Perdido; primeros pasos.

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–Sinon arremetió con su espada corta, a lo que el guerrero simplemente cubrió con su escudo, contraatacando velozmente, pero siendo repelido por la navaja que la dama cargaba en su otra mano. Pese a la sorpresa, se alejó lo suficiente para tomar distancia y planear su siguiente movimiento, no obstante, por alguna razón, Sinon desapareció ante sus ojos, reapareciendo por un costado, atacándole casi por sorpresa, mas sus extraordinarios reflejos fueron suficientes para cubrir nuevamente el ataque. Eso se repitió un par de veces, asombrando en gran medida a la asesina, que pensaba cómo era posible que él pudiera leer sus movimientos de tal forma; debía ser algún líder de gremio, alguno muy desconocido. Esas cosas las dejaría para después, la contienda estaba apenas entrando en calor. Link, cansado de estar a la defensiva, lanzó un tajo, eludido por su rival, sin embargo, sus estocadas continuaron, fallando cada una de las mismas, pero en el último instante un haz de luz azul salió desde la punta de la hoja de su espada, golpeando directamente a la mujer. Sinon cayó de espaldas, sintiendo su pecho arder un momento, observando que su barra de vida cayó hasta el punto más crítico. Alarmada, utilizó de nueva cuenta aquella habilidad para volverse invisible. Link intentó enfocar sus oídos, era capaz de escuchar algunos de sus pasos, gracias a sus extravagantes orejas (y agudos oídos, claro), apenas siendo capaz de esquivar un embate, sintiendo repentinamente un corte profundo en su brazo izquierdo, justo con el que sostenía su espada. La herida fue amplia, percibiendo la gran cantidad de sangre que le salía. Ante esto, se preguntaba qué podría hacer para encontrarla, plasmándose en su mente un objeto muy curioso. ¿De qué le serviría esa extraña lupa dibujada dentro de su cabeza? Fue entonces que algo extraordinario sucedió, unas gafas de contorno morado y cristales rojizos que poseían un tatuaje singular se manifestaron en su rostro. Sinon no entendía que estaba pasando, optando simplemente por continuar con su ataque. Encontró de nuevo un punto ciego y ejecutó su golpe, pero se vio atrapada de su brazo cuando Link simplemente se deslizó a la derecha, sujetándola en el momento preciso, aplicándole una llave con la que la desarmó. Antes de que la chica hiciera uso de su otra arma, le asestó un rodillazo en el plexo solar, paralizando al toque. La asesina cayó con gran dificultad para respirar, a lo que Link colocó su espada en su cuello, pidiéndole que se rindiera–

>Ah –soltó con enorme dificultad. Segundos o tal vez algunos minutos después, logró hablar, aunque con el gran dolor en su pecho–; se supone que debes quitarme toda mi vida para acabar la pelea. ¿Qué te pasa? –Link frunció el ceño, cuestionándole el por qué él debería de matarla. Sinon abrió la boca, sin emitir sonido alguno. Dijo que se rendía, guardando sus armas en su inventario; aunque para Link estas simplemente desaparecieron, hecho que le pareció intrigante. Cuando la chica se puso en pie se asustó al ver la sangre en el brazo izquierdo de Link, preguntándole la razón de que eso pasara. A lo que él solo dijo que era normal tras sufrir una herida en batalla. Autopreguntándose si ella querría matarlo acaso, solo por objetos que lo tenían sin cuidado. Sinon hizo caras extrañas, dado que no estaba entendiendo el evento que se suscitaba ante la misma, solo que justo antes de que pudiera hacerle otra pregunta, este sacó una bebida roja que ingirió, curando su herida al instante, acontecimiento que la dejó sin palabras. «¿Qué está pasando? ¿Quién es él? Esto es muy raro. ¿Será parte de algún evento que haya pasado por alto?», divagó, sin quitarle los ojos de encima. En eso las gafas de Link desaparecieron, asumiendo ella que al fin había decidido devolverlas a su inventario, dándole vueltas a que con eso debió verla. Tenía muchas cosas por preguntar, siendo interrumpida por un par de mensajes que le llegaron de golpe–. Maldición, ¿justo ahora? –El hyliano preguntó qué pasaba– Ah, solo son mis amigos, que quieren saber cómo me fue en la mazmorra; son amigos del clan en el que estoy. Por cierto, ¿de qué clan eres? No, espera, ¿quién eres? Aunque también tengo otras preguntas. Primero salgamos de aquí, no es el sitio para andar hablando, no vaya ser que lleguen otros jugadores y quieran pelear por los objetos –objetos que por fin tomó para sí, pues Link realmente no deseaba esas cosas, no le parecían del todo interesantes y encima tenía muchas dudas encima–. Ahora sí, aquí sí podremos platicar en paz. –Solo que en ese preciso momento el líder del clan donde estaba Sinon la llamó de urgencia, pues había un nuevo recluta, y en esa alianza todos los que estuvieran conectaos debían presenciar cuando alguien nuevo ingresaba, era de hecho una ley no escrita, ya que buscaban fomentar tanto como pudieran la hermandad de tal grupo–. Ah, esto sí que es una coincidencia muy desfavorable. Discúlpame, me tengo que retirar, aunque podemos agregarnos en amigos y chatear después. ¿Te parece bien?

