Chapter 9: Conflictos Arreglados.

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Al llegar al club, Nico y Violeta comenzaron a buscar frenéticamente a Franco. Recorrieron los lujosos pasillos del club, mirando en cada rincón y sala en busca del trío.

Finalmente, en uno de los salones, encontraron a Franco en medio de una acalorada discusión con el entrenador y Federico. Nico, sin perder tiempo, llamó a Franco, pero este lo ignoró, totalmente absorto en la discusión.

El entrenador, un hombre de voz grave y mirada severa, levantó un dedo acusador hacia Franco.
-Tu hermano debería ser más responsable en vez de estar boludeando por una mina antes de jugar a las finales. -reclamó, su voz resonando en el lugar

Franco se defendía, insistiendo en que había sido una trampa. Las palabras volaban, y la tensión crecía con cada segundo que pasaba. Nico y Violeta podían sentir la electricidad en el aire, la situación se estaba volviendo cada vez más volátil.

Y entonces, en un giro inesperado, Federico, siempre el hermano ejemplar, perdió la compostura. Con un rugido de furia, se lanzó sobre el entrenador, golpeándolo con una ferocidad que dejó a todos atónitos. El sonido del impacto resonó en la sala, y el silencio que siguió fue ensordecedor.

La escena era surrealista, como si el tiempo se hubiera detenido. Todos estaban paralizados, incapaces de creer lo que acababan de presenciar. Nico y Violeta se miraron, ambos sintiendo una mezcla de shock y preocupación. Sabían que las cosas acababan de tomar un giro muy serio, pero a la vez se sintieron orgullosos de Federico, porque había roto esa pared de hielo por unos segundos.

Así fue como todo se desarrolló: Federico, en un arrebato de furia y frustración, había golpeado al entrenador. Pero en lugar de sentir remordimiento o miedo, parecía liberado. Como si ese acto de rebeldía hubiera liberado una presión que había estado acumulando durante mucho tiempo. Había una especie de alivio en sus ojos, una sensación de satisfacción que era rara de ver en un tipo como el.

Después del incidente, el grupo decidió que era mejor abandonar el club. Dejaron al entrenador, todavía atónito por lo que había ocurrido, y se dirigieron a la mansión. A pesar de la tensión, había una especie de camaradería entre ellos, una sensación de que habían enfrentado algo juntos y habían salido del otro lado.

Al llegar a la mansión, fueron recibidos por Florencia en la sala, Florencia los saludó con una sonrisa, completamente ajena a los eventos que se habían desarrollado en el club.

Franco, que siempre había sentido algo especial por Florencia, fue el primero en devolverle el saludo. A pesar de todo lo que había sucedido, no pudo evitar sonreír al verla.
-Hola, Flor. - Violeta pensaba que estaba muy enamorado del ella. Al verlos se dio cuenta que nunca había sentido esa sensación pues ella nunca había tenido alguna relación sentimental a lo largo de su vida, tal vez nunca se dio la oportunidad o el miedo al rechazo la hizo tomar desiciones de las cuales se arrepentía.

Después de la conmoción en el club, Violeta, Nico y Franco se encontraron en la habitación de los mellizos. Aunque habían intentado aclarar las cosas en el club, la tensión del momento no les había permitido disculparse adecuadamente por el malentendido sobre el beso entre Franco y Clara.

En la tranquilidad de la habitación, Nico tomó la iniciativa. Con una expresión sincera, se disculpó con Franco por no haberle creído. Franco, a su vez, aceptó las disculpas de su hermano, aliviado de que finalmente pudieran dejar atrás el desacuerdo.

Violeta, observando la escena, no pudo evitar sonreír ante la reconciliación de los hermanos.
-Aw, qué bonita es la reconciliación entre mellizos. -dijo, su voz llena de afecto.

Al oír sus palabras, los hermanos soltaron una leve sonrisa. Luego, Nico, con una curiosidad recién despertada, le hizo una pregunta a Violeta.

-Che, ¿y vos no tenés hermanos?

Violeta se quedó en silencio por un momento, pensando en cómo responder. Finalmente, dijo con un tono suave.

-Emm, no, soy hija única.-Aunque no le gustaba hablar de su situación familiar, consideraba que era importante ser honesta con sus amigos. Sin embargo, decidió no mencionar que era huérfana, ya que sentía que era algo muy íntimo.

Un Romance En La Mansión: Franco Y Violeta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora