𝖮𝟤

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꒰ა໒꒱

if You go i'll stay
if you come back i'll by right here

if You go i'll stay if you come back i'll by right here

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Osamu estaba fastidiado.

Se supone qué el día de hoy sería tranquilo, sin preocupaciones, cómo cualquier sábado, únicamente iba a jugar videojuegos, dormir, y hacer cualquier cosa qué lo mantuviera entretenido por algún período de tiempo. Lo típico.

Pero ocurrió qué cierta persona, andaba revoloteando a su alrededor cómo un perrito qué busca la atención de su dueño; difícil descifrar de quién estamos hablando.

Su Omega era un idiota sin remedio, a pesar de todos los rechazos qué había recibido por su parte, lo seguía buscando.

-Chuuya, no seas caprichoso, ve a tu casa y dejame disfrutar mi sábado cómo una persona normal. - le regaño el castaño, hechado sobre su cama, observando cómo el pequeño Omega aparecía en su puerta de lo más tranquilo.

- ¿Qué? No me digas qué no tengo permitido visitar a mi futuro esposo, vivimos cerca, prácticamente al lado, es normal querer pasar el tiempo contigo.- respondió el pelirrojo mientras se subía a la cama de Dazai.

Osamu suspiró, era jodido tener qué estar siempre con él, si bien, le tenía mucho aprecio y cariño, no lo veía cómo un novio, era agotador tenerlo siempre pegado.

Chuuya tenía un notorio sonrojo, se había atrevido a acurrucarse junto a su amado alfa, obteniendo qué involuntariamente los brazos de éste lo rodearan. Esto siempre ocurría pero eso no le quitaba lo vergonzoso, lo mejor de todo es qué Osamu no caía en cuenta de qué este acto solía ocurrir entre las parejas, por lo qué simplemente lo veía cómo una acción entre amigos.

-Osamu, ¿puedo besarte? - preguntó Chuuya con timidez, tener al chico de sus sueños tan cerca de él lo alteraba completamente.

Sin querer, empezó a soltar sus dulces feromonas, obteniendo rápidamente la atención del contrario, qué por inercia, olfateo su cuello.

-No hagas preguntas estúpidas, es un rotundo no, ya te he dicho qué no te veo de esa forma - respondió, mientras mantenía su rostro metido entre el cuello y hombro de su Omega- Y ya deja de esparcir tus feromonas, me dan asco.

Al escuchar esas palabras, Chuuya frunció el ceño, sabía que su alfa era algo frío e hiriente, además de indiferente respecto a sus sentimientos. Normalmente no le da importancia a ese tipo de respuestas, pero ahora si se sintió feito, le encantaría qué Osamu lo abrazara y lo besara, qué le diera mimos y lo tocara, pero eso ha sido imposible todos estos años, sigue recibiendo el rechazo de su amor.

Pero eso no le importa, Osamu es suyo, tarde o temprano lo tomará y aceptará su destino. Chuuya jamás se rendirá, ama al castaño con su vida, lo haría todo por él, todo.

Mi alfa |Soukoku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora