Capítulo 91

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Simón sonrió sarcásticamente.

Este extranjero, probablemente jamás imaginó que Simón poseía una red de inteligencia de nivel mundial y un hacker de primera clase.

Sin estas condiciones, los años en que lideró la Compañía de Mercenarios del Abismo no habrían sido tan invencibles.

En ese momento, Simón sonrió levemente y dijo: —Robert Saxon, has cometido numerosos fraudes en Estados Unidos y estás en la lista de los más buscados de ese país, así que te refugiaste en Andalucía Dorada. Ahora intentas retomar tus viejos métodos, dime, ¿qué es lo que, en realidad quieres obtener de Xenia?

Tras escuchar estas crudas palabras, el rostro de Robert cambió instantáneamente y el sudor comenzó a brotar en su frente.

Jamás pensó que en este país alguien pudiera conocer su verdadero rostro, ¿cómo sería esto posible?

Sin embargo, él era un estafador muy experimentado en la materia y, no entró en pánico, sino que mantuvo el silencio y comenzó a pensar rápidamente en una rápida estrategia.

Pero en este instante, Xenia no pudo contenerse más.

Se levantó abruptamente, apuntando furiosamente a Simón y le dijo: —Simón, ¿qué pretendes con esto? Te atreves a acusar a mi novio de ser un estafador, vas a tener que asumir graves responsabilidades legales por esto.

—Xenia —Simón ya no fue tan cortés y dijo con voz firme—. Eres demasiado arrogante y prepotente, ¿mira qué es esto?

Dicho esto, Simón sacó cuidadosamente su teléfono móvil, abrió una orden de detención que le había enviado Natalia y la puso frente a Xenia.

Ella miró fijamente y, tras unos momentos, se le vio temblar y negar con la cabeza repetidamente: —No es posible, esto no puede ser.

—¿Imposible? Veo que realmente confías en él —Simón rápidamente guardó su teléfono móvil y se sentó con gran ligereza para ver cómo Robert seguiría actuando.

Mientras tanto, Robert parecía muy calmado, con una leve sonrisa y le dijo a Xenia: —Querida, es solo un montaje fotográfico, no te preocupes por eso. Si tienes alguna duda, mañana puedo llevarte a Estados Unidos para visitar la sede de nuestro grupo financiero. Creo que todos te recibirán con los brazos abiertos.

Al escuchar esto, Xenia se relajó bastante y dijo mirando detenidamente a Simón: —¿Escuchaste? Recurres a estas artimañas solo para llamar la atención, esto es realmente despreciable.

La ira se pintó en el rostro de Simón, este tipo realmente era incapaz de reconocer sus propios límites.

Una persona así, sin importar si cometía errores en sus funciones o no, Horizon ya no debería contratar con ella.

Este tipo de personas, incluso si no tienen problemas hoy, tarde o temprano causarán muy graves problemas, mejor despedirla ahora.

Simón la miró y dijo lentamente: —Xenia, le recuerdo que eres una ejecutiva de Horizon, ¿no es así?

—Correcto, jamás podrás alcanzar mi nivel. Dijo Xenia con total arrogancia.

Simón frunció el ceño y suspiró: —No es que yo no valore nuestra antigua amistad escolar, pero eres demasiado peligrosa, estás despedida definitivamente.

—¿Qué dijiste? —Xenia dijo sorprendida.

Simón respondió calmadamente: — Que, ¡estás despedida!

Xenia se quedó atónita por un momento y de repente comenzó a reír a grandes carcajadas.

Mientras se reía, señaló a Simón y le dijo: —Jajaja, ¿quién te crees que eres para despedirme? Eres muy estúpido y arrogante.

Simón se mantuvo en completo silencio, simplemente negó con la cabeza y luego envió discretamente un mensaje a Daniela, para que despidiera inmediatamente a Xenia. Mantener a una persona así en la empresa era demasiado riesgo y peligro.

Observando que Simón no hablaba, solo jugaba con su teléfono, Xenia se animó aún más y dijo con gran arrogancia: —Un desecho de la sociedad baja, el hecho de que puedas sentarte conmigo, ya es un gran favor que te hago tan solo por ser compañeros de clase nada más. ¿Y aún hablas de amistad entre compañeros? Si no fuera por ese mínimo de consideración, no querría ni siquiera que me llevaras los zapatos, ¡eres una basura!

En ese momento, Sofía no pudo seguir escuchando y se levantó diciendo: —Xenia, No te pases de la raya, todos aquí somos compañeros de clase, no debes insultarlo de esa forma.

—Sofía, ¿cómo puedes ser tan ingenua? —Xenia inmediatamente comenzó a regañar a Sofía—. ¿Sabes cuál es el propósito de ese pobre? Lo sé muy bien, y está muy claro. Él solo está celoso de nuestra posición actual, tratando de menospreciar a los demás para elevarse a sí mismo. Se acerca a ti con una intención oculta, en realidad no te dejes engañar.

—Si me engañan o no, solo yo lo sabré. —Por otro lado, Xenia, espero que consideres seriamente lo que Simón te ha dicho.

Sofía conocía las grandes habilidades de Simón y confiaba en que él no difamaría a otros sin razón alguna, así que este hombre extranjero era realmente sospechoso.


Conviviendo con una atractiva CEO después del divorcioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora