O5

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—¿Están todos en mi contra? — pregunta MinHo, caminando de un lado a otro en la gran sala de la casa de Felix y HyunJin.

Acababa de ser informado de que JiSung había sido invitado a la cena de esa noche, y lo que era peor, que había aceptado.

Sabía que estaba siendo dramático, pero no lo quería cerca. No sabía cómo controlar a su corazón rebelde y salvaje. Cuanto más tiempo estuviera a su alrededor, más posibilidades había de que su corazón salvaje y caprichoso cayera por unos ojos verdes y una sonrisa amable con unos cachetitos esponjosos.

Si eso llegaba a pasar, estaría perdido por completo.

Y ya había cometido ese error una vez.

Chan y Tifanny se encontraban sentados en el gran sofá, con sus respectivas copas de vino en sus manos, mientras Felix se encontraba de pie, rodeado por los brazos de HyunJin.

—Deberías tranquilizarte, alfa — dice Tiffany antes de tomar un sorbo de su copa.

—¿Lo están haciendo a propósito? — vuelve a preguntar alterado, sin detener sus movimientos.

Realmente estaba molesto. Conocía demasiado bien a sus amigos.

—MinHo, JiSung solo va a venir a cenar. Es nuestro amigo y tendrás que aceptarlo tarde o temprano —dice Felix seriamente—. Ni siquiera tienes que prestarle atención, tan solo sé amable.

MinHo lo mira antes de soltar una pequeña risa irónica y negar repetidas veces con la cabeza.

—¿Sí? ¿Yo tengo que aceptarlo y ustedes no pueden aceptar que no lo quiero cerca?

—No todos son como él, MinHo — habla Chan esta vez, pasando uno de sus brazos sobre los hombros de su omega.

MinHo no responde, tan solo aparta la mirada, poniéndose tenso ante la mención de aquel que había roto su corazón tiempo atrás.

—Sé que traman algo — murmura.

—¿Puedes simplemente dejar de pensar que todo gira a tu alrededor? JiSung es un buen chico, es amable y no le haría daño ni a una jodida mosca. Nos cae bien y no hay más que hablar — sentencia Felix, moviéndose de los brazos de su alfa para tomar una de las copas de la encimera y llenarla de vino.

—El otro día me contó que lloraba con películas románticas, te aseguro que puedes estar tranquilo — añade Chan divertido, a lo que Tiffany asiente.

Pero por eso mismo no podía estar tranquilo. Porque eso era una de las cosas que odiaba de JiSung, lo malditamente bueno que era. Porque era bueno, amable y tenía una preciosa sonrisa que le hacía sentir débil por alguna maldita razón.

Había tantas cosas que en tan poco tiempo había aprendido a odiar de JiSung. Como la forma en la que habla, lento y con su voz suave, la forma en la que sus piernas largas y torpes se enredan entre sí y le hace recordar a Bambi, la forma en la que ríe por sus propios chistes y, por encima de todo, la forma en la que, a pesar de todo, sigue siendo amable con él.

Digamos que MinHo se entretiene mirándolo en la cafetería de Chan mientras trabaja, haciendo una lista mental de todas esas pequeñas cosas que odia de él.

Finalmente, se rinde. Suelta un suspiro cansado y pasa sus manos por su rostro en señal de derrota.

—No pueden mentir eternamente. Se acabará enterando de que no son como él, y cuando eso ocurra y salga corriendo como hacen todos, no voy a ser yo quien los consuele.

El ambiente se tensa tras eso y, minutos después, cuando MinHo se encuentra viendo una aburrida película en la sala, ya un poco más calmado, las dos parejas se encuentran debatiendo en susurros en la cocina.

❝Heart cold as ice blue❞『•MinSung•』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora