❝Heart cold as ice blue❞『•MinSung•』

19

AIRE 1.

Días después, comienzan con aire.

MinHo pasa toda la tarde preparando el interior de su hogar, mientras JiSung trabaja. Aparta el sofá y la mesita de café a un lado de la sala para crear su propio nido con todas las mantas y almohadas que encuentra por la casa, tomándose su tiempo para que el nido quede lo más bonito y cómodo posible. También abre todas las ventanas para que el aire frío de principios de diciembre esté presente en todo el lugar y se asegura de encender la chimenea para que el peliazul no tenga frío al llegar.

Ya ha comprado los regalos necesarios para la ocasión, su hogar huele a incienso de café y al aire fresco con toques de lluvia, ya que ha estado lloviendo la mayor parte del día. Y cuando termina de colocarlo todo, se detiene a mirar a su alrededor, satisfecho por cómo ha quedado.

No puede evitar sonreír, porque de verdad está haciendo eso. Y es que realmente no se había dado cuenta de lo congelado que su corazón estaba hasta que JiSung llegó y lo derritió, dándole vida y pulso. Dándole una perspectiva diferente a todo en lo que creía.

Finalmente, cuando se dispone a dar los últimos retoques perfeccionistas, el timbre suena, haciendo que Dal se levante de su cama en una esquina de la sala y ladre alegremente mientras corre hasta la puerta.

Y él sonríe ampliamente, sabiendo que debe ser su bonito chico de ojos verdes.

Pero más allá de la realidad, al abrir la puerta se topa con aquellos ojos grises que pensó que nunca más vería, aquellos que solo aparecían en sus malos sueños. Kim SeungMin, con su pelo morado, su perfil delicado, su piel pálida y su cuerpo delicado.

Y MinHo siente que todo el mundo se detiene, que de repente se encuentra dentro de una de sus horribles pesadillas.

—Hola, MinHo — su voz ha cambiado, ahora es más dulce y suave, pero sin embargo revuelve por completo su estómago.

Su rostro se vuelve completamente pálido, sus ojos azules lo miran con odio, frío y rencor. Recuerdos horribles de una noche borrosa lo invaden, y se da cuenta de que esto es mucho peor que todas las pesadillas que ha tenido nunca.

Porque esto es real.

—¿Qué haces aquí? Vete — escupe con rabia, a pesar de que su voz suena más débil de lo que le gustaría.

SeungMin aprieta los labios, jugando nervioso con las mangas de su suéter.

—Tienes que escucharme, sé que hice las cosas mal, pero tienes que escucharme.

El alfa no puede evitar soltar una pequeña risa irónica, sintiendo cómo la ira quema cada parte de su cuerpo.

—No tengo absolutamente nada que escuchar, no quiero saber nada de ti.

SeungMin tiembla levemente por la brusquedad del castaño, pero se mantiene allí, mirándolo con lástima y arrepentimiento.

—Va a lastimarte, tengo que decirte algo sobre él.

—¿De qué hablas? — los ojos de MinHo lo miran con desprecio, su alfa gruñe y tan solo quiere olvidar que alguna vez conoció a aquel chico de apariencia amable y delicada.

—JiSung — musita, con determinación en su mirada, seguro de cada palabra que sale de sus labios—. No es quien dice ser.

La ira lo consume rápidamente, sin poder creer que tenga el descaro de presentarse allí después de todo y hablar de su chico como si lo conociera de algo.

—No te atrevas a hablar de él.

Ante aquellas palabras, SeungMin asiente, con una mueca de decepción en su rostro.