Capítulo 20.

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- Kang Jae- Hyun. Un gusto conocerte.

- Lim Ji Yeon. El gusto es mío.- ¿Te llamo señor?-

- hablame a confianza- ¿Quieres un autógrafo?

- No; la verdad es que apenas conozco tu extensa fama.

- ¿Como sabías que estaría aquí?

- No sabía que estarías aquí; solo pasaba y el destino que conocía mis intenciones de conocerte me guió a ti.

- ¿Pretendes que te crea? Di la verdad no muerdo.

- No lo pretendo. Eres frío.

- Disculpa; es que estoy acostumbrado a que todos se interesen en mi por lo que tengo y no por lo que soy.

- No puedo negar que también quise verte con fines... no tan nobles porque al final de cuentas en la vida todos queremos algo.

- No sé cómo tomar tu sinceridad pero... Gracias por hacerme compañía de una forma: ¿normal?

- ¿Y a qué le llamas normal?

- Sin pasarte el tiempo halagando, embobada por mi persona.

- Y no las culpo y como te dije antes todos queremos algo.- Y el querer por si solo ya es ambición pero: medida.

- No soy hombre de relaciones amorosas duraderas; no porque no quiera si no porque me obligan a rendirme con su actitud vanidosa.

- Quien no te ambicionaría. Para ellas eres perfecto.

- Y para ti lo soy.

- Aceptable pero jamás perfecto. No es personal solo que no creo en los cuentos de hadas que pintan a un príncipe perfecto de brillante armadura- Son Pa-trañas.- Prefiero creer en mi misma-

- Me sorprendes.

- Y aún no acabas de conocerme.- Comentó riendo

- Tienes una bella risa y: labios también.

...

- Perdona si te incomode.

- No quieres conocer más allá. Sabes me atraes: no solo porque tengas fama, belleza y demás sino también porque eres educado ningún chico a excepción de Dae Young lo ha hecho.

- ¿Novio?

- Amigo.

- Ya es hora de llevarte a casa. Solo dime la dirección y el GPS hará el trabajo.

- Cierra los ojos.

Hice lo que me pidió y pude sentir el toque de sus labios en mi mejilla seguido de un leve susurro:

- ¿Me permites besar tus labios?.

- Aún no. Vámonos.

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Lim Ji Yeon.

Al parecer metí la pata al abalanzarme sobre el a último momento. No es de los hombres que caen a la primera y con mi propuesta ya creo su conclusión de mi. Que soy como las otras que agazaparían a la entrada de su casa si tuvieran la oportunidad. Mientras pensaba sentí frío en las piernas lo que comenzó a incomodarme.

- ¿Que piensas?

- En que estuvo fuera de lugar lo que te dije. No pude controlar lo que decía.

- Descuida. Quieres beber algo? Tengo botellas de whisky en la hielera entre tus piernas.

Caída y gloriaWhere stories live. Discover now