Un reencuentro

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— Jinnie Oppa ¿Usted cree que la falda que compre combine bien con mis tenis?— pregunto la peli morado  después de sorber un poco de su malteada de chocolate.

Después de ver a su Oppa llorar se le ocurrió la idea de salir a dar un paseo, con tal de que pudiera distraerse un rato y dejar atrás el mal momento de la mañana.

Claro que sí le preguntaba esté no lo haría por decisión propia, entonces decidió proponerle el paseo de otra forma y aunque  al principio se negó, logro hacer que aceptará prometiendo guardar el secreto de su salida.

— Claro que sí, Karin — dijo el mayor mientras dirigía su vista hasta los zapatos de la menor para confirmar su teoría — Además...— dijo mientras tragaba un poco de su malteada de fresa— puedes formar un bonito outfit con la blusa blanca de tirantes que tienes— propuso haciendo que los ojos de la chica brillarán emocionados por la idea del pelinegro.

— ¡Es verdad Jinnie Oppa!— dijo emocionada — También puedo usar unas medidas blancas y una gorra negra... ¿No cree?— sonrió emocionada con la imagen del outfit en su cabeza.

— Y puedes usar una coleta alta o el cabello suelto — propuso emocionado el mayor.

Los ratos con Karina eran así, calmados y alegres, ratos en los que podía olvidarse de la mierda en su vida y sonreír un poco, sin embargo, los momentos de paz que solía tener desde su estadía en la casa del rubio eran pocos, y podía tenerlos gracias a la presencia de la menor en la vida de su padre.

Aún recuerda cuando la conoció, nunca olvidaría como una sonrisa  se formó en su boca y  la forma en como sus obres azules brillaron cuando lo vieron por primera vez.

Flasback

Jin estaba sentado en el sofá mientras jugaba con el líquido color rojo tinto que se movía lentamente en su copa, tenía más de una hora esperando a su amante en el sofá del apartamento del mismo.

Le había comentado por teléfono que al fin le había echo caso a su idea de dejar a su esposo y fugarse con él, y aunque no noto alegría por parte del contrario simplemente se dejó llevar cuando le ordenó esperarlo adentro del apartamento.

Suspiró molesto y desesperado

—¿Porque tarda tanto?— preguntó a la nada tomando de un trajo el resto del vino que estaba en su copa para dejarla, ya vacía, en la isla de la sala.

De repente escuchó el sonido  de unas llaves seguido de como la puerta era abierta.

Sonrió feliz

— Al fin llegas, mi am...— su ceño se frunció al ver a una chica de más o menos 17 años vestida con un uniforme escolar y una gorra en su cabeza.

Se quedaron así un rato, escaneandose uno a otro con la mirada y hubieran llegado hasta noche así, de no ser porque  la menor hablo primero.

—¿Quién eres tú?— dijo ella mientras lo veía de pies a cabeza con desconfianza — ¿Eres el que hace el aseo?— pregunto incrédula mientras hacía una bombita de chicle en sus labios que poco después reventó con sus dientes para volver a masticar la suave gomita.

— Claro que no niña — respondió el mayor, soltando un pequeño jadeo sintiéndose ofendido — y además ¿Tú quién eres?— ahora pregunto él mientras se cruzaba de brazos.

— Soy Karina— respondió mientras dejaba su pesada mochila en el suelo— y por si no lo sabe mi padre vive aquí —

Los ojos de Jin se ampliaron, ahora entendía porque pudo entrar tan fácil.

Love Maze [Namjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora