𝟣𝖮

666 69 31
                                    


My sweetheart, where are you?
I need someone to spend my time with to give and share all my love.

La brisa entraba cuidadosamente por la ventana, logrando que su cuerpo sintiera leves escalofríos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La brisa entraba cuidadosamente por la ventana, logrando que su cuerpo sintiera leves escalofríos. A la par, los rayos del sol le daban directamente en la cara; por lo que el pequeño omega, se limitó a ocultar su rostro entre las sabanas.

Estaba cansado, la noche anterior apenas había logrado cerrar los ojos, puesto que su mente estaba llena de pensamientos que involucraban al chico que más amaba en el mundo.

Dazai Osamu, su alfa.

Últimamente apenas lo había visto, y eso lo había mantenido inquieto. Extrañaba mucho su presencia, añoraba tanto poder abrazarlo y llenarlo de besos... Realmente quería estar en sus brazos.

Sus párpados se sentían pesados, y las mantas parecían ser su único consuelo; Lo abrazaban con tanta facilidad, y lo llenaban de tranquilidad. Simplemente la cama era suave y cómoda, perfecta para él.

La noche anterior había olvidado por completo cerrar las persianas de la ventana, así que el amanecer le brindaba una tenue luz, otorgándole a su rostro, los gratificantes rayos del sol.

Los días vislumbraban ser perfectos, el clima era ideal, y los pajaritos cantaban melodías tan dulces, que Chuuya no podía evitar tararear junto a ellos. Lo único que faltaba para complementar toda la alegría que residía en su cuerpo, era su castaño.

Si tan sólo estuviera junto a él, sus dulces sentimientos se desbordarían por cada parte de su ser. No podía evitar imaginarlo a su lado, acariciandolo gentilmente, y besando cada zona visible de su cuerpo. Deseaba tanto obtener eso... Él sería feliz incluso si Osamu le daba un simple abrazo.

Era un día sábado, no tenía nada que hacer, y a decir verdad, era bastante temprano. Por lo tanto, se conformaría con abrazar uno de los peluches que Dazai le había regalado en uno de sus pasados cumpleaños. Obviamente le había escrito su habitual mensaje de Buenos días a su amor, sin embargo, como era de esperar, su alfa tardó en contestar.

En ese intervalo de tiempo, en el cuál se la paso hechado en su cama, sin querer levantarse, y negándose a hacer algo productivo, se imaginó diversos escenarios ficticios, en los cuales su chico lo llenaba de halagos y caricias.

Un adorable sonrojo se expandió por sus mejillas, orejas y cuello. Si tan sólo Osamu fuera más atento con él, y lo visitara con cotidianidad, se estaría ahorrando los miles de pensamientos que rondaban por su cabeza.

¿Qué estará haciendo?

¿Con quién estará hablando?

Mi alfa |Soukoku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora