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TIERRA 1.

JiSung sale del cuarto de baño de la casa de MinHo con una toalla alrededor de su cintura. Las gotas de agua caen de su cabello mojado y su cuerpo está completamente limpio de tatuajes.

MinHo lo ve salir y enseguida nota la herida que aquel lobo causó en su bonito chico, ya que resalta contra la suave piel. Suelta un pequeño bufido al verla, porque esa marca es un recordatorio constante de que no llegó a tiempo aquel día.

Y no puede evitar sentirse culpable.

Aun así, lo mira fascinado, como si no hubiera visto antes semejante obra de arte, como si fuera la persona más afortunada del universo al poder tener a JiSung.

Porque ciertamente lo es.

Ese día habían comido en un restaurante del pequeño pueblo, y durante la comida hablaron de los elementos que quedaban, tierra y fuego. MinHo le explicó de qué trataban, y las mejillas de JiSung se volvieron de un tono carmesí, lo que hizo reír al alfa por su repentino nerviosismo.

Decir que estaba nervioso era poco. Porque ya no solo quería que todo estuviera perfecto, no solo quería planear un futuro con MinHo y no solo quería hacerlo sentir bien, también quería y debía contarle aquello que le quitaba el sueño por las noches. Aquello que lo había hecho huir sin mirar atrás, porque todo lo que le quedaba le había sido arrebatado.

En su cabeza, durante todo el día, la palabra “confianza” resonaba sin cesar. Y sabía que debía hablar con MinHo, pero estaba tan asustado de perderlo que simplemente prefirió callar, al menos por el momento.

—¿La habitación está lo suficientemente caliente? — pregunta el alfa, tomándolo por la cintura donde la toalla no cubre, sonriendo divertido al ver cómo la piel del chico se eriza por su toque.

—Sí, está bien, gracias — musita en respuesta, con las mejillas rojizas.

MinHo le da un pequeño beso antes de señalar una muda de ropa sobre la cama. Era ropa de él, y eso hace que sus ojos verdes se iluminen.

—Vístete mientras yo preparo un poco de té—dice con una sonrisa, dejando un casto beso en la mejilla de JiSung antes de salir de la habitación.

El peliazul suelta un suspiro cansado cuando se queda solo. Comienza a vestirse lentamente, mientras sus pensamientos lo atacan sin cesar. Su conciencia no está tranquila, y él tampoco lo está. Porque quiere contarle todo a MinHo, pero el no saber si eso los unirá o alejará le da miedo.

Lo que tienen ahora les ha costado tanto, que no se atreve a decir algo que podría hacer que todo se desmorone.

Sin embargo, intenta ignorarlo, y cuando está listo y calentito con la ropa de MinHo que huele a cigarrillo y lavanda, se dirige a la cocina donde está preparando té en dos tazas de gatitos.

—Tus tazas son realmente bonitas — dice, sonriendo con cariño mientras lo mira.

MinHo se gira para mirarlo, satisfecho de verlo con su ropa.

—Hey, voy a empezar a acostumbrarme a verte con mi ropa — el peliazul sonríe ante esas palabras.

—Me gusta más que la mía, huele a ti.

❝Heart cold as ice blue❞『•MinSung•』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora