Capítulo 39

913 100 17
                                    

Levanto la mirada cuando abren la puerta. Mark entra y alza la ceja cuando me encuentra en el suelo. He pasado por varias situaciones incómodas, algunas más vergonzosas que otras. Pero esta ha superado mis perspectivas. Estaba en el suelo con las manos atadas, los pantalones bajos y posiblemente con un gran huevo en la frente por el golpe que me he dado por tratar de zafarme.

Nos quedamos en silencio mirándonos. Noto como le tiembla los labios. Volteo los ojos cuando suelta una carcajada que invade toda la habitación. Se coge del estómago y le salía varias lágrimas.

- ¿Vas a ayudarme? – estira su mano pidiéndome que le dé unos segundos. Volteo los ojos y suspira – Mark, no siento los brazos – suspira.

- Dios, no pensé que las mujeres fuesen tan peligrosas – vuelve a reír.

- No me vayas a mirar la polla, idiota – quita el nudo.

Me quejó del dolor y sacudo mis manos adormecidas. Me acomodo los pantalones y me siento en el suelo. Lo escucho reírse de nuevo, irritándome más de lo que estoy. Miro la hora del reloj de pared y muerdo mi labio. Ha pasado más de ocho horas y aún no sé nada de ella. La idea de que ella pueda estar en cualquier habitación enrollada con alguien más, me lastima. Bufo y llevo mis manos a mi cabeza.

- ¿Todo bien? – se sienta a mi lado.

- La he cagado, Mark – digo suavemente.

- ¿Qué sucedió?. No pude entender bien, solo sé que Jennie salió echando humo por las orejas después del evento – cierro los ojos.

- Jennie me descubrió enrollándome con una modelo – lo miro. Mark me miraba con los ojos abiertos.

- Joder, Lisa – asiento.

- Exacto. Joder, Lisa – me levanto – tuvimos una fuerte discusión, dije cosas asquerosas y fue una hija de pita con ella.

- Demasiado – suspiro.

- Ahora no sé que hacer, no sé que hacer para que me perdone – me siento en el sofá.

- ¿Ella te ató y te dejo con los pantalones bajos? – asiento.

- Lo hizo de manera de castigo. Pero eso no me importa, me lo merezco. Lo que no sale de mi cabeza es que no apareció en toda la noche y me confesó que tal vez iba a buscar con quién pasar la noche. Maldición – bufo. Mark se queda mirándome - ¿Qué?.

- Ella no hizo nada. Me invitó a beber un rato, pero por obvias razones no pude ir – explica – no te preocupes, cuide de ella.

- Así que, ¿ella no pasó la noche con nadie? – niega. Respiro aliviada.

- Pero bebió demasiado. Pensé que iba a acabar con ella misma – mando mi cabello hacia atrás, dejando mi frente a la vista.

- Joder, la he cagado.

- Demasiado – dice suavemente.

- ¿Qué hago? – lo miro – dime, ¿Qué hago para que me perdone?. Prácticamente, me vio con otra persona cuando le jure no hacerlo – me maldigo por imbécil.

- Pues por ahora, lo mejor es dejar que ella se calme un poco. Que se le pase la borrachera, debe de estar cruda – asiento.

- ¿Y luego? – me mira.

- Hablen. Explícale lo que sucedió. Que simplemente estás tratando de entender ciertas cosas, pero que con ella tienes en claro lo que quieres, solo que quieres ir despacio para asegurarte de las cosas y evitar situaciones como está – asiento.

- Sí, eso sirve – susurro - ¿a dónde pasó la noche?.

- Más bien la madrugada – ríe – en la habitación que alquilaste – asiento cuando recuerdo que saco la tarjeta. Me quedo mirando a Mark y suspiro.

𝘓𝘰𝘷𝘦 𝘐𝘴 𝘕𝘰𝘵 𝘖𝘷𝘦𝘳: 𝘛𝘏𝘌 𝘔𝘖𝘋𝘌𝘓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora