Cuando Laetitia conoció a Marc jamás imagino que tarde o temprano acabaría sintiéndose atraída por él. Ese amor prohibido, ese sentimiento de culpa, esas ganas de huir bien lejos. Él no pudo dejar de mirarla, Marc quiso adentrarse en el mundo de ell...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
•••
- ¡Me cago en la puta! -di un golpe al sofá mientras que Carmen se puso a insultar y Antea se reía por nuestras reacciones -. Es el peor día de mi vida -me quejé cruzándome de brazos.
- Que exagerada -Antea se abrazó a mí mientras yo intentaba no llorar.
- ¡La injusticia que acaban de cometer! ¡¿Cómo van a ser Álvaro y Paul los nominados?! ¡Odio mi vida! -me apoyé en su hombro mientras Carmen se levantaba del suelo y se sentaba en el sofá.
Operación Triunfo se convirtió en mi salvación tras la ruptura con Marc, si ya estaba obsesionada y desquiciada antes, sin él, me refugio fue el 24h. La nominación de Paul y Álvaro se sintió peor que cuando tuve que marcharme de aquel hotel con el corazón roto. No me había tirado una semana entera shippeando como una loca, defendiendo a Álvaro en Twitter para acabar con el peor de los finales posibles. Abrí la app de OT y sabiendo cual iba a ser su destino, voté para salvar a Álvaro y aproveché para votar a Ruslana favorita.
- Ey, ¿qué pasa? -Carmen se percató de mi cambió de actitud.
- Nada que por cosas tan simples como esta me acuerdo de Marc. Estaría desquiciada y él se estaría riendo mientras abriría la app para salvar a Álvaro, solo por mí -me mordí el labio con nostalgia porque solamente había pasado una semana desde la última vez que nos vimos el futbolista y yo.
- ¿Sabes? -Antea me acarició el pelo tras darme un beso sonoro en la mejilla -. Yo creo que aunque no estéis juntos él te conoce tan bien que habrá salvado a Álvaro.
- Lo dudo -me abracé a ella mientras veía nuestra foto de fondo de pantalla. No me atreví a cambiarla, durante semanas fui muy masoquista, hasta que cambié el chip, que me costó, y todo volvió a ser como antes de conocerlo.
- Tata, confía -Carmen me agarró las manos y me miró fijamente a los ojos -. Conozco a Marc, por mucho espacio que necesite, te quiere y le gustas muchísimo. No va a tardar en volver a tu vida.
- Igual cuando él vuelva, yo no querré. Esto es cosa de dos y ahora mismo por mucho que le quiera no voy a cambiar mi percepción -quizás me precipité aquella noche y fui muy tajante con mis decisiones, pero así lo sentí y no hubo nada, ni nadie que pudiera hacerme cambiar de opinión.
- Nunca digas nunca, tata. La vida da muchas vueltas -Carmen me miró a los ojos. Yo me limité a encogerme de hombros -. Y tanto tú como yo sabemos cual va a ser el final de esto -asentí con la cabeza dándole la razón. Por mucho que me negara, sabía lo que iba a pasar y dolía pensar que el sufrimiento seguía ahí y que el dolor acabó convirtiéndose en rabia.
