Travesuras (part 1)

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A la mañana siguiente, el sol ya se había levantado y sus rayos se filtraban a través de las cortinas, iluminando la habitación con una luz suave y cálida. Eran las 9 de la mañana y las chicas aún seguían durmiendo, envueltas en la comodidad de sus sueños y el calor de las sábanas.

Taylor fue la primera en despertarse, sintiendo un pequeño peso en su estómago que la sacó de su sueño. Al abrir los ojos, se encontró con la pierna de Tn descansando sobre ella. Un pequeño gesto que le recordó la nueva realidad que estaba viviendo: era madre.

No pudo evitar sonreír al ver a su hija durmiendo tan plácidamente. Con cuidado, levantó la pierna de Tn y se levantó de la cama, tratando de no despertar a la pequeña. Antes de salir de la habitación, se tomó un momento para acomodar a Tn, que estaba desparramada en la cama. La colocó bien, la tapó con la manta y le depositó un beso en la frente, un gesto lleno de amor y ternura.

Salió de la habitación y se dirigió al baño para comenzar su rutina matutina. Se lavó los dientes, limpió su rostro y aplicó su rutina de cuidado facial. Luego, se maquilló con un look sencillo y natural, perfecto para un día tranquilo en casa.

Una vez que terminó de arreglarse, bajó en pijama a la cocina para preparar el desayuno. La cocina estaba tranquila y ordenada, un lienzo en blanco listo para ser llenado con los aromas y sabores del desayuno.

Preparó tostadas con mermelada de fresa, su favorita, y cortó algunas frutas frescas: fresas, plátanos y kiwis. Luego, preparó dos tazas de leche con chocolate caliente, una para ella y otra para la pequeña y agrego algunas galletas para Tn. El aroma del chocolate llenó la cocina, creando una atmósfera cálida y acogedora.

Con el desayuno listo, lo colocó cuidadosamente en una bandeja y lo llevó a la habitación. Al entrar, vio a Tn aún durmiendo, su rostro tranquilo y relajado en el sueño. Con una sonrisa en su rostro, dejó la bandeja en la mesita de noche y se sentó en la cama, lista para despertar a Tn y comenzar el día juntas.

Taylor se sentó suavemente en la cama, tratando de despertar a Tn para que pudieran disfrutar del desayuno juntas.

Taylor: Buenos días, mi amor. Ya es hora de despertar. -dijo mientras le daba unos dulces besos en la mejilla.

Tn seguía durmiendo profundamente, sin mostrar señales de despertar.

Taylor: Linda, traje el desayuno. Despierta, mi pequeña dormilona. -dijo mientras le hacía cosquillas suavemente.

Tn comenzó a despertarse, riendo y disfrutando de las cosquillas.

Tn: Mamá, basta. Ya me desperté. -rió, aún con los ojos medio cerrados.

Taylor: Está bien, cariño. -dejó de hacerle cosquillas.

Tn se sentó en la cama, apoyando su espalda en el respaldo.

Taylor: Traje el desayuno. -dijo mientras se levantaba de la cama para agarrar la bandeja y la colocaba en el medio de la cama. Luego, se sentó nuevamente junto a Tn.

Tn: ¡Qué rico! Leche con chocolate. -dijo emocionada, agarrando su taza.

Taylor: Que lo disfrutes, mi amor. -dijo mientras también agarraba su taza y Tn le regalo una hermosa sonrisa.

Tn: Mamá, ¿podemos ver dibujitos juntas? -preguntó con entusiasmo.

Taylor: Claro, hermosa. -agarró el control remoto de la televisión y la encendió, poniendo los dibujos favoritos de la pequeña: los de Disney.

Tn se acurrucó en los brazos de su madre mientras tomaban su leche con chocolate y disfrutaban de los dibujitos juntas.

Después de un rato, terminaron de desayunar. Taylor levantó la bandeja y la llevó a la cocina, luego regresó y se acostó junto a Tn en la cama. Pasaron un rato más juntas, viendo los dibujitos y disfrutando de ese momento de conexión y amor entre madre e hija.

Un Reencuentro InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora