O3

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JiSung encuentra trabajo varios días después de su llegada a la isla.

Consigue un puesto en la cafetería de Chan, quien había escuchado mencionarle a Felix que necesitaba un trabajo con urgencia, ya que eventualmente se quedaría sin dinero. Éste felizmente le ofrece el puesto detrás de la barra, encargándolo de los pedidos para llevar. Además, le presenta a Tiffany, su novia, quien resulta ser la camarera con acento americano con la que ha conseguido llevarse bien.

Y todo parece ir tan bien que parece irreal. Todo parece ir de la forma en la que debería y le resulta difícil acostumbrarse a que las cosas vayan bien, así que lo disfruta con los sentidos alerta, tan solo por si acaso.

Llega el viernes por la tarde, su último día de trabajo hasta la semana siguiente. Se abrocha la chaqueta marrón, guarda su teléfono móvil y llaves de la casa en uno de sus bolsillos y se mira en el pequeño espejo de la entrada principal. Se peina con las manos su cabello que caen sobre sus ojos y, cuando considera que se ve decente, abre la puerta.

Y se lleva una sorpresa.

Se sobresalta al ver a un perro sentado en la alfombrilla frente a su puerta. Es un perro de pelaje negro, que jadea felizmente con la lengua fuera de su boca.

JiSung comienza a preguntarse si tiene algún imán para los animales.

—Dal, ven aquí, joder.

El peliazul levanta la mirada al oír esa voz y se encuentra con aquellos ojos azules. MinHo, el amigo de Felix, se acerca al porche con una chaqueta de cuero negra, el cabello castaño despeinado y un cigarrillo tras su oreja. Su piel pálida contrasta con la fina nieve que cubre todo.

—Hey, pequeño — JiSung le dedica una sonrisa al perro de MinHo mientras se agacha para acariciar su cabeza con cariño.

—Mierda, Dal, te dije que no te acerques por aquí —MinHo habla molesto mientras sube los peldaños del porche con más fuerza de la necesaria.

Cuando llega hasta el animal, le pone una correa en el collar rojizo y tira de él para alejarlo del chico.

—Hola, MinHo — con una sonrisa amable, JiSung se levanta para quedar a la altura del contrario.

Sin embargo, no recibe nada a cambio, solo una mirada inexpresiva que lo analiza de arriba a abajo con un rostro completamente serio. JiSung no puede evitar sentirse pequeño en su presencia y comienza a preguntarse si aquel chico de ojos azules podría ser un peligro para él.

Parece odiarlo, parece quererlo lejos para no volver a verlo nunca más, y él no logra entender por qué. Siempre ha sido sensible y amable con todo el mundo, y el aparente odio del castaño lo desconcierta.

¿Había hecho algo mal para recibir tal desprecio?

Por su parte, MinHo niega con la cabeza antes de darse la vuelta, con el perro llamado Dal caminando a su lado. Simplemente se marcha por donde ha llegado, y él piensa que es la persona más amargada con la que ha podido encontrarse.

Se pregunta por qué todos parecen adorarlo, por qué los ojos de todos brillan al hablar de él cuando el castaño parece odiar al mundo.

O tal vez, simplemente, solo lo odia a él.

•••

Días después, tiene otro encuentro con la mascota de MinHo.

Cuando el sol ha caído y los grillos comienzan a cantarle a la luna, unas garras arañan la puerta principal de su casa.

El peliazul estaba aburrido intentando ver alguna comedia romántica nueva en Netflix, con su cuerpo esparcido por el sofá repleto de mantas que lo mantenían felizmente caliente. Había tenido un día ocupado en la cafetería y había estado comprando cosas para la despensa por la mañana, por lo que estaba algo cansado.

❝Heart cold as ice blue❞『•MinSung•』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora