Violeta se encontraba inquieta, la última confrontación entre los mellizos había dejado una nube de preocupación en su mente. Anhelaba saber cómo se encontraba Nico y si había logrado resolver el conflicto con su hermano. Tras darle vueltas al asunto, decidió buscar a Nico directamente para ofrecerle su apoyo
Con determinación, se dirigió a la habitación que Nico compartía con Franco.—Nico, venía a...— comenzó, pero se detuvo al darse cuenta de que Nico no estaba. Al ver a Franco en su lugar, un nudo se formó en su estómago. Sin embargo, Violeta respiró hondo y decidió enfrentar la situación.
—Eeh, Franco —balbuceó Violeta, logrando captar la atención del chico que hasta ahora parecía vivir en su propio mundo. —Sé que vos y yo... bueno, no nos llevamos muy bien, pero independientemente de eso, quería hablar contigo sobre Nico.Violeta hizo una pausa, buscando las palabras adecuadas para expresar sus pensamientos. Quería abordar el tema delicado de la pelea entre los mellizos sin empeorar la situación.
—He notado que las cosas entre vos y Nico están tensas últimamente —comenzó, eligiendo sus palabras con cuidado—. Entiendo que los hermanos pueden tener desacuerdos y que cada uno tiene su propia perspectiva, pero creo que es importante que ambos hablen y traten de entenderse.
Franco soltó un suspiro, su voz cargada de frustración.
—He intentado hablar con él, pero... no sé, me ignora, no me presta atención. —admitió, mostrando una vulnerabilidad que Violeta nunca había visto antes.Violeta asintió, comprendiendo su lucha.
—Es cierto, a veces no es fácil lograr que te escuchen, pero por favor, sigue intentándolo. Yo también hablaré con Nico. —prometió, decidida a hacer todo lo posible para ayudar a resolver la situación.Fue entonces cuando ocurrió algo inesperado. Franco levantó la mirada y por primera vez, sus ojos se encontraron con los de Violeta. No había rastro de la hostilidad habitual, solo un brillo de agradecimiento.
—Gracias. —murmuró, esbozando una sonrisa sincera.Violeta se sorprendió al ver la transformación en Franco. Nunca antes había obtenido una sonrisa de él, y mucho menos una tan genuina. A pesar de la tensión entre ellos, este momento le hizo sentir algo extraño, como una especie de alivio o incluso satisfacción. La sonrisa de Franco parecía ser un signo de que las cosas podrían mejorar, y eso le daba esperanza.
Poco tiempo después de lo sucedido, Violeta decidió hablar con Nico. Quería que los hermanos se reconciliaran y volvieran a tener una buena relación. Mientras caminaba hacia la habitación rojiza de Nico, notó que él parecía preocupado. Violeta preguntó con angustia:
—¿Qué pasó, Nico?
Nico suspiró y respondió con frustración en su voz:
—No sabés, no sabés. Acabo de descubrir que era cierto. Clara besó primero a Franco. Ay, no. Soy un tarado. Encima, yo no le creí.
Violeta intentó tranquilizarlo.
—Tranquilo, Nico. No te culpes. Vos no sabías. Pero lo importante ahora es decírselo a Franco, para que se amigüen de nuevo.
Nico asintió, agradecido por el apoyo de Violeta:
—Escuché que Franco siguió a Federico al club para hablar con el entrenador. Tengo que ir.
Violeta entendió la urgencia en la voz de Nico y asintió con determinación:
—¡Vamos entonces! No perdamos más tiempo.
Con esto, los dos se dirigieron hacia el club, el dispuesto a resolver los malentendidos y ella tratando de ayudarlo y estar para el.
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Un Romance En La Mansión: Franco Y Violeta
FanfictionVioleta, un chica huérfana, fue adoptada por los señores Reimann, amigos de Erick y María Fritzewalden. Un año después de la muerte de estos, Violeta, regresará a la mansión donde algún día fue auxiliada, ahora, tendrá que convivir con nuevas person...