–Solo que cuando Link dijo que sí y Sinon lo quiso seleccionar para agregarlo a su lista, esto no se podía. Su nombre no salía, sus estadísticas no salían, era como pulsar a la nada misma. Más que extrañada lo iba a interrogar, hasta el cansancio si era necesario, pero su líder la volvió a llamar, pidiéndole que se apurara, pues era la única que hacía falta para la bienvenida del novato. Sinon rechistó, de verdad quería saber el misterio que se le presentaba. Le dijo a Link que por favor se pasara a Luna carmesí, cuando tuviera tiempo, dándole las instrucciones necesarias de cómo llegar, despidiéndose y teleportándose del área. El hyliano seguía perdido en todo ese lugar. Regresó a las cercanías de la mazmorra, buscando una manera de encontrar alguna pista que le hiciese saber dónde estaría algún pueblo o ciudadela. Emprendiendo un viaje casi que sin rumbo.

Un día después, desde su perspectiva, encontró una gran ciudad. Lo extraño para Link es que el día y la noche no duraron mucho y encima en ningún momento se sintió con sueño. Los transeúntes le miraban con extrañeza, solo un poco, pues tampoco es que resaltara más que la mayoría de jugadores con skins de legado o cosas así. Eran principalmente los que ya casi que se conocían a la mayoría que solía ir a tal ciudad, NPC que reconocían a los jugadores que llevaban años jugando tal juego. El guerrero iba tranquilo, mirando de aquí para allá, sumido en el pensamiento de quién era él y qué hacía en ese lugar, ¿qué sitio era ese? De pronto unos chicos detuvieron su andar al verlo portar su espada y escudo–

>Oye, veo que miras a todos lados. ¿Acaso es la primera vez que vienes por aquí? –preguntó una hermosa chica de ojos grises, un poco más baja que él y con vestimenta de bruja. Link solo respondió que sí–. Amor –le dijo a su novio, que portaba su atuendo de mago–, que venga con nosotros al gran torneo.

>Ja, ja, ja, ja, ja, cariño, pero qué cosas dices. Ni siquiera sabemos lo que el aventurero esté buscando –Link solo dijo que quería saber dónde estaba, a lo que el mago, confundido, le respondió con gusto–. Mira, aquí es Drakona Urbo (Ciudad draconiana). Es curioso que no sepas su nombre, si en la entrada hay una enorme estatua con el nombre escrito –Link se sintió un poco tonto, ya que sí lo leyó, solo que no entendía del todo esas palabras tan raras–. Hmmm, me confundes, muchacho. En fin, mi vida, mis amigos y yo, iremos al torneo que se celebrará en una hora. Todavía estás a tiempo para registrarte si gustas. ¿Deseas acompañarnos?

–Link tomó una pose pensativa, ideando en que podría obtener información de ese grupo si les seguía un poco la corriente. Después de todo, más inusual sería ir preguntando a todo aquel que se le cruzara en el camino, así que debía aprovechar esa oportunidad, en vista de que la chica de cabello azulado de antes no logró decirle casi nada. Ahora unido a ese grupo, todos llegaron al gran coliseo de la ciudad, en donde cada uno empezó con el registro; menos mal solo era colocar el nombre en una hoja, porque muy probablemente Link no habría logado ingresar. Tras ello, el grupo que Link acababa de conocer le deseó éxito, pues creían que era algún novato extraviado de por ahí. Y no, no intentaron revisar su equipo, pues sería casi como hacer trampa, según ellos, ansiosos por pelear contra cualquier tipo de rival, build, etc.

Link escuchaba a sus acompañantes sobre los combates que se llevarían a cabo, cayendo en cuenta de que los peleadores solían usar técnicas una vez y luego no la continuaban utilizando por cortos periodos de tiempo, tratando de asimilar por qué sería eso. Se necesitaría de mucha fuerza vital o magia... Magia, esa palara le sonaba demasiado, encontrando en su mente momentos donde él, con aspectos diferentes, hacía uso de habilidades únicas que parecían requerir tal elemento. Pasó su mano por su frente, alejando el aluvión de imágenes. Siendo su turno, el primero de todos, se puso en pie, se despidió de sus recientes camaradas y entró a la arena de combate. Frente a él yacía otro guerrero con un hacha de doble cabeza. Ajustó sus hombros, con armas en mano, esperando el inicio de la contienda.


Continuará...

¿Qué tipo de peleadores enfrentará Link? ¿Logrará conocer pronto su propósito real en el lugar en el que ahora se encuentra?

Hola a todos. Cualquier cosa los leo en los comentarios.

Se despide: Z4

«Sword Art of Link»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora