. El me agarra de mis glúteos y empieza acelerar más sus embates, ahora es el quién me folla estando debajo de mi, no dejo de gemir mientras agarra y golpea mis glúteos como el le da la gana.

Muerde mis pezones con fuerza y abro la boca, no puedo creer que me guste algo así.

—Sander—sale y entra rápidamente—.Me vas a dejar sin tetas —le digo con una pequeña sonrisa y el sonríe, pasa la lengua calmando el ardor de mis pechos—.Ya veo cuál es tu pequeño fetiche.

—Lo siento —me agarra de la cintura con posesividad, ahora estoy más pegada a el que puedo sentir los latidos de su corazón.

—No… —lo agarro del brazo cuando se pone brusco. Este hombre me quiere partir— No te disculpes, me gusta.

Pasa su lengua desde mis tetas hasta mi cuello, lo beso y le clavo las uñas en la espalda. Mi cabello cae todo húmedo por mi espalda y frente, el suyo también y lo agarro de ahí cuando empiezo a saltar con brusquedad sobre la verga deliciosa que tiene, lo cabalgo sin dejar de gemir y me voltea dejandome está vez en cuatro.

FUERA DE LUGAR [+21] (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora