𝘓𝘰𝘷𝘦 𝘐𝘴 𝘕𝘰𝘵 𝘖𝘷𝘦𝘳: 𝘛𝘏𝘌 𝘔𝘖𝘋𝘌𝘓

Capítulo 45

Pov Lisa

°Días atrás°

Escuchaba al hombre hablar mientras en la pantalla se iluminaba con varias imágenes, siendo explicadas por él. Aunque lo veía mover sus labios y señala con sus dedos, no escuchaba claramente lo que decía. Mi mente se encontraba en otro lugar, justamente en unos ojos felinos, que no salen de mi cabeza desde aquella noche que decidí dejarla ir por idiota. Podía recordar aquella noche perfectamente. En como las olas golpeaba con la orilla y la luna iluminando la noche oscura. Ella lucía ese perfecto vestido blanco que hacía una buena combinación con la luna. Todo iba bien, aunque ninguna de las dos hablo, no hasta que ella decidió hacerlo tomándome por sorpresa. Sé que lo que hice fue un error bastante malo, pero pensé que ya lo habíamos hablado. Pero hay estaba de nuevo aquel tema del que no tengo respuesta.

Obvio Jennie me gusta, claro que lo hace. Solo que aún no me siento prepara para algo serio, no al menos que me sienta un poco segura a ello. Con lo de Somi he quedado mal curada, no quiero volverlo a pasar. Sin embargo, ya era demasiado tarde para evitarlo. Cuando la vi esa noche con Taehyung, algo adentro de mi tomo control haciéndome sentir una cantidad de cosas que nunca había sentido en mi vida. Quería hablarlo, quería remediar mi mierda y la cagada que hice de quedarme callada en vez de decirle lo que quería. Y aunque lo trate, ella simplemente no quiso escuchar, prefirió irse con él que hablarlo, eso me dolió. Decidí no irme con Jisoo, aunque mis intenciones no era terminar en la cama de alguna de esas mujeres, pero no tenía ni ánimos de estar acompañada. Le pedí que se fueran, también, a Mark. Me quedé en mi oficina toda la noche, bebí hasta que no pude más, mi oficina quedo una mierda. El enojo que circulaba por mi sangre me hizo hacer estragos en esa oficina, estragos a los que tuve que limpiar después. Cuando pensé que no podía ponerse peor, Sana viene y me besa de esa manera. No me lo esperaba sinceramente. Me imagino que al entrar y verme cruda por el alcohol y las cosas en el suelo, pensó que necesitaba una ayuda para relajarme, pero lo único que hizo fue arruinarlo. Cuando la vi en esa puerta, me dejó perpleja. No sabía qué hacer o decir, como actuar. Simplemente, me quedé como una idiota. Pero cuando dijo que renunciaba, no lo soporte más, necesitaba remediarlo, necesitaba arreglarlo. No negaré que no me dolió cuando recibí aquel golpe, no lo esperaba sinceramente. Pero me dolió más aquella mirada, esa mirada en esos ojitos. Me sentí de la mierda. Sabía que seguirla no iba a ser la mejor idea, no quería arruinarlo más. Así que, solo regrese y hablé con Sana. Le pedí que se tomará unos días mientras las cosas se calman y luego lo hablaríamos. No quería salir de mi oficina. Pero las horas pasaron y estaba empezando a sentirme sin tiempo. Necesitaba hablar con ella, no podía dejarla ir. Así que decidí ir hasta la casa de Lily, que con suerte aún seguía allí, aunque hoy en día me arrepiento de estar ahí. Después de esperar tanto, por fin la vi llegando con sus amigas ebrias, pero cada una iba acompañada de un hombre. Sentí la peor mierda del mundo. Cuando pensé que era solo eso, tuve que recibir un peor golpe cuando la vi besándose de esa manera con ese hombre. De solo pensar que pasaron la noche me duele el pecho ahogándome. Un dolor que me deja sin voz, que se forma un nudo en la garganta obligándome a tragármelo. Eso, fea la peor mierda que he sentido en mi vida. No podía hacer nada, no podía simplemente bajarme del auto y acercarme a ella a pelearme, y menos cuando ella estaba ebria. Simplemente, tuve que quedarme con las manos cruzadas y largarme a mi oficina. Estuve hasta tarde, otra vez. Estaba tan mal que no note la gran cortada de mi mano que me hice al darle un golpe a la mesa, que termino quebrando aquel vaso de vidrio en mi mano. Simplemente, me lo cubrí y al otro día decidí ir al médico. Ahora, estoy aquí, pensando en como hacer para que ella no se vaya, en como remediar esto. O en como mejor me va dejando que se vaya para así dejar de sentirme miserable.

- Gracias a todos por asistir – dice ahora mi nueva secretaria.

Arreglo mi corbata y me levanto de la mesa. Salgo de la oficina, dirigiéndome rápidamente a mi oficina.