Chapter 1: El Testamento

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Flashback

Tengo frío, me encuentro en la calle, pues me escapé de la casa de la señora Titina, siento que le traigo muchos problemas, además, ella ya tiene un hijo que cuidar.

¿Por qué ahora hace tanto frío? Siento que ya no puedo más, empiezo a ver lucecitas que siento que me quieren guiar a un lugar, no se que tengo pero quiero seguirlas, poco a poco van desvaneciendose, ya no las veo, estoy varada en la puerta de una casa, mejor dicho: una mansión. Por el cansancio de mis ojos, solo logro ver siluetas acercándose a mi. De pronto siento que mi pequeño cuerpo no aguanta y caigo.

¿desde cuando el suelo es tan cómodo?

Solo recuerdo que me desmayé, voy abriendo mis ojos poco a poco y empiezo a ver a una señora y un señor, pero me duele la cabeza, me di cuenta que no era el suelo en donde estaba, sino un cómodo sillón en una hermosa casa. De pronto escucho:

—hola, nena ¿como te llamas?—me dice una voz femenina.
—Violeta—respondo, mirando a una señora con un rostro relajado sentada cerca de mi, y a un señor con la ceja levantada y un rostro que no puedo definir, si es de enojo, curiosidad o las dos.
—¿donde están tus padres, Violeta?—pregunta mirándome. Quedando en un silencio largo, pues no sabía que responder.
—ellos ya no están conmigo—digo bajando la mirada y con la voz entrecortada—me escapé del orfanato en donde estaba, por favor no me regresen ahí, me tratan muy mal.-entonces sentí una mano cálida en mi cabeza, haciendome mimos.
—lo siento mucho—responde con lastima la señora—yo soy Maria y el—levanta la mano en dirección al señor—es Erick, mi esposo. Esta es nuestra casa, mis hijos ya están durmiendo, quedate esta noche aquí. (...)

Recuerdo esa noche, tan vividamente, desde que los conocí mi vida empezó a cambiar, pues escontre a mi familia adoptiva gracias a ellos, me tuve que mudar a Alemania para vivir con ellos, por que eran conocidos de los señores fritzenwalden, los cuales viajaban constantemente a Alemania. Cuando me mude para Alemania con mis padres adoptivos, los señores Reimann, visitaba constantemente a Erick y María, junto con mi madre Emma y mi padre Isaak, en los tiempos libres me encantaba tocar el violin para ellos, desde la muerte de los señores fritzenwalden, no me he animado a tocar el violin, no como antes. Dejando esto de lado, me encuentro en camino a la casa de Federico fritzenwalden, no lo conozco muy bien, pues nos encontramos pocas veces en la casa de los señores fritzenwalden en Alemania, estos últimos, me hablaban mucho de sus hijos, no recuerdo mucho sus nombres, solo el de Feredico, el mayor y Tomás, el más pequeño.

Toco la enorme puerta de una grande casa y muy lujosa, es de Federico Fritzenwalden y su pareja Delfina, según lo que sé. Me da la bienvenida Federico, un tipo alto y rubio.

—Hola Violeta, pasa porfavor. —me dice Federico con un rostro serio.
—gracias—entro a la mansión en donde vive, muy linda por cierto. —siento mucho la muerte de Erick y María, realmente ellos fueron muy importantes para mi y me puso muy triste la noticia, no me imagino lo que fue para vos y tu familia. —dije con tristeza.
—fue muy triste, la verdad. Tratamos de ubicarte cuando leímos el testamento de mis padres, pero fue difícil. Pero ahora que estas aquí, quiero que leas el testamento.
—oh, si, claro. —en cuanto termine de hablar, Federico me llevó a su oficina-
—ok, iremos a la parte que nos interesa—al parecer estaba acupado.-"Dejo constancia de mi última voluntad y testamento, en el cual nombro a Violeta, a quien le he llegado a tener un gran aprecio, como beneficiaria de una generosa cantidad de dinero y un cofre misterioso. Con la intención de transmitirle una experiencia única y desafiante, establezco la condición de que Violeta deberá pasar un año completo viviendo en la mansión familiar.

Durante este período, Violeta tendrá acceso a todas las comodidades y recursos de la mansión. Este desafío tiene como objetivo permitirle descubrir secretos y objetos que espero la ayuden a encontrarse a sí misma.
Sin embargo, reconociendo su dedicación y compromiso, he decidido que Violeta recibirá el cofre misterioso a mediados de año, como una muestra de mi confianza en su capacidad para cumplir con la condición establecida.
Además, para garantizar su estadía en la mansión durante el año establecido, he designado a un administrador de confianza—Federico hace una pausa para mencionar que el administrador de confianza será Matías, su abogado—que supervisará el cumplimiento de esta condición. El administrador será responsable de verificar periódicamente la presencia y participación activa de Violeta en la vida de la mansión, asegurando así que se cumpla con el espíritu de mi voluntad.
Confío plenamente en que Violeta aceptará este desafío con responsabilidad y curiosidad, y estoy seguro de que honrará mi legado de manera admirable."

—no se que decir—realmente me había quedado sin palabras. 
—yo ya he tomado cartas en el asunto, se que tu ya cuentas con dinero y tal vez no lo necesites, pero, en los últimos meses de vida de mi padre, vi que estaba preparando algo para vos, al final no te lo pudo dar pero creo que ese cofre contiene algo importante.
Estaba por responder, cuando sonó el teléfono de su casa, no pude escuchar mucho, solo que estaba molesto por algo que hicieron sus hermanos los cuales vivían en Argentina.
—¿que decís Violeta?—dijo el rubio, regresando conmigo.
—bueno, tendría que pensarlo.
—mira, yo creo que me regresaré mucho más antes a Argentina, por un pobrema con mis hermanos. No creo tener tiempo.
—dame hasta la noche y tendré una respuesta. —dije algo nerviosa.
—esta bien. Te daré mi número de teléfono para que te comuniques conmigo.
Y así me dio su número, regresé a mi casa y lo pensé, al final mi decisión fue...

Un Romance En La Mansión: Franco Y Violeta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora