𝟑𝟎 𝐃𝐈𝐀𝐒 𝐂𝐎𝐍 𝐌𝐈 𝐄𝐗 | taekook

22: get over.

Los ojos de Taehyung, profundos y almendrados reflejaban un atisbo de preocupación. La luz que solía bailar en su mirada ahora era opacada por sombras inquietantes. Los matices cálidos habían cedido terreno a un abismo frío.

A pesar de sus intentos por concentrarse en su hijo, los destellos de inquietud se reflejaban en esos orbes oscuros. Cada parpadeo parecía llevar consigo la carga de las palabras de Jimin y los titulares de la prensa. Aunque su atención se dirigía hacia su pequeño, su mente estaba atrapada en un remolino de pensamientos turbios.

La tensión en su mirada contrastaba con la calma forzada en sus gestos al cuidar de su hijo. Aunque intentaba mantenerse sereno, sus ojos revelaban la tormenta interna que lo consumía.

En cuanto a Seokjin, apenas había intercambiado palabras con él. Su falta de comunicación con quien él consideraba un simple "asistente" había generado más incertidumbre en él que de costumbre. Seokjin, el hombre que debía estar al tanto de cada movimiento relacionado con la empresa, ahora estaba distante, fuera del alcance y sin dar respuestas.

¿Quién más podía hacer algo por su empresa si no él?

En el bullicioso aeropuerto, el alfa se encontraba sentado junto a Jungkook, compartiendo el espacio en medio del ajetreo constante. Su último intercambio de palabras fue justo después de dejar el departamento de Gustav, y desde entonces, sus miradas apenas se tocaban.

Su aroma distante era bastante notorio para el de cabellos dorados, quien ahora, se dedicaba amorosamente a entretener a Jaewon. El pequeño, envuelto en risas infantiles que contagiaba a los demás pasajeros, jugaba con entusiasmo en brazos de su padre omega.

Notaba la repentina distancia de sus papás, no era un secreto. ¿Ya habían terminado sus 30 días?

El omega, de vez en cuando —creyendo que era discreto— desviaba la mirada hacia Kim, consciente de la necesidad de no hacerlo sentir solo, pero sin saber qué más podía estarlo atormentando.

Jaewon se aproximó a Jungkook con paso tranquilo, sus pequeños ojos curiosos reflejando una inocencia tierna y genuina. Con su vocecita dulce y llena de curiosidad, rompió el silencio al preguntar a Jungkook sobre la preocupación que rodeaba a su papá Taehyung desde la mañana.

—¿Por qué papá Tae no ríe también? ¿Está enojado con nosotros?

Papá Tae parecía estar en su propio mundo. Su postura aunque tranquila, ocultaba una mezcla de emociones que no lograba disimular del todo. Aunque su rostro intentaba mantener la serenidad, sus ojos revelaban una mezcla de preocupación y distracción. Cada tanto, sus ojos se desviaban hacia los anuncios luminosos o las pantallas de información, como si buscaran respuestas en medio del caos del aeropuerto.

Aunque su amor por su familia era innegable, en ese instante parecía estar inmerso en preocupaciones que lo apartaban de la interacción cercana y ligera.

Jeon, con su mirada atenta y comprensiva, consideró cómo explicar la situación a su pequeño. Con una sonrisa cálida, se inclinó ligeramente para estar a la altura de Jaewon. Tomó un momento para elegir sus palabras.

—Verás, amor, a veces las personas pueden sentirse preocupadas o tristes por cosas que pasan, pero eso no significa que estén enojadas o molestas con alguien en particular. Papá Tae está pasando por un momento difícil, pero estamos aquí para apoyarlo y hacerle saber que siempre estaremos juntos como familia, ¿de acuerdo? —explicó con un deje de ternura, tratando de transmitir tranquilidad y seguridad.

—¿Puedo hacer algo para que se sienta mejor?

Jungkook le sonríe con cariño, conmovido por la preocupación del pequeño.