𝗠𝘆 𝗳𝗮𝘃𝗼𝗿𝗶𝘁𝗲 𝘀𝗽𝗮𝗻𝗶𝘀𝗵 𝗴𝗶𝗿𝗹| "jamás creí que alguien pudiera quererme tanto"
Valeria es la mejor amiga de Plex.
Adrián su editor y compañero de casa.
Ambos con mucho en común, pero un pasado bastante turbulento.
¿Qué podría salir m...
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『∞』
📌 – Tanzania
REAL LIFE • Plex
—Buenos días, chavales. Día número dos dando la vuelta al mundo. ¿Queréis adivinar quién acabó durmiendo en la cama grande? Efectivamente, la perezosa de Valeria. Creo que dormir es lo único que sabe hacer —comenté mientras Jopa la enfocaba.
Ella soltó un pequeño gruñido antes de darse la vuelta en la cama y sacarme el dedo corazón, haciéndonos reír a mí y a Jopa.
Ambos salimos al exterior y vimos una manada de zebras, así que decidimos acercarnos, pero nos detuvimos cuando Valeria salió de la casa.
—Que te den, dormir es uno de los mayores placeres de la vida y pronto cadeceremos de ese placer, así que cállate y déjame dormir tranquila a partir de ahora —me echó en cara, lo que hizo reír a Borja, quién estaba sentado en la mini terraza de la casa.
—Como iba diciendo, chavales. Como veis estamos en África, estamos en Tanzania, en una especie de tienda de campaña gigante en forma de casa —expliqué, ignorándola, antes de sentir una chancla golpear mi brazo.
Valeria se acercó y la recogió como si nada antes de colocársela y volver a caminar hacia la tienda.
—Y como veis también, mi hermana tiene un despertar horrible. Pero lo que os iba a decir no era eso, sino que ha sido una noche terrible. ¿Por qué? Bueno porque no paraba de haber animales por todos lados, dando hostias a la casa, corriendo... Ha pasado un hipopótamo por la noche que yo creí que nos iba a destrozar la casa.
—Esta noche Valeria podría tirarles la chancla, seguro que del susto no vuelven a molestar —añadió Borja, haciéndonos reír mientras Val lo asesinaba con la mirada, siempre de broma.
—La cosa es que, resulta que al salir, el crack de Adrián, cerró la tienda y se dejó las llaves dentro de la tienda. Y nos tocó, bueno le tocó a Valeria, por ser la más delgada, meterse por debajo. Horrible.
—Y eso que tú no tuviste que meterte por debajo de la puerta —comentó Val antes de soltar un bostezo.
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