Capítulo 58

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Ezequiel colgó el teléfono y tomó una profunda inspiración antes de acercarse lentamente a Simón. Realizó una reverencia de 90 grados y dijo:

—Mis disculpas, señor Palacios. He cometido un grave error y he ofendido al señor. Por favor, acepte mis disculpas y decidirá cómo castigarme.

La acción de Ezequiel dejó a todos presentes completamente sorprendidos. Luciano, Mario y sus secuaces quedaron atónitos, sin poder creer lo que veían. Incluso Sofía estaba confundida, sin entender cómo Ezequiel había cambiado de actitud de manera tan drástica de repente.

Solo Simón entendía la situación, ya que sus sentidos superaban ampliamente los de una persona promedio. Había escuchado cada palabra de la conversación telefónica entre Ezequiel y su padre.

Simón frunció ligeramente el ceño y respondió:

—Reconocer tus errores y enmendarlos es algo que aprecio. No tengo intención de ser severo contigo, así que no te preocupes.

Ezequiel respondió con cuidado:

—Gracias, señor. Por favor, espere un momento. Mi padre vendrá pronto para ofrecerle sus disculpas en persona.

Esta declaración sorprendió nuevamente a todos los presentes. No entendían lo que estaba sucediendo y por qué Ezequiel, una figura importante de los Fernández, de repente mostraba tanto respeto hacia este joven. Para los Fernández, esto era una pérdida de prestigio, especialmente con extraños presentes en la sala.

Ezequiel comprendía claramente que la amenaza que Simón representaba para las tres grandes familias y el hecho de que su padre lo hubiera mencionado en esa conversación eran señales de cuán aterrador era este individuo. En ese momento, lo más importante era obtener el perdón de Simón y evitar que los Fernández se vieran envueltos en problemas mayores.

Al ver la actitud de Ezequiel, Mario, un hombre sensato, decidió guardar silencio y no decir una palabra más.

Luciano, por otro lado, estaba completamente confundido y, en cierto sentido, menospreciaba a Ezequiel. Se atrevió a burlarse de la situación y preguntó:

—Don Fernández, ¿qué está sucediendo con los Fernández? ¿Por qué están tan asustados? ¿Cómo vamos a seguir trabajando juntos en el futuro?

Pero en ese momento, Ezequiel se volvió hacia Luciano con frialdad y le dijo:

—Sal inmediatamente de aquí, regresa a Monto vestía, o de lo contrario, haré que desaparezcas en Valivaria.

Ezequiel ya no era amable con Luciano, quien había demostrado una falta de respeto y comprensión de la situación. La colaboración con Luciano ya no le importaba, y no quería que Luciano presenciara la llegada de su padre y las consecuencias de su error.

Luciano quedó completamente sorprendido y no entendía por qué Ezequiel de repente se volvía tan frío y hasta hostil hacia él.

—Don Fernández, ¿qué estás haciendo? —preguntó Luciano confundido.

—¿Qué estoy haciendo? Tú has causado este problema, ¿no es así? ¿No te has ido ya? — respondió Ezequiel con enojo.

Luciano tembló ante la respuesta de Ezequiel. Sabía que no podía enfrentarse a los Fernández, pero tampoco estaba dispuesto a tolerar tal trato. Se levantó rápidamente y dijo:

—Muy bien, si no quieres cooperar, me voy. Los Fernández no son tan impresionantes después de todo.

Con un gesto de la mano, Luciano se fue rápidamente con sus hombres.

Ezequiel resopló con desprecio y luego se volvió hacia Mario y los demás, ordenándoles que se fueran también.

En ese momento, la espaciosa sala privada solo tenía a Simón, Sofía y Ezequiel.

Ezequiel rápidamente abrió una botella de Louis XIII, sirvió una copa para Simón y la colocó respetuosamente frente a él, diciendo:

—Señor Palacios, por favor, tome una copa.

Simón levantó su copa y probó un sorbo. La tensión en la habitación empezó a disiparse, aliviando a Ezequiel en cierta medida.

Mientras tanto, Sofía estaba completamente perpleja. No entendía en absoluto lo que estaba sucediendo.

Hace un momento, estaba preocupada por Simón, y ahora él parecía ser el invitado de honor en la sala, recibiendo un trato excepcional por parte de Ezequiel. No podía comprender por qué Simón había provocado esta transformación y por qué Ezequiel estaba actuando de esta manera.

Enese momento, la puerta de la sala se abrió de golpe y Casimiro entróapresuradamente con un aire de urgencia.

Conviviendo con una atractiva CEO después del divorcioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora