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MinHo no tarda en volver con el abrigo de JiSung en las manos, acercándose y colocándolo sobre sus hombros con cuidado.

—Vas a resfriarte si no te abrigas más, ratóncillo — las mejillas de JiSung se encienden levemente.

—¿Me lo dices tú? Apenas te veo vestir algo más que un suéter y tu chaqueta de cuero.

MinHo sonríe levemente antes de tomar el cigarrillo que siempre solía llevar tras la oreja, lo coloca en sus labios y luego saca el encendedor de su bolsillo para encenderlo. Y a JiSung no debería parecerle completamente adorable mientras acerca el fuego a sus labios y toma una profunda calada, pero lo es.

—Yo no lo necesito, pero un ratón como tú sí — dice divertido después de soltar el humo.

-—No vas a dejar de llamarme así, ¿verdad?—habla en un falso tono molesto, porque nunca admitiría en voz alta que le gusta el extraño apodo.

—No lo creo — responde antes de comenzar a caminar hacia su coche.

JiSung rueda los ojos pero lo sigue, subiéndose al auto donde finalmente puede suspirar aliviado cuando el aire acondicionado lo recibe.

MinHo arranca y una vez más conduce sin apartar la mirada de la carretera, algo que él agradece mentalmente porque así puede apreciar su hermoso rostro sin ser descubierto.

La luz de la luna baila sobre su piel, sus ojos se ven increíblemente azules y sus labios rojos solo hacen que JiSung quiera besarlo en ese mismo momento. MinHo es una maldita obra de arte, alguien a quien puedes observar eternamente sin cansarte, alguien que, a pesar de su carácter agridulce, ha hecho que caiga más fuerte de lo que debería.

¿Cómo puede sentirse tan perdido por él?

MinHo es una de esas personas adictivas, una vez que lo conoces no hay vuelta atrás. No puedes ni quieres sacarlo de tu cabeza, y aunque JiSung nunca sabe a dónde llegará con él y a pesar de que a veces sea un idiota, se siente maravillado de conocerlo.

Porque MinHo le hace sentir algo que nunca antes había sentido.

—Gracias — murmura JiSung.

—¿Mhm?

—Gracias por acompañarme y consolarme cuando no tenías por qué hacerlo — sonríe tímidamente—. Y por salvarme un par de veces.

MinHo suelta una pequeña risa y lo mira.

—Quiero decir, sigues siendo un poco insoportable — dice, pero esta vez no hay frialdad en sus palabras. Lo dice divertido, con una bonita sonrisa en sus labios.

—¿Sabes? Es gracioso cómo no paras de repetir lo poco que te importo, pero no dejas de demostrar lo contrario.

—No sé de qué hablas, a mí no me importas en lo absoluto.

Pero la pequeña sonrisa en su rostro le hace saber que está mintiendo, y su corazón se rebela con fuerza en su pecho. Tal vez, no todo es tan malo.

MinHo lo confunde, es un caos de sentimientos cruzados entre ellos que lo hacen perder la cabeza, lo hacen sentir débil e indefenso. Pero si algo tiene claro, es que su pequeño enamoramiento por el chico de corazón frío y ojos azules cada vez es más grande.

Y esa noche se duerme entre sueños de unos ojos azules, tazas de purpurina y sobre un chico al que le gustaría poder llamar suyo.

•••

“FIESTA DE ANTIFACES, NO TE LO PIERDAS.”

“Estás invitado a la gran fiesta de disfraces, este viernes en la mansión abandonada.
A las 20:00”

❝Heart cold as ice blue❞『•MinSung•』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora