Lady Wifi

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CAPÍTULO 9

CAPÍTULO 9

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Reacción


El villano del día había hecho presencia en su hora escolar, así que como buena persona responsable, tuvo que acudir como Phénix para derrotarlo, liberarlo de la akumatización para mejores palabras.

Los minutos pasaban y eso significaba que estaba perdiendo clase, por lo que debían darse prisa.

Todo fue "rutina".
Golpe, esquivo, golpe, Amuleto encantado, esquivo, Flama vigorosa, golpe, esquivo, esquivo, Cataclismo, esquivo, te quito el objeto, lo rompo, adiós mariposita, miraculous Ladybug, fin.
El villano se des-transforma.

Chat Noir y ella estaban consolando a aquella chica que fue akumatizada, estaba tapada con una manta y algo confundida.

Muy pronto llegó un familiar por ella, dándole paso para irse.

—Estará bien—su compañero le mencionó—

—Lo sé, Chat Noir. Siempre están bien. Pero ahora debo irme

—¿No te quedarás a saludar? Mira a Ladybug, se ve muy feliz

Era cierto, Ladybug estaba nerviosa pero emocionada por las felicitaciones y agradecimientos.
Realmente era algo que te hacía sentir un cosquilleo, pero no tenía tiempo para eso.

—Lo siento. Estoy corta de tiempo.

Chat Noir la vio con desilusión, ya que rara vez Phénix se daba el tiempo de saludar a los fans o quedarse para charlar.

—¿Un minuto?

—No. Es que realmente estoy corta de tiempo—le señaló su miraculous, dándole a entender que realmente le quedaba poco tiempo—No me puedo quedar.

El anillo de Chat Noir también sonó, indicándoles que a él también se le agotaba el tiempo.

—Tal vez otro día. ¡Oye, Ladybug!—el chico la llamó, pero ella no respondía—¡Ladybug!—y seguía sin responder—

—Creo que está absorta en su mundo.—volvió a sonar su miraculous—Y yo me tengo que ir—¡Adiós, Ladybug!—pero no escuchó—¿Qué se pude hacer? Nos vemos luego, Chat Noir

Phénix se elevó con su látigo sin darle la oportunidad de despedirse, a lo que simplemente alzó su mano en despedida aún si no la viera.

La peli-magenta saltaba por los edificios al mismo tiempo que se impulsaba con su látigo. Se dirigía a la escuela, más precisamente hacia la biblioteca, pues a esa hora nunca había nadie. Se adentró por una de las ventanas y se escondió detrás de un librero,  justo a tiempo para cuando se des-transformó.

 —Uf, estuvo cerca

—En el momento justo

—Sí. Ahora al salón, escóndete

Devant ses yeux| Chat Noir/Adrien AgresteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora