Capítulo 46

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En ese momento, Gonzalo tenía el rostro pálido como un papel, la sangre fluía constantemente de su boca y su expresión estaba llena de asombro e incredulidad.

Después de un momento, Casimiro y Teodoro finalmente pudieron levantar la vista. Cuando vieron que Simón estaba completamente ileso, se quedaron atónitos. ¿Cómo era posible? Pero Simón estaba de pie allí, sano y salvo, lo que los dejó incrédulos.

Justo en ese momento, el pergamino en manos de Gonzalo se rompió en pedazos y luego se convirtió en cenizas, desapareciendo por completo.

Gonzalo primero mostró sorpresa en su rostro, luego gritó con desesperación: —Ancestro, ancestro.

—No sigas llamándolo —frunció el ceño Simón—. Tu ancestro solo dejó un poco de poder como un recuerdo, y tú lo has consumido por completo. Solo puede haber este resultado.

Gonzalo miró furiosamente a Simón y dijo con odio:

—Has destruido el tesoro de mi familia.

La expresión de Simón se volvió fría de inmediato. Dio un paso adelante, cruzando una distancia de más de diez metros para llegar frente a Gonzalo, agarrándolo del cuello y levantándolo.

Los miembros de la familia Aguilar quedaron consternados y se apresuraron a rodearlos, deseando salvar a Gonzalo, pero ninguno de ellos se atrevió a intervenir. En ese momento, la vida o la muerte de Gonzalo estaba en manos de Simón.

Simón dijo fríamente:

—Ustedes me han provocado una y otra vez, y ni siquiera he querido lidiar con ustedes. Ahora, incluso culpan a mi cabeza. Entonces, pagarán por sus acciones.

Mientras hablaba, Simón sintió un poder irresistible en sus manos, y Gonzalo sintió que estaba a punto de sofocarse y morir.

En ese momento, Gonzalo finalmente se dio cuenta de cuán aterradora era la existencia de Simón. No solo lo había derrotado, sino que también había resistido el poder de la espada dejada por su ancestro. Simón era una figura que estaba más allá de la comprensión, casi como un ser divino.

Gonzalo, ahora completamente despierto, mostró un rostro lleno de miedo y comenzó a balbucear pidiendo clemencia. Sin embargo, en ese momento, ya no podía articular palabras y solo emitía respiraciones parecidas a las de una bestia.

Los miembros de la familia Aguilar estaban aterrados, y aunque podían ver que Simón estaba a punto de matar a Gonzalo, el aura asesina que Simón emanaba en ese momento hacía que todos se sintieran helados y ninguno se atrevió a acercarse para detenerlo.

Justo cuando Gonzalo estaba a punto de morir, Joaquín, desde lejos, se arrodilló repentinamente y gritó con todas sus fuerzas:

—Maestro, ten piedad. La familia Aguilar se somete.

Simón, al escuchar estas palabras, dirigió su mirada hacia Joaquín, resoplando con desdén. Luego, dejó a Gonzalo en el suelo.

Gonzalo, que se sentía como un pez a punto de ahogarse, tomó varias respiraciones profundas antes de recuperarse. Luego, suspiró profundamente y se inclinó ante Simón, diciendo:

—Gonzalo se somete y agradece al anciano por salvarme la vida.

La abrumadora diferencia de poder hizo que Gonzalo y los demás no tuvieran más opción que reconocer la realidad y someterse a Simón. En ese momento, Gonzalo también aceptó esto de corazón.

La mirada de Simón recorrió los rostros de la multitud. Gonzalo lideró a su familia, todos inclinaron la cabeza, al igual que Casimiro y Teodoro, quienes condujeron a sus familias a hacer una reverencia.

Cuando vio que todos se habían sometido completamente, Simón habló fríamente: —La benevolencia divina me guía esta vez, así que los perdonaré. Espero que en el futuro se cuiden mejor.

Después de decir esto, Simón se dio la vuelta y se dirigió hacia el puente.

En ese momento, Gonzalo observó la espalda de Simón y rápidamente dio unos pasos para seguirlo.

—Anciano, por favor, deténgase —dijo.

—¿Tienes algo más que decir? —preguntó Simón mientras se volvía para mirar a Gonzalo.

La gente de la familia Aguilar estaba confundida, ¿Gonzalo se atrevería a desafiar a Simón en este momento? Eso podría traer la ruina a la familia Aguilar. Casimiro y Teodoro intercambiaron miradas y le dieron señales a Gonzalo, instándolo a no provocar más problemas y evitar poner en peligro a sus propias familias.


Conviviendo con una atractiva CEO después del divorcioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora