𝘓𝘰𝘷𝘦 𝘐𝘴 𝘕𝘰𝘵 𝘖𝘷𝘦𝘳: 𝘛𝘏𝘌 𝘔𝘖𝘋𝘌𝘓

Capítulo 65

Pov Lisa

Golpeaba los dedos al ritmo de la música de la radio. Mark conducía camino al hotel, ya que se lo pedí. Me sentía un poco mareada, aunque no lo suficiente para dejar de sentir este maldito sentimiento que me estaba ahogando. Quería intentarlo, en serio quería. Pero soy una estúpida miedosa, que ni pude hacerlo. Cuando me dijo que se acabó, le dije lo que sentía. Pero los malditos altavoces sonaron ahogando, ese te quiero en el aire. Tal vez me lo merezca por haberlo arruinado desde el primer momento. Tal vez es lo que debo pagar por mis malas decisiones y actos. El caso es que, creo que la perdí para siempre, y de tan solo pensar eso, me duele el pecho.

Bajo la mirada cuando mi móvil empieza a sonar. Lo saco y leo el nombre en la pantalla. Suspiro y contesto rápidamente.

- ¿Bueno?.

- Lalisa, ¿Dónde coños te has metido, tía? – mando mi cabello hacia atrás.

- Me he largado. No me sentía bien – me excuso.

- No me digas eso, no ahora Manoban. Tienes que venir.

- No puedo Joshua, lo siento. No estoy de ánimos – digo sincera.

- Vamos, Lisa. Mira que hay fiesta esta noche. Habrá muchas francesas por aquí – suelto una risita.

- No lo creo, Joshua, en serio.

- Lisa, tía, vamos. Te lo mereces, no me digas que no – presiono mi labio.

Sé que no es buena idea, pero necesito sacármela de la cabeza y dejar de sentir este dolor. Tal vez un par de copas más me ayudará. Suspiro y asiento.

- Va. Mándame la ubicación.

- Así se habla, Manoban. Ya te mando – asiento – gracias por aceptar.

- No hay de qué.

- Nos vemos.

- Vale, bye – cuelgo. Miro a Mark – ya no vamos al hotel – él me mira.

- ¿Entonces?.

- Llévame a esta ubicación – se la mando a su chat.

- Vale, jefa – me acomodo en la silla y miro a la ventana.

Esta noche será larga.

 Pov Jennie

Simi estaciona el auto. Abro los ojos y observo la gran casa de tres pisos. La música estaba al tope, se podía escuchar desde aquí. Notaba por las ventanas como el interior era iluminado por varias luces. Había algunas personas afuera, sentadas en las escaleras fumando.

- Venga, hemos llegado – asiento.

Me bajo del auto y miro por ambos lados. La calle estaba solitaria, solo en esta casa había ruido.

- Vamos – dice entrelazando nuestros brazos. Sonrío y asiento.

Sigo a Simi que nos guía al interior de la casa. Siento la mirada de las personas que están afuera, algunas de ellas murmullan. La música se hace más fuerte cuando pasamos la puerta. El lugar estaba al tope, había mucha gente. Simi se movía por la multitud. Estaba haciendo mucho calor, obligándome a quitarme la chaqueta.

- Simi – dice un hombre atractivo de chaqueta de cuero.

- Sebastian – se saludan de beso en la mejilla.

- No pensaba verte por aquí – dice con una sonrisa.

- Eso digo – me mira – Sebas, Jennie – el chico sonríe.

- Un gusto conocerte, dama – dice con acento francés.

- Lo mismo.

- Siéntense, hasta ahora empecé con la primera ronda – nos acomodamos en el sofá - ¿Qué quieren beber?.