Chapter 4: Incómodo

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Después de aquella incomoda presentación hacia los integrantes de la mansión, Violeta y Federico se encontraban en el estudio del último mencionado.
—así que en un rato, mi abogado Matías nos aclarará mejor la situación. —terminó de hablar el rubio.
Apenas pasaron minutos, pero se sentían como si fuera un siglo y es porque ninguno de los dos se atrevía a hablar, tal vez por diferentes motivos, en el caso de Violeta, esta buscaba un tema de conversación, pero no encontraba ninguno y esperaba a que el otro empiece. Y de igual forma con Federico lo que hizo la situación incomoda.
Cuando, de repente se escucho el fuerte sonido de la puerta del estudio, Violeta pudo notar a un chico rubio entrar. Pero al parecer el a ella no.
—Ay, por fin me deshice de eso monstritos, eh.—se quejó—No sabes la cara que pusieron cuando abrí los regalitos.
—no, no ves que no estaban así solo por los regalitos, te extrañan a vos, todos te extrañamos. —respondió federico, y este quiso seguir hablando para hacer notar la presencia de Violeta pero Franco interrumpió.
—ya lo sé, Fede. Yo también. Te traje esto, tomá. —dijo refiriéndose a una copa de trofeo qué se encontraba en sus manos, lo cual llamó mucho la atención de Violeta, pues nunca había visto uno tan cerca, a ella le gustaban y anhelaba recibir, algun día, uno, no le importaba el porqué, pues solo quería destacar tanto en algo para recibir uno.
—a las que no le traje nada fue a Roberta, Violeta y Florencia, ni sabía que estaban. ¿De donde las sacaste? ¿A ese angelito de donde lo sacaste?—de pronto, Violeta se incómodo, pues no quería escuchar conversaciones ajenas, no en este momento. Así que hizo un sonido con la garganta, para que notarán su presencia, pero no fue lo suficientemente fuerte para que los dos escucharan, pues solo el más grande pudo. Por lo cual quiso señalar a Franco la presencia de aquella chica, pero fue interrumpido otra vez por Franco.
—decime, por favor, ¿de donde sacaste a Florencia?—entonces la situación se puso más incomoda aún, porque al parecer, lo último que dijo Franco hizo olvidar de todo a Federico.
¿a caso a él también le interesaba "la famosa" Florencia? Pensó Violeta. Lo que sea que fuera, ella no tenía intenciones de seguir escuchando esa conversación. Así que se paró y dijo:
—bueno, eh, federico, yo espero en la sala, creo que ustedes tienen mucho de que hablar. —cuando se volteó en dirección a la puerta. Federico habló.
—no, no. Disculpa, Violeta. Franco, ya te la había presentado en la sala, ella es Violeta, no se si te la mencioné antes, pero ella se quedará un tiempo en la casa, cuando murió papá y leímos su testamento, mencionó a Violeta, en resumen, ella se va a quedar en casa para recibir... —federico se quedó callado, pues no sabía como continuar, ya que el cofre que le dejo a Violeta, le pareció algo privado. -parte de la herencia, ella tiene tu misma edad. ¿No es así? —le dirigió la pregunta a Violeta.
-supongo que si, yo tengo 16.
-ah, bueno. Hola. —dijo Franco, sin interés. A Violeta le pareció rara su actitud, pero no le presto interés. Lo que ella no sabía esque el chico pensó mal de ella, pues pensó que era una interesada que solo venía por algo de dinero.
—mejor llamaré a Florencia para que te enseñe tu habitación. —habló Federico.
—no hace falta, yo voy a buscarla. —interrumpió Violeta.
En cuanto quiso caminar hacia la puerta, tropezó con una pelota de tenis y, por un momento, Violeta pensó en cuanto le iba a doler el golpe contra el suelo. Pero en eso, sintió las manos de...

Un Romance En La Mansión: Franco Y Violeta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora