╰┈➤ 𝗘𝗡 𝗨𝗡 𝗠𝗨𝗡𝗗𝗢 𝗟𝗟𝗘𝗡𝗢 𝗗𝗘 𝗣𝗘𝗥𝗦𝗢𝗡𝗔𝗦 𝗖𝗢𝗡 𝗣𝗢𝗗𝗘𝗥𝗘𝗦, donde el fenómeno de las peculiaridades ha puesto en escena al mundo, no es de extrañar que tengas uno, pero sí bastante extraño.
Una peculiaridad que te permite conoce...
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━━━━ 𝗦𝗘𝗜𝗦 𝗠𝗘𝗦𝗘𝗦 𝗔𝗡𝗧𝗘𝗦 𝗗𝗘𝗟 𝗘𝗫𝗔𝗠𝗘𝗡 𝗗𝗘 𝗜𝗡𝗚𝗥𝗘𝗦𝗢
Al bajar del tren, te arrastras hacia el andén. La estación estaba llena de gente, de diferentes formas y tamaños, entrando en trenes que estaban a punto de despegar, saliendo de la estación lo más rápido que podían para llegar a su cita, y algunos holgazaneando, eligiendo disfrutar de las variantes de tiendas que ofrecía la estación.
Llevando consigo su pesada mochila, rápidamente sacas un pequeño dispositivo. Un dispositivo con el que tu madre te había ayudado hace mucho tiempo, al escuchar una de tus peticiones.
Escribiste un destino, el lugar que tu madre te había dicho que fueras para encontrarte con sus amables colegas, quienes fueron lo suficientemente amables como para ayudarte con tu mudanza. Supongo que tu madre no mentía cuando dijo que ella se encargaría de todo.
La pokedex dejó escapar un sonido mientras volvías a comprobar el destino.
"𝗨.𝗔 𝗘𝗦𝗖𝗨𝗘𝗟𝗔 𝗦𝗘𝗖𝗨𝗡𝗗𝗔𝗥𝗜𝗔."
Saliste de la estación, siguiendo diligentemente las instrucciones. Intentando no toparse con la gran aglomeración de gente.
Musutafu era mucho más ruidoso de lo que pensabas, con sus rascacielos esparcidos alrededor de la gente aparentemente dulce merodeando por ahí. En general, una ciudad muy querida y cuidada.
── ¡Hay un héroe ahí! ¡Comprobémoslo!
Algunas personas charlaron y corrieron hacia un área específica lejos de donde caminabas. Basta mirar un poco hacia atrás para ver cómo se está produciendo un robo entre muchas personas.
Aparentemente, un héroe estaba actualmente ocupado tratando de capturar al criminal arrasador. Un héroe basado en madera, con sus fanáticas gritando animándolo desde sus lugares.
Apartaste la mirada sin pensarlo mucho, pegándote al mapa, mientras caminabas hacia la U.A. Evitando la avalancha de gente que pasaba junto para ver la heroica acción. Sintiendo una ligera brisa, acercaste tu chaqueta a ti. Suspiraste, tirando ligeramente de las correas para liberar la carga que pesaba sobre tus hombros.
