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Feliz vuelta al sol. Te quiero 🦁
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- ¡Para! ¡Marc, para! Por favor -le supliqué mientras dábamos vueltas sin sentido a la mesa de la cocina de mi casa.
Me dio un ataque de risa, entre eso y que no quería que me manchara nos tiramos unos minutos jugando y tonteando sin tener en cuenta que podíamos molestar a los vecinos. No sé cómo no me tropecé aquella noche, por un momento me olvidé de mi vida. Huir de él, por un maldito juego, acabar picados hasta el punto de no parar hasta conseguir nuestro propósito, fue como si hubiéramos vuelto a ser nosotros y los días antes de irme de vacaciones no hubieran existido.
- Toma -al final acabó pillándome, me agarró la cara y me restregó toda su mano por ella manchándome de tarta.
- Recuérdame que nunca más te compre una tarta -le recriminé mientras él se reía saboreando la victoria.
Caminé hasta el fregadero y me lavé la cara. Suerte que aquel día no llevaba ni una pizca de maquillaje. Me sequé bien la cara y rodé los ojos al ver en lo que había quedado la tarta que le encargué en la pastelería que estaba al final de la calle.
- Has empezado tú -se pasó las manos por el pelo y me miró de arriba a abajo, repasándome con la mirada y haciéndome sentir débil ante lo posesivo que me pareció en aquel momento.
- No ha sido nada comparado con lo que tú me has hecho. Creo que tengo chocolate en las pestañas -me quejé, él comenzó a reírse.
Tras acabar de cenar con sus padres fuimos a su casa, cogimos su moto y nos vinimos a la mía, como mi familia no estaba teníamos más intimidad. Le había preparado una pequeña sorpresa aunque todavía en aquel momento no se la había dado. Realmente no supe como sacar el tema porque para dársela teníamos que abandonar mi casa y poner rumbo a otro sitio. Le compré una tarta y a él le pareció buena idea esparcirme un buen trozo por toda la cara como si fuésemos dos niños pequeños. Nos estuvimos manchando mutuamente hasta que nos picamos y la situación se nos fue de control. Y aunque fue una situación bastante infantil, a mí me hizo reír y siempre me quedé con los momentos en los que los dos nos reímos sin parar. Porque valoré muchísimo el hecho de que con Marc podía hablar de todo, teníamos conversaciones chorra y a la misma vez muy profundas. Me reía con él como con nadie lo había hecho y nunca me juzgó al igual que nunca le juzgué a él. A pesar de los pequeños roces que teníamos, me atrevería a decir que el principio de nuestra relación fue muy sano.
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Plaies d'amour ▪︎ MARC GUIU
Fiksi PenggemarCuando Laetitia conoció a Marc jamás imagino que tarde o temprano acabaría sintiéndose atraída por él. Ese amor prohibido, ese sentimiento de culpa, esas ganas de huir bien lejos. Él no pudo dejar de mirarla, Marc quiso adentrarse en el mundo de ell...