El trabajo

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6:08 AM

— ¿A qué horas vuelves hoy?— cuestionó el pelinegro mientras servía dos tazas de café.

— Si no hay mucho trabajo...— hablo el platinado desde la sala — posiblemente antes de las siete...¿Porque?— se encaminó a la cocina y se detuvo en la puerta luchando con el nudo de su corbata.

Jin se acercó y le tendió una taza de café que Nam recibió gustosamente tomando un largo sorbo del tibio líquido dulce y pesado.

— Mmmmmm...Solo tú sabes cómo me gusta en café en las mañanas — halago tomando nuevamente de la taza. Jin sonrió y termino de ajustar el nudo de la corbata.

— Te conozco tan bien, cariño — respondió arreglando el cuello de tela de forma que la corbata quedará escondida debajo de el— y respondiendo a tu pregunta...— coloco sus palmas en el amplio pecho de su amado y lo observó a los ojos — Quiero... pasar tiempo de calidad contigo...— sonrió acomodando los cabellos rebeldes que vagaban por la frente de su esposo.

— Oh... ya veo...— y sonriendo coquetamente, rodeo con un brazo la cintura del mayor y lo pegó a su cuerpo llevado sus labios al cuello pálido empezando a dejar besos ahí — ¿Quieres que te ame de nuevo?— cuestionó con dobles intensiones.

— Si no tuvieras que ir al trabajo me gustaría hacerlo en la encimera...— soltó a propósito haciendo gruñir al moreno— ...Perooooo— se separó de su amor y camino hacia el otro extremo de la cocina sintiendo la mirada del platinado— Debes ir al trabajo...¿No?— tomó la otra taza de café y se giró conectando sus miradas.

— Seh...— soltó con desilusión.

No iba a mentir, la idea de hacerle el amor a su esposo encima de la barra lo había excitado bastante, pero era verdad, debía ir al trabajo y tampoco era como si tuviera tiempo para hacerlo y volver a prepararse nuevamente, no, lamentablemente, no.

— Entonces...— se acercó a su amor y dejó la taza ya vacia en la mesa— Lo aremos sin parar cuando regrese...¿Verdad?— lentamente atrajo al pelinegro de la cintura y tomó sus labios saboreando en rico sabor a café.

Jin suspiró y llevo una mano a la nuca de su chico dejando suaves caricias en los cabellos cortos de esa zona correspondiendo el beso. Las manos de Namjoon tomaron su cintura y la acarició sobre la tela, lentamente fueron descendiendo hasta que las pudo sentir en su trasero.

— Tranquilo, tigre— sonrió pícaramente contagiando al moreno.

— Cuando se trata de ti es muy díficil tranquilizarme —

El pelinegro sonrió dulcemente, dejo un besito cariñoso en la mejilla y llevo sus dedos a las hebras tintadas peinando suavemente sus cabellos. Nam suspiró y se dejó hacer olvidando que estaba contra el tiempo.

— Creo que voy a cortarlo y pintarlo de rubio o marrón oscuro...— soltó refiriéndose a su propio cabello — ¿Que piensas?—

— Pienso que te verías más guapo e irresistible de lo que ya eres— respondió inmediatamente haciendo sonreír a su amado.

— Tú eres guapo e irresistible — Jin negó.

— Tú lo eres y fin...no me contra digas Kim Namjoon — soltó con firmeza haciendo soltar una carcajada al mencionado.

— Como tú digas mi príncipe —

Con un dulce beso se despidieron esa mañana, Nam tomó su maletín, acomodó la correa de esté en su hombro y salió  por la puerta recibiendo un beso de despedida por parte de su dulce esposo deseándole un feliz día.

En ese instante por la mente de Jin paso la idea de poder conseguir un trabajo para ayudar con los gastos a su amado. El moreno trabajaba mucho y más de una vez lo había visto llegar matado y malhumorado, y aunque lograba ocultarlo con él un poco, aún podía notarlo.

Love Maze [Namjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora