>Estuve pensando y me gustaría invitarlos a participar en el torneo de Brulanta Suno (Sol ardiente) –Sinon y el resto de acompañantes alzaron sus cejas–
>¿El torneo más importante de Eternaj drakoj? –cuestionó con sumo asombro Liciaa–
>¿Hablas en serio, Kirito? –preguntaron al mismo tiempo Lisbeth y Klein–
>Chicos, claro que hablo en serio –Asuna miraba a su novio con sospecha, pues esta esperaba que fuese al grano con el tema de Link. Esto sí que no lo vio venir–. ¿No les gustaría acaso que luchásemos entre nosotros para ver quién es el mejor?
>¡Ja! ¡Suena estupendo! –Klein golpeó sus muslos, lleno de emoción– El torneo es cada seis meses y la vez pasada logré avanzara a los octavos de final. He mejorado mucho desde entonces, incluso podría vencerte esta vez, Kirito. Ya que yo poseo más tiempo libre que tú y he estado jugando arduamente, mejorando mis habilidades como no tienes idea.
>¿En serio, Klein? –Este asintió– Con razón sigues solterón –dijo a manera de burla Leafa–
>¡Lo dice la que jamás ha tenido un novio! –Leafa volteó a verle con mala cara– Al menos yo he tenido reiteradas citas con algunas hermosas mujeres –haciendo énfasis en la palabra «hermosas», clavándole un buen puñal directo en su ego–
>¡¡No, no!! Alto –Lisbeth se puso de pie– No hagan sus teatritos, ¿qué creen que nuestros invitados son de adorno? Vergüenza deberían sent-- –al ver sus caras de alegría no pudo evitar sentirse una tonta– Lo están disfrutando, ¿cierto?
>Etto. Sí. Ja, ja, ja, ja –rio con jubiló Igavik–. Estamos frente a nuestros héroes, viéndolos convivir con naturalidad. Es raro, sí, pero también gracioso –Klein y Leafa se miraron con algo de pena–. Descuiden. Respecto al tema del torneo, Kirito –ahora todos miraban al líder de la pequeña alianza–, es muy interesante tu invitación. Nosotros también participaremos, ¿o no, muchachos?
>Claro que sí –anunció Gorz–
>Por supuesto, cariño –añadió Raycsu–
>No me lo perdería por nada –dijo Liciaa–
>Si eso es todo lo que nos tenías que decir, entonces me retiro –Sinon se puso de pie–. Link, ¿podrías acompañarme un momento?
–Link se puso de pie y salió junto con ella. Todos se quedaron extrañados por la actitud de Sinon, mas Asuna los envolvió a todos en una amena plática, permitiéndoles a esos dos tener su momento a solas sin problemas. Estando afuera, Sinon tomó a Link de una mano y lo arrastró con ella un poco entre las calles, teleportándose de repente hasta su gremio. Sin permitir que el hyliano hablara lo llevó hasta su habitación, cerrando con contraseña–
>¿Qué pasa? –preguntó Link–
>Estoy segura que Kirito trama algo. No me creo que nos haya llamado solo para hacernos la invitación al gran torneo. Si no me equivoco, él intentará estudiarte durante ese tiempo. No sé cómo supo de tu existencia, pero que haya mencionado eso, así de la nada, cuando Asuna dijo que respondería todas nuestras preguntas –se quedó callada un momento–. ¡Ah! Creo que me precipite al retirarme. Me pregunto si habrá intentado ver tu nombre, estadísticas y habilidades. Verás –se sentó en un sofá que tenía por ahí–, hace tiempo yo jugaba otro juego, Gun Gale Online. Él un día entró como un novato, era extraño, porque usaba una espada láser en juego de disparos. La cosa es que me usó para descubrir a alguien que hacía el mal, lo diré así para no confundirte. Puede que quiera hacer algo similar contigo. Después de todo él no sabe tu historia y dudo que tus amigos se la cuenten. ¿Quieres que volvamos con ellos? –Link se quedó pensando un poco, recordando las palabras de esa entidad desconocida que le dio el último regalo, contestándole a Sinon que no, que así las cosas eran más interesantes– ¿Más interesantes? –Él se limitó a decir que sí– ¿Podrías explicarme? –Link tomó asiento a su lado, quedándose en silencio un largo rato. Se puso de pie. A Sinon de repente le llegó un mensaje y ante sus incrédulos ojos Link desapareció– ¡¡Link!!
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«Sword Art of Link»
AventuraUn héroe con otro fatídico destino. Ahora tendrá la oportunidad de vivir otra clase de aventura, una donde esperemos tenga un final feliz; pero con su maldita alma eso nunca se sabe.