✿ Yang SeoYun es trasladada para ser co-mánager de Stray Kids, junto a un mánager que aplasta todas sus ideas y propone unas que a nadie le parece.
Un día, inesperadamente, ella queda a cargo del grupo.
Le habían pedido seguir las instrucciones, ¿p...
— Bueno, esperemos que tu hermana pueda hacer algo al respecto —murmuro, sería fantástico si eso pasara, pero es dificil hacer cambiar de opinión al señor Ahn.
Pero bueno, la esperanza es lo último que se pierde, ¿cierto?
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SeoYun's POV
Ha pasado una semana y media desde que me integré al equipo, he estado más en las sombras ya que los papeles me mantienen ocupada, también he intentado hablar con el mánager pero cada idea que le discuto me la pisotea al instante.
Ya me estoy aburriendo de esa dinámica, pero por lo menos tengo a Daehyun animándome cuando puede, ya que como lo transfirieron a la tercera división sólo hemos podido hablar por mensaje. Algo que extraño es hablar con alguien, estoy completamente sola, sin amigos o alguien que conozca, aunque tengo a mi hermano con el que hablo a veces, pero no es lo mismo.
Ahora estoy terminando de traspasar información del papel a un documento, hasta que el señor Ahn me interrumpe abruptamente.
— Buenos días señorita Yang. Voy a ser breve, tengo un viaje muy importante y el vuelo se adelantó a hoy, así que tome todo esto. —me pasa otras cinco carpetas más, este señor sí que le gusta desgastar papel, ¿qué le costaba mandar un documento?— Esto es toda la información para el comeback del grupo, me ausentaré por algunos meses así que tiene que sólo seguirlo y listo. Adiós. —él ni me deja procesar y se va con sus maletas.
Espera, ¡¿qué?!
Reviso todo lo que tengo que hacer. ¿De verdad este señor me dejó a cargo de todo un grupo? Debe ser una broma, una de muy mal gusto.
Me lleva unos minutos tranquilizarme y pensar claro. Okey, tendré que dejar lo administrativo a un lado para concentrarme en esto, lo que es un alivio la verdad, ya me estaba volviendo loca con tantos papeles y fechas.
Reviso la agenda con los días donde nos tenemos que reunir, es hoy en treinta minutos. Excelente, además de no avisar con anticipación, me deja una reunión dónde tendré que explicar detalles de sus ideas.
Voy a buscar una taza de café y empiezo a leer rápido lo más importante, pero la hora va en mi contra. Los minutos pasan tan rápido que, sin darme cuenta, ya estoy llegando atrasada.
Tomo todos los papeles y los dejo en una bolsa para correr a la sala de reuniones. La búsqueda de la sala es eterna ya que las puertas son casi iguales, hasta que por fin veo de reojo unas ocho personas conocidas. Suspiro y entro lentamente a la reunión.
— Hola, perdón por el retraso, pero me quedé viendo unos papeles. —saludo a los chicos y me siento.
— Está bien sunbaenim, el señor Ahn todavía no ha llegado. —me sonríe el chico con pecas.
