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Can i get a kiss?
And can you make it last forever?

 Can i get a kiss?And can you make it last forever?

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— ¡Kouyou-san! — formuló desesperado el castaño.

La fémina se acercó rápidamente a ambos chicos sin mencionar ni una palabra, pero el asombro y la angustia eran evidentes en su expresión. Intentó separarlos, sin embargo fué inútil, él omega se aferraba al alfa cómo si su vida dependiera de eso.

Por otro lado, Dazai lucía terrible, tratando de mantener la calma y cerrar la boca, en un vago intento de aliviar la picazón qué sentía en los colmillos, sintiendo la necesidad de morder. También, cómo era de esperar, no tenía mucha fuerza de voluntad, su instinto era mucho más dominante.

Sin embargo, podía apreciarse el enfado del pecoso omega, sus feromonas se habían vuelto ácidas, un aroma no muy agradable. Se sentía amenazado al sentir la otra presencia, le daba igual qué fuera su hermana, arruinó su momento más preciado, lo quería tanto, tanto.

— Vete. — espetó con evidente molestia, mirando con odio a su preciada hermana.

— Nakahara Chuuya, no me vengas con eso, deja ir a Dazai-kun ahora mismo. — Respondió con dureza la mujer, sin vacilar.

Osamu se sentía muy incómodo, pero había logrado calmarse un poco, ya qué Chuuya había dejado de aferrarse tan fuerte a él, debido a qué su atención se había dirigido a la mujer frente a ellos. Aparte su aroma ya no era para nada agradable, así qué le resultó más fácil aliviar las necesidades de aquellos jodidos instintos.

Ni corto ni perezoso, se separó del pelirrojo, obteniendo un fuerte sollozo de su parte. Los ojos del castaño se dirigieron instantáneamente a la mayor de la habitación, intercambiando miradas, rápidamente se acercó a la puerta para así salir, mientras qué la de hebras rosadas, sujetaba al más bajito con fuerza, evitando qué fuera tras él.

Al salir, cerró rápidamente la puerta, apoyándose un poco en ésta, soltando así por fin, un suspiro de alivio.

Los gritos del omega eran bulliciosos, se podían escuchar por toda la casa, gritaba el nombre de su alfa con evidente tristeza y desesperación, sin embargo Dazai lo único qué quería era salir de ese lugar. Se sentía sucio, el pensamiento de qué casí formaba un lazo irrompible con el pelirrojo, era abrumador.

Así que así sin más, salió de la casa.

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Habían pasado ya varios días desde qué Chuuya y él casi se enlazaban por medio de la marca de unión. Obviamente había recibido una llamada de disculpa proveniente de los familiares del omega, mostrando sus más sinceras disculpas por el comportamiento de su hijo. Kouyou también lo había llamado, diciéndole qué su hermano estaba completamente fuera de control, resulta qué estaba enfurecido con ella, al parecer, la odiaba.

Mi alfa |Soukoku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora