7:03 PM
Jin corría apresurado por la acera con dos bolsas en cada mano, una en su hombro y su largo abrigo negro moviéndose de un lado a otro por la velocidad de sus pasos.
Había salido a comprar unos ingredientes para hacer la cena ya que ese dia tenía un idea en mente, claro que no nunca se espero que la caja registradora de la tienda se arruinara y tuviera que esperar por más de dos horas de pie junto a otras personas a que la arreglaran para poder pagar sus alimentos.
Trágico
La tienda quedaba un poco lejos de su apartamento asiendo a si el retorno más largo o al menos así lo veía él, porque agregando la urgencia por llegar solo le hacía sentir más largo el tramo.
— Maldición — dijo sin aliento bajando la velocidad de sus pasos y apoyándose en la pared de un local.
Inhaló varias veces tratando de recuperar el aliento, su frente estaba brillante por una fina capa de sudor y su pecho se movía en oleadas buscando oxígeno. Ya solo le faltaba una cuadra para llegar a su casa y hacer en tiempo récord la cena, bueno si el moreno no había llegado aún.
Retomando el aliento siguió con su andar pero ahora a paso rápido, ya no tenía energías para seguir corriendo. Doblo la esquina, sin embargo no espero sentir a alguien chocar contra su pecho causando que las bolsas terminarán en el suelo junto con la otra persona.
— ¡Mierda!— exclamó una voz femenina — ¡Mi trasero!— se quejó.
— Disculpe— hablo el pelinegro ayudando a la mujer a ponerse de pie, olvidando en el acto los productos que estaban tirados en la acera— La ayudaré — tomó delicadamente la pequeña mano impulsando a la fémina hacia arriba.
Cuando la mujer logro ponerse de pie dirigió su mirada al rostro del pelinegro y su ceño se frunció con curiosidad al reconocer a la persona que tenía en frente.
— ¿Seokjin?— cuestionó llamando la atención del mencionado.
Jin la observó detenidamente, la mujer frente a él tenía el cabello rubio y le llegaba a los hombros, su piel era pálida, no era muy alta con ver que le llegaba al pecho. Luego observó su rostro y sus ojos se ampliaron por la sorpresa, los obres de la chica eran grandes y verdes con unas largas pestañas negras.
— ¿Eunjin?— susurro observandola.
— Si soy yo— confirmo ella y no tardó en rodearlo con sus delgados brazos en un abrazo amistoso.
Jin no tardó en corresponder formando una encantadora sonrisa en sus labios.
— ¿Cuanto tiempo ha pasado?— pregunto ella separándose levemente— ¿10 años? ¿8?—
— Creo que...— vaciló un poco—...¿12 años?— titubeó — ¡Hay no!— se exaltó al ver sus productos aún en el suelo.
— ¡Lo siento!— exclamó la fémina poniéndose de rodillas ayudando al mayor a recoger sus cosas.
— No te preocupes — le resto importancia — Fue un accidente...—
Entre los dos recogieron todo rápidamente, Jin se colocó las bolsas nuevamente en sus ante brazos y Eunjin le tendió otra ya con todas las cosas dentro.
— Gracias — la tomo con una sonrisa.
— De nada...y— titubeó ella— ¿Vas a alguna parte?— cuestionó observando al mayor.
El pelinegro asintió y acomodó las bolsas en sus brazos.
— Si...voy a mi casa...— y observo su reloj de muñeca — ¡Oh no! ¡Ya es tarde!— dijo exaltado haciendo fruncir el ceño a la chica — ¡Lo siento Eunjin!...debo irme —

ESTÁS LEYENDO
Love Maze [Namjin]
Fiksi PenggemarEl amor puede ser un laberinto maldito, lleno de emociones negativas que pueden hacernos perder el control de nosotros mismos, podemos dañar, lastimar, hacer que alguien pierda la razón por nosotros o nosotros perderla por alguien, pero también, aba